XXVI

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-¿Ya podemos irnos? -Grito Sasuke desde afuera de la casa, pero la vergüenza que me hizo pasar ayer más su pervertida entrada a mi habitación le saldrá caro.- Te esperaré en la casa de Neji, me está esperando.

-¡De acuerdo! -Grite sonriendo mientras bajaba gran maleta y la arrastraba hasta la puerta que ya estaba abierta.

Suspire y sali de la casa pero antes cerré la puerta detrás mío, llegue a la casa de Neji y lo vi parado dándome la espalda.

-Hola, primo de Hinata. -Dije y él volteo.

-Te ves menos horrosa. -Dijo Neji sonriendo de lado.

-Gracias, ¿Y Sasuke?. -Dije y él se encogió de hombros.

-Corrio al señor que vende tomates frescos, oh ahí viene. -Dijo señalando al azabache quien venía con una gran bolsa de tomates.

-Bien, aquí estoy.

-¿Nos vamos? -Pregunto Neji sin dejar de sonreír.

-En cuanto Sasuke recoja mi maleta. -Dije señalando la gran maleta que tenía a mi lado.- Yo no la puedo cargar, es tan pesada.

-¿Llevarás eso? Solo son tres días, no vas a mudarte a mi casa. -Dijo Sasuke cruzandose de brazos.- Tus cosas, tú las llevas.

El Uchiha parecía decidido, mierda, eso afectaba mi plan, bien _____, muestrales el poder de la actuación.

-¿Esperas que yo lleve esa gran maleta? Hoy he sufrido un gran corte en la mano por cocinarte. -Dije mostrando mi mano izquierda vendada.- Pero da igual, sé que no te importa.

Arrastre dramáticamente la maleta fingiendo que no podía mientras lágrimas caían de mis ojos y extrañamente... yo no las había causado.

-Oye, yo puedo llevarla por ti. -Dijo Neji viéndome preocupado.

Neji podía ser muy frío pero siempre supe que detestaba ver llorar a las mujeres.

-Descuida, yo puedo SOLA, pero gracias. -Murmure limpiando mis lágrimas.- Sólo llevo lo necesario para estar cómoda, y quiera pasar tiempo con Sasuke para que no se sintiera sólo pero él no piensa lo mismo sobre mi, podría tragarme un león, vomitarme y volverme a tragar y él sólo se reiria.

-No creerás eso, ¿Verdad? No seas estúpido. -Dijo Sasuke rodando los ojos.- Es obvio que está fingiendo.

Frene mi forcejeo y lo tome de la camisa totalmente enojada.

-¿Qué estás insinuando, estúpido emo?. -Grite, ahora invadida por una ira incomprensible, mientras jalaba a Sasuke de un brazo para ponerlo frente a mí.- ¿Sabes? ¡No todos somos tan viles como tu! ¡Yo no estaba fingiendo, idiota! ¿Sencillamente era mucho pedir que cargaras una maldita maleta? ¿Crees a caso que yo puedo hacerlo sola? ¡Eres una bestia desconsiderada! No entiendo cómo es que hay tantas chicas deseando salir contigo.

-Está bien. -Dijo Sasuke separándose de mi.- En tal caso, ¿Cómo rayos trajiste la maleta hasta aquí si se supone que no la puedes mover sola, eh? -Sasuke sonrió triunfante, estaba claro que me tenía acorralada... o eso pensaba él.

Voltee a verlo con saña y dibuje una sonrisa malvada. Sabía cómo darle en su estúpido orgullo Uchiha.

-Naruto la trajo por mi, ya sabes, como él si es un hombre y tiene educación, un hombre en toda la extensión de la palabra...

En menos de cinco segundos Sasuke tenía la maleta en su espalda y comenzó caminar en dirección a su casa, esto sería divertido.

Sasuke era tan predecible… jamás se permitiría perder ante nadie, y mucho menos ante Naruto. Si el rubio hacía algo, indudablemente él lo superaría con creces. Idiota orgullo masculino… y lamentablemente sabía cómo aprovecharlo.

•••

Sasuke dejó la maleta en su habitación y fue a la cocina "En busca de agua" y apostaría mi vida a que fue en busca de algo para el dolor de espalda, abrí la maleta y sonreí al ver el contenido. Tenia cientas de pesas para piernas que le había pedido a Lee y todos mis libros, los más grandes y gordos que tenía.

A Sasuke le doleria la espalda por semanas. Sonreí al ver a Kyan desde la ventana con una maleta en su lomo, mi dulce yegua era cómplice en esto.

-Gracias, amiga, ve a coquetear con unos caballos mientras. -Dije tomando la maleta y ella se fue.

Ahí dentro tenía todo lo que necesitaría, desde ropa hasta productos de higiene, aunque... también otras cosas.

Comencé con una linda decoración femenina en su habitación para luego sentarme a leer un libro.

-¿¡Qué mierda has hecho!? -Pregunto Sasuke tirando el vaso con agua al suelo y este estalló.

Sasuke tenía la mirada desencajada mientras contemplaba lo que hace algunos minutos había sido la varonil habitación digna de un Uchiha.

Edredón rosa con unicornios plateados: Cortesía de Hinata.

Animales de peluche: Pertenecientes a Sakura.

Cortinas de tul Rosa: De las reservas de Ino.

Alfombra rosada: De mi selección personal.

Ver a Sasuke a punto de un ataque: ¡No tiene precio!

Para todo lo demás, existe el paseo de las compras.

-Pues, necesitaba estar cómoda y como tú no cooperas... -Dije señalando a habitación totalmente orgullosa.

-¿Y para eso debías afeminar mi habitación? En tu habitación no hay nada rosa y para estar cómoda no, repito, NO debes afeminar mi habitación. -Dijo él totalmente enojado, sonreí inocente y no dije nada.

-Ah, olvidaba algo. -Dije sacando una manta de mí maleta mientras se la entregaba.- Para que en la noche duermas bien.

Me tire en su cama y cerré los ojos.

-¿Para qué quiero una estúpida manta?

-Ya que dormirás en el sillon y probablemente refresque no quiero que enfermes ya que me contagiaras a mi.

-Yo no dormiré en el sillón, esa es mi cama. -Dijo él y lo mire sonriendo, parecía un niño de 6 años.

-Haz lo que quieras, de aquí no me muevo. -Dije volviendo a cerrar los ojos.

-Bien, yo duermo del lado derecho.

-De acuerdo.

-Duermo con dos almohadas por lo tanto te tocará una.

-Me da igual.

Sonreí al ver como él levantaba los trozos de vidrio totalmente enojado pero de pronto una sonrisa adorno sus labios, ¿Debía preocuparme?

-Por cierto, duermo desnudo. -Dijo y se fue dejándome petrificada, era una broma... Tenia que ser una broma.

No quería despertar en medio de la noche tocar algo extraño y notar que le había metido mano a Sasuke, definitivamente no.

Suspire y salí en busca de él, ya tenía hambre.

Sempiterno || Sasuke Uchiha y Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora