38-INAUGURACIÓN

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*no sabía qué hacer, fue de lo más rápido, confuso y extraño, estoy segura que mi cara reflejaba todo eso pues Calev se empezó a reír*

-tienes que ver tu cara, te vez muy graciosa.

-¿Por qué hiciste eso?

-tranquila, fue un beso.

-sí, solo fue un beso pero enfrente del fotógrafo!

-¿Por qué mierda besas a mi hermana? ¿Quieres que te rompa la cara?

*lo que me faltaba, tener más problemas con mi hermano*

-cálmate, si quieres también te doy un beso.

-Lauren o lo calmas o lo calmo.

- ay! si cálmame.

-Calev, por favor, no creo que quieras enfadar a mi hermano.

-tranquilícense, que todo fluya y que nada influya.

-estas ebrio.

-no es para tanto Lauren querida, estoy perfectamente bien.

-claramente no estás bien, iré por mi mamá, Dylan cuídalo mientras voy por mamá.

-oh no, para nada, no me quedare con tu amigo así de ebrio, yo voy por mamá.

-bien, pero apúrate antes de que se quiera desnudar.

-¿desnudarme? Que buena idea Lauren, así sabrá el idiota de charles de todo lo que se perdió.

-nonono, Calev estas en una fiesta, donde están todos los profesores y está tu padre, no le hagas esto y no te hagas esto a ti, por favor.

-tranquila, mi padre no se dará cuenta.

-esperemos a que venga Dylan.

-nonono, que charles vea de lo que se perdió.

-mejor porque no hablan de lo que tienen ustedes.

-porque él no quiere hablar conmigo, me lo dejo claro.

*empezó a desabotonar su camiseta, hasta que gracias al cielo llego mi mamá*

-joven Calev Bramson ¿Qué está ocurriendo?

-ya me cayó la ley.

*me dijo Calev en un susurro, lo cual me alivio bastante, no sé qué hubiera pasado si mi mamá no llegaba*

-entonces joven bramson, lo escucho ¿qué está sucediendo?

-no está pasando nada, solo le di un pequeño beso a Lauren.

-Lauren ¿eso es cierto?

-sí, estoy igual de sorprendida, el problema es que uno de los fotógrafos tomo una foto.

-bueno, de esto hablaremos después tu y yo, Calev creo que te vendrá bien dormirte un rato en el auto, ven vamos a llevarte.

*mamá se fue con Calev, Dylan seguía junto a mí, se veía agotado, su cara un poco roja lo cual me hizo reír*

-¿de qué te ríes?

-de ti.

-espero que también te rías mañana cuando veas tu foto con Calev en todas partes.

-hey! Eso es cruel.

-la vida es cruel.

-¿y ya lo pensaste?

-¿pensar en qué?

-en la Cafetería.

-lo sigo pensando.

Una y mil tazas de café  #1Where stories live. Discover now