Capítulo V

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—¡¿Qué haces tú aquí?!— Danae trató por todos los medios mantenerse en su papel de enfermera profesional pero la impresión terminó por ganar la carrera y esas palabras salieron de su boca sin que ella pudiera activar antes su filtro. Se llevó una mano a la boca al darse cuenta de lo que había hecho. La que parecía ser la madre del joven japonés le miraba con el ceño fruncido, el doctor Ichijiro le miraba de igual forma, entre molesto y sorprendido, Tsukasa simplemente arqueó una ceja, haciéndole millones de preguntas con la mirada en tan solo un par de segundos, pero el que ahora sabía era el "Sr. Hanyu" solo comenzó a reír y dijo algo en japonés de lo que Danae no entendió nada. El doctor Tsukasa miró a Danae como si estuviera realmente sorprendido, Ichijiro continuó con su tarea, examinando el tobillo del japonés y la madre del mismo comenzó a murmurar un par de cosas en el oído de su hijo, como si estuviera preocupada. El Sr. Hanyu parecía hablar con ella de forma conciliadora. Danae decidió que necesitaba aprender japonés, le frustraba no entender absolutamente nada, sin embargo, se apresuró a hacer la tradicional reverencia hacia su ahora paciente y su madre y murmuró una disculpa en un torpe japonés.

Decidió que para no hacer más el ridículo, se quedaría en total silencio, simplemente observando todo lo que pasaba. El doctor Ichijiro hablaba con el paciente mientras revisaba un par de radiografías y pruebas, Danae no era ninguna experta pero pudo notar muy rápido el problema, el ligamento del tobillo derecho del chico estaba muy, muy inflamado, dañado y era realmente un milagro que pudiera patinar, se imaginaba que sería increíblemente doloroso, recordó como una vez, su hermano David se lastimó el ligamento cuando eran más pequeños y el simple hecho de caminar representaba una tortura para él, patinar sería un suplicio con el ligamento así de dañado. El doctor Ichijiro hablaba y cuando Danae fijó la vista en el joven japonés que era su paciente se dio cuenta de que ya no tenía una sonrisa en el rostro, se veía más bien...¿triste? Danae no supo descifrar aquella expresión, la madre del chico le puso una mano en el hombro y se acercó a él, hablándole en japonés como si le consolara. La recién llegada enfermera supuso que se trataban de malas noticias y es que no podía ser de otra manera, hasta ella que era una enfermera recién egresada podía decir que ese chico definitivamente no debía patinar tan rigurosamente si no quería terminar dañando su tobillo para siempre. El doctor Tsukasa y el doctor Ichijiro se enfrascaron en atender al Sr. Hanyu y Danae se limitó a observar y estar muy atenta, tratando de entender de qué hablaban tan solo por medio de la vista, no estaba teniendo mucho éxito pero al menos pudo observar como el patinador japonés al menos ya no se veía tan descorazonado como al comienzo, se le veía un poco más animado.

—Ah, hay algo que me gustaría preguntarles, dada la reacción de la señorita Roy y la respuesta del señor Hanyu ¿ustedes se conocen de alguna forma?— De pronto el doctor Ichijiro comenzó a hablar en inglés, cosa que hizo que Danae estuviera más atenta, pero lo que definitivamente hizo que se quedara un poco sin palabras fue su pregunta, ¿cómo contestaría a eso? ¿Le diría que su ahora paciente era alguien a quien ella había insultado? Danae miró al joven paciente y pidió auxilio con la mirada, si su superior se enteraba de que había sido grosera con él ¿la despediría? Sintió la bilis recorrerle la garganta cuando el dichoso Sr. Hanyu se rió un poco y atrajo la atención de todos ¿de qué demonios se reía? ¿Se estaba burlando de ella? Danae tuvo que respirar profundo para no comenzar a decirle improperios.

—Ah, se podría decir que nos hemos encontrado de pura casualidad en el rink del pueblo— Hanyu contestó, haciéndole la tarea mucho más fácil a Danae, se sintió agradecida, pero no lo iba a demostrar, todavía estaba enfadada de que se hubiera reído de ella —Ah ¿de verdad? señorita Roy ¿usted patina también?— Preguntó el doctor Ichijiro.

—Oh no, no, bueno, no profesionalmente ni nada de eso, solo...es un pasatiempo, nada más— Danae se apresuró a contestar y el doctor Ichijiro asintió con la cabeza lentamente —Entonces, espero no se ofenda Sr. Hanyu, pero estoy seguro de que todos nosotros, como su equipo médico e incluso su madre nos sentiríamos mucho más tranquilos si la enfermera Roy nos ayuda a mantener un ojo sobre usted en el periodo de tres meses del que hemos hablado ¿Que le parece eh?— Danae frunció el ceño, no entendía nada, el doctor Tsukasa arqueó las cejas, como sorprendido, la madre de Hanyu asintió enérgicamente de inmediato y Hanyu mismo solo ladeó la cabeza, como si no le agradara la propuesta pero tampoco se viera en una posición adecuada para rechazarla —¿A que se refiere con eso, doctor?— Danae de verdad no estaba captando de que se trataba todo el asunto, así que tuvo que preguntar.

