—Claro que no.

Ni medio segundo había tardado Ago en contestar, cosa que sorprendió bastante a Jonás porque él llevaba todo el día dándole vueltas al tema.

—¿Y hacer eso no es un poco egoísta?

—¿Egoísta? —se extrañó Agoney—. ¿Y por qué habría de parecernos egoísta?

—Pues porque es como si prefiriera estar todo el tiempo con él y entonces pasara de vosotros.

—Bueno, es lógico —intervino Raoul—. Nosotros no pensamos follar contigo.

La mandíbula de Jonás se desencajó. Ago comenzó a reírse. Jonás no lo miró porque tenía la vista clavada en el otro gilipollas.

—Raoul. Vete a la mierda.

—A ver, Jonás... —le dijo Raoul—. Es que te estás desquiciando por nada. Vete día a día y mira a ver qué te va apeteciendo hacer y qué no. ¿Tú, ahora mismo, quieres ir a su casa y pasar las tres semanas que quedan de julio con él?

—Sí.

—Pues ya está... —resolvió extendiendo los brazos—. ¿Viste qué fácil?

Jonás suspiró.

—Sí...

—Vale, pues ahora... ¿Te tenemos que explicar algo de cómo va el tema de follar o ya lo tenéis controlado?

Ago volvió a reír. Jonás, cabreado como un mono, miró a uno y al otro y exclamó:

—¡Idos a la mierda los dos!

Hubo más carcajadas. Raoul se levantó. Le dio un abrazo que lo dejó sin respiración y, después, una colleja. Fue a por más bebida mientras Ago y Jonás volvían a hablar de Londres. Así pasaron el resto de la tarde, prepararon la cena y ya de noche, vieron una peli en el sofá.

A Jonás le apetecía escribir a Miki, sobre todo para saber si todo estaba bien después de lo idiota que había sido al negarle el beso, pero volvió a sentirse inseguro y lo dejó pasar. Miki siguió sin escribirle.

Tras una noche bastante mala, se despertó tarde. Miró el móvil para ver la hora y, al fin, respiró aliviado.

"Voy a ir a hacer compra para estos días, ¿hay algo que no te guste? ¿o que te guste especialmente? O sea, a parte de mí, claro. Que como sé que tú no me lo vas a decir ya me lo digo yo."

Jonás sonrió tanto y durante tanto tiempo que las mejillas comenzaron a dolerle.

"Buenos días, Miki."

El estado de Miki pasó a estar "en línea" al instante.

"Uy... Buenos días, Jonás. ¿Te ha gustado mi chiste? ¿Estás arrugando esa naricilla tan guapa? He pensado todo lo de la compra solo para hacer esa broma, ¿sabes?"

"Se te va."

"La felicidad, que me pone tonto. No, en serio, sí que voy a hacer la compra. ¿Vas a venirte al final?"

"Sí... No sé... Si quieres, sí."

"¿Si quiero? Llevo desde ayer mordiéndome las uñas para no ser un pesado y dejarte tiempo con Ago y con Raoul, idiota."

"Que no eres un pesado."

"Ya, eso no lo decías en octubre. ¿Paso a recogerte antes de hacer la compra? ¿Te quieres venir ya?"

"Vale."

"Vale. Me ponen tus frases de una palabra. Igual te como la boca en la sección de congelados."

LO QUE ERESWhere stories live. Discover now