Capítulo 12- El Día Oficial de los Hermanos Pierce (II)

8.4K 738 206
                                    

-Buenos días.-dijo él con una irreprimible sonrisa en la cara, rozando sus dedos con la espalda de ella y provocando, como siempre, ese cálido hormigueo pero está vez los dos lo sintieron.

Gale dejó de prestar por un momento atención al discurso de Ben sobre la dificultad de los exámenes de Lengua y su propuesta por revolucionar las clases y centró todos sus sentidos en la inmensa química que había entre Edward y Elizabeth, quienes no habían dejado de mirarse, ni sonrojarse. Les miró malévola y suspicazmente más consciente que ellos de lo que se avecinaba.

-Hola.-contestó Elizabeth intentando no prestarle mucha atención a su aún húmedo cabello, imaginó que acaba de ducharse y eso la acaloró más todavía.

-Estoy aquí por si no te habías dado cuenta.- Gale le hizo una seña con la mano para captarle y con posar divertido le provocó.- Estás muy distraído esta mañana, ¿te ocurre algo? No sueles ser tan... disperso.

Edward que lo conocía a la perfección sabía de sobras a donde quería llegar su mejor amigo y entrecerró los ojos como aviso de que no siguiera por ese camino. Esa reacción tuvo el resultado contario que esperaba y Gale quiso molestarle un poco más.

-Esta mañana estás muy guapa Elizabeth, ¿te lo había dicho ya?- Elizabeth le agradeció el cumplido y Edward dirigió a Gale una mirada de venganza, ellos dos siempre eran así y ahora Gale no cabía en su gozo al descubrir el punto débil de Edward: Elizabeth.- Edward, ¿tú no crees que está radiante?

Elizabeth avergonzada por la insinuación bajó la cabeza e hizo como si no hubiera escuchado la última parte fingiendo beber de su taza.

-Sí, es cierto, tan bella como siempre.- miró muy intensamente a Elizabeth y por una vez no tenía la más mínima intención de ocultar todo aquello que le pasaba por la cabeza. Ella le dedicó una insegura sonrisa y le instó a sentarse en el asiento vacío de su derecha vacilando.

Sin apartarle ni por un segundo la mirada se sentó  a su lado acercando la silla tanto como pudo a Elizabeth y tropezando a posta con su rodilla. Motivo de exaltación de ambos y otra risa divertida por parte de Gale.

-Que sorpresa verte aquí sentado Edward.-Ben se dirigió a él al darse cuenta de que estaba en su misma mesa muy entretenido y, para su sorpresa, alegre.

Robert y Theo quienes por algún extraño motivo no se habían percatado del acompañante de Elizabeth se giraron de golpe con los ojos muy abiertos, sin acabar de creer que Edward Collins estuviera con ellos, con Elizabeth.

-¿Qué haces aquí?- preguntó secamente Robert.

Elizabeth y Edward interrumpieron su conversación y entendieron inmediatamente el rostro interrogante de todos. A ella le pedían respuestas de por qué estaba tan cerca y tan vital con él y a él le exigían explicaciones.

Elizabeth abrió la boca con toda la intención de inventarse algo que justificara la cuan menos extraña situación pero Edward se le adelantó y poniendo la mano por encima de la suya le guiño un ojo y la miro dulce y cariñoso.

-Me gusta la compañía.- la volvió a mirar y le sonrió, ella hizo lo mismo. Todos se quedaron boquiabiertos con aquella respuesta, incluso Robert abrió los labios pero no consiguió decir nada, Theo le miró indescifrablemente como si no lo comprendiera y Gale compartió una mirada cómplice con Emma.- Además, os habéis apropiado de mi amigo.

Edward ya se había imaginado que Gale intentaría conocer a Elizabeth y si le gustaba convertirla en amiga. Era más que probable que ya lo fueran porque a decir verdad los dos eran muy similares también.

-No sabía que te gustaba pasar tiempo con otros colores, siempre has sido muy selectivo con tus amistades.- dictó Robert seco pero sin ninguna mala intención o doble sentido, se moría de curiosidad por saber más acerca de su cada vez más creciente relación con Elizabeth y el interés que parecía tenerle.

ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora