LXI

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Estaba francamente sorprendida. Había pensado que después de que saliera aquella noticia en donde se proclamaba que Yuzuru y yo llevábamos saliendo más de dos años y se nos veía como cualquier pareja feliz y enamorada en esas fotos entrando al coche de Yuzu, se desataría el infierno, como la última vez...que todo el mundo me miraría mal, que hablarían a mis espaldas, que sería terrible otra vez, pero no. Si que me miraban y me señalaban al pasar, pero ya no era con miradas de odio o desprecio, sino más bien simple curiosidad. Eso fue un cambio que tampoco me había esperado pero que me había aliviado bastante, no había estado segura de poder soportar de nuevo todo aquel calvario, así que ver que todo eso también había cambiado fue un alivio de verdad.


Con la llegada de agosto, disminuyeron las lluvias notablemente, pero aún así la mayor tiempo siempre estaba nublado. Tal era el caso de aquella tarde, que Saya estaba en mi departamento. Habíamos quedado para comer fuera y luego de aquello habíamos ido a mi departamento a tomar un poco de té, con aquel clima húmedo y frío que cubría Sendai. Hablamos de varias cosas, como siempre, las cosas con ella eran bastante fáciles, de verdad era mi mejor amiga, siempre lo había sido y la distancia, el tiempo y todo lo demás, no habían podido destruir aquello, a pesar de todo. Ese día fue la primera vez que Saya me habló de un chico que le gustaba bastante, era un chico que había conocido en el rink, y el susodicho se estaba esmerando en conquistarla de verdad, yo por supuesto, la animé a intentarlo.

Nos encontrábamos a mitad de unas deliciosas galletas de mantequilla, cuando Saya alcanzó su bolso con una mano, rebuscó algo allí y luego me extendió un trozo de papel, yo lo tomé con curiosidad, era papel grueso y pesado y la caligrafía era bastante elegante y bonita, al leerlo, miré a Saya, sorprendida —¿Cincuenta aniversario del Sendai Rink? ¿De verdad?— Ella asintió —Así es, habrá un show, mi hermano se presentará, y más tarde, por la noche habrá una cena de cóctel en el salón Sekkisei, estás cordialmente invitada, será dentro de una semana— Yo miré la invitación con una sonrisa ladina —¿De verdad crees que esté bien? ¿Nadie me mirará mal...por...ya sabes?— Saya se echó a reír y luego le dio una mordida a la galleta que había estado comiendo, negando a la vez —Claro que no, y si si, solo necesitas decirme para que eche a esa persona a patadas— Me reí también y suspiré, jugando un poco con la invitación entre mis dedos.



Al principio había estado bastante indecisa sobre si asistir o no a aquella celebración, pero al final decidí que no tenía nada que perder. Por la tarde, a las cuatro, sería el show, no estaba demasiado lejos del departamento, así que caminé, necesitaría el coche para ir al salón del cóctel, pero por lo mientras, no. Al llegar, Saya me recibió ataviada con un hermoso vestido color salmón que se ceñía a su pequeña y delicada figura, me llevó a uno de los asientos reservados en primera fila y se fue a seguir siendo la preciosa anfitriona. Si noté algunas miradas, pero ninguna fue mala, y no por mucho más de dos o tres segundos, así que me relajé bastante rápido y pude disfrutar del show en todo su esplendor. El show sobre hielo fue espectacular por supuesto, se presentaron varios patinadores, entre ellos Shun Sato y claro, Yuzuru. Éste último patinó Conticinio una vez más y yo tuve que hacer el uso de toda mi fuerza de voluntad para no ponerme a llorar de la emoción otra vez. Al terminar el show, solo pude despedirme de Saya y de Yuzu de forma bastante rápida antes de que ellos tuvieran que salir corriendo a seguir siendo los anfitriones de la celebración, asegurándoles que los vería en el salón para el cóctel más tarde.

Después de ir de nuevo a mi departamento a cambiarme y a arreglarme un poco más, estuve lista. Me había puesto un vestido ceñido al cuerpo color negro, con diamantina destellando por toda su extensión, el cabello lo dejé suelto y unos tacones de aguja me dieron el porte necesario para ese tipo de eventos. La invitación decía claramente que el cóctel comenzaba a las nueve de la noche, así que me dio justo el tiempo perfecto para salir del departamento veinte minutos antes, rumbo al salón. Al llegar al salón, mostré mi invitación en la entrada del estacionamiento, allí me asignaron un cajón para estacionar y todo, conduje hasta dicho lugar y me sorprendí de que estuviera tan cerca de la entrada a los elevadores, Saya debía de haber metido mano en ello, estaba segura. Salí del coche luego de estacionar y caminé hacia los elevadores, el salón Sekkisei estaba en el tercer piso, así que marqué aquel piso y esperé, al llegar, me recibió lo que parecía ser un mesero y me pidió mi número de mesa, yo solo le mostré el número que mostraba en mi invitación y él de inmediato comenzó a guiarme entre el gentío y las innumerables mesas. El lugar era bonito y lo habían decorado bastante bien, todo se veía muy elegante y fino. De pronto me di cuenta de que el mesero me estaba guiando a lo que parecía cada vez más las mesas principales del evento y aunque quise preguntarle, no me atreví al ver aquella mesa y las personas que se sentaban en ella...no podía ser.

Conticinio 「𝙔𝙪𝙯𝙪𝙧𝙪 𝙃𝙖𝙣𝙮𝙪」《TERMINADA》Où les histoires vivent. Découvrez maintenant