—Bueno, el Sr. Hanyu no es precisamente de quedarse quieto, pero dada la pésima condición de su tobillo tendrá que tomarse un descanso, para ser más específicos, dos semanas de reposo absoluto y tres meses de rehabilitación, estoy seguro de que la Sra. Hanyu mantendrá a su hijo a raya las próximas dos semanas, pero me preocupa que en cuanto se acaben esas dos semanas, el joven quiera comenzar a practicar saltos a la voz de ya, por eso ¿no sería prudente, que tu como su enfermera pudieras al menos echarle un ojito de vez en cuando cuando se encuentren en el rink?—

—No practicaré saltos...— Hanyu habló en voz baja, con una sonrisa triste en los labios.

—Aún así Sr. Hanyu, todos aquí nos sentiríamos mucho más tranquilos, aquí es cuando agradecemos que nuestra enfermera también gusta del patinaje ¿no es así? Entonces ¿qué dice señorita Roy?— Danae ya no sabía ni dónde esconder la cabeza, estaba molesta y hasta avergonzada, no quería ser la niñera de nadie, definitivamente no; pero sabía que si se negaba sería muy mal visto, además, era su trabajo ¿podía negarse? Respiró profundo, se tragó su orgullo y su coraje y asintió —Por supuesto, lo haré— Volvió a respirar profundo mientras los doctores y el paciente volvían a enfrascarse en una conversación de la que ella ya no quiso formar parte. Volvió a ser consciente de la conversación cuando el doctor Tsukasa se despedía del paciente y le daba una señal para que ella también lo hiciera, se apresuró a inclinarse y murmurar su despedida, girándose después y siguiendo al doctor Tsukasa, dejando al doctor Ichijiro con el paciente y su madre.

Al salir de la habitación, caminó al lado del doctor que le acompañaba con la mirada perdida, estaba tan molesta, pero se sentía desdichada de igual forma, tan triste, incluso ¿deprimida? Esta no era la vida que ella quería, no la quería, daría todo lo que tenía por volver a Toronto, por ver a sus amigas, por volver a su vida como era antes, lo daría todo.

—¿...Danae?— Danae despertó de su ensoñación y su letargo, mirando al doctor Tsukasa con rapidez.

—Perdón, me quedé mirando a la nada ¿que me decía?—

—Te preguntaba si de verdad conocías a Hanyu—

—Ah...pues si, como él dijo, nos encontramos de casualidad en el rink ¿por qué?— Danae ladeó la cabeza, curiosa de su pregunta, ¿tan impresionante era conocer a ese chico? —Bueno, por lo que él dijo, no creí que tu fueras esa clase de chica — Danae miró al doctor aún más confundida, ¿esa clase de chica? ¿Qué estaba tratando de decirle?

—¿A que se refiere con "esa clase de chica"? ¿Qué dijo él? ¿Cuando?— Exigió las respuestas, ¿que iba diciendo ese chico de ella si ni siquiera le conocía? ¿Era porque le había insultado? ¿Por eso se sentía con el derecho de ir por ahí diciendo lo que quisiera de ella? De nuevo sintió el coraje hervir en su interior —Cuando tu llegaste, lo viste y reaccionaste tan fuertemente a que fuera él, él dijo "Ah, es porque es mi fan" ¿Si lo eres Danae? No te veía de ninguna forma siendo fan de alguien la verdad, sería hasta un poco extraño ¿no?— Danae entornó los ojos, sintiendo su sangre hervir de pura rabia. Respiró profundo y apretó los dientes, mientras caminaba enfurecida hacia las escaleras para ir al piso de abajo.

—Pues no, no soy su fan, no podría ser fan de ese chico ni en un millón de años— Aseguró mientras bajaba las escaleras con ímpetu, descargando su coraje contra el concreto que pisaba. Danae pensaba que lo que decía era cierto, estaba muy segura de ello, no sería fan de Hanyu ni en su siguiente vida ni en ninguna, de ninguna forma, odiaba al chico, detestaba al chico. ¿Su fan? ¡Claro! Gran chiste.









Conticinio 「𝙔𝙪𝙯𝙪𝙧𝙪 𝙃𝙖𝙣𝙮𝙪」《TERMINADA》Место, где живут истории. Откройте их для себя