mi manzanita verde// luke hemmings & shrek HOT #FicCringe

prólogo.

—¡Luke, ya te dije que dejaras de pensar tanto en esa cosa verde!—me dijo mi mejor amigo Michael, sacándome de mis pensamientos. No sé por qué el no me entendía... siempre lo había hecho, pero al parecer todos en la banda me dieron la espalda y no comprenden mi gran amor—Tenemos un álbum por el cuál trabajar, si sigues así, ¡adiós croquetas para Petunia!

Ignorándolo, blanquee mis ojos, saqué mi celular para mostrar una foto de Shrek acompañado con burro.

—Osea, ¿puedes creer que burro haya estado tanto tiempo con mi poderosisimo Shrek, y aún así se haya ido con esa estúpida dragona? Él si que es estúpido, que bien, más para...

—¡Ya basta, me largo!

Michael se levantó muy indignado y golpeó la puerta del Starbucks al salir, todos aquí estaban viendo la escena. Cogí mi Iphone 11, ví la imagen de mi Shrek en el fondo de pantalla, y blanquee los ojos. Michael no sabe de lo que estaba hablando. Salí del restaurante con mi café en mano, atravesando los taxis amarillos de New York, era un día lluvioso, e iba a llegar a mi penthouse para ver una película de Shrek y quedarme en cama. Los días lluviosos eran los mejores.

Cuando llegué, me quité lo que traía, algo muy simple, fue lo primero que saqué de mi closet. 

Y me dispuse otra vez a volverme a vestir con algo un poco más cómodo, ya saben, no soy como todos lo demás que sí se esfuerzan en vestirse bien, no; yo soy un desastre con patas. Esto fue lo primero que encontré.

Saqué mi Macbook y puse de nuevo las películas de Shrek. Película 3, minuto 23:42. Esa era mi escena favorita. Me acomodé en mi sofá, tenía hambre. Pedí pizza. Llegó la pizza. Me comí la pizza.

Me iba a quedar dormido cuando empiezo a recordar todo es como esta bella aventura en mi vida comenzó. Cuando mi vida dio una vuelta de 360° y nada volvió a ser igual.

Una vez estaba viendo establecimientos de Starbucks más cercanos, ya que dentro de poco iba a ser el cumpleaños de Ashton, e íbamos a organizar una fiesta. No sé como explicarlo, pero la televisión se encendió de la nada. Ignoré el suceso, y seguí en mi búsqueda, volví a apagar la tele. Así pasaron sucesivamente como 3 veces más, hasta que dejé se quedara encendida, blanquee los ojos e hice una mueca. Y ahí apareció. Shrek 1. Sentía como Shrek se me quedaba viendo, como él, tan bronceado, alto y guapo; me volteaba a ver a mí, que soy horrible. ¿Cómo él, que era tan perfecto, me volteaba a ver a mí? La película seguía y seguía, yo no dejaba de abrir los ojos como platos... ¡Shrek me estaba tratando de comunicar algo! Dejé la película reproduciéndose, mientras buscaba en mi gran biblioteca libros de Shrek, y cuando los empecé a ojear, ví que había una leyenda.

"A las 3am, si notas que tu televisor o un aparato donde se puedan reproducir media de Shrek, es porque él te está probando. Está probando si eres apto para ser su alma gemela, la otra mitad de su manzanita verde, y si te puede llevar a tu pantano. La forma de saber si él te ha aceptado... Es porque en cualquier momento, sentirás unas manos rodeando tu cintura, y tus manos se comenzarán a ponerse verdes. Después de eso, debes de irte a dormir, decir el nombre de Shrek dos veces al revés, y pon atención a tus sueños. 

Muchos no salen de vida de esto. Suerte si tú lo haces."

Y cuando muy asustado cerré ese libro, repentinamente sentí unas manos a mi alrededor. Abrí los ojos como platos, y corrí a mi cama. Quería vivir en el pantano con Shrek. Así que rápidamente me metí entre las sábanas, y ví mis manos verdes. Joder, esto estaba funcionando. 

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A la mañana siguiente, había caído en un sueño profundo y placentero. Me levanté con la luz del sol y el canto de los pajaros, detestaba las mañanas. Pero recordé la noche anterior.

No había pasado nada. 

No estaba mi shrek, no estaba mi otra manzanita... mis ojos se empezaron a cristalizar inexplicablemente, quería huir, me sentía un estúpido, había caído en sus mentiras. 

Cuando de pronto, de la nada, él estaba ahí, con una toalla envuelta alrededor de la cintura, saliendo del baño de barro.

—Hola, nene.