Promesas

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Bueno bueno!!! Regalito para celebrar el día del amor y la amistad! Felicidades amores!!!

💋

Capítulo 16
¿Qué es una promesa para un ser eterno?

En ocasiones es difícil decidir entre lo que debemos hacer y lo que  deseamos. Las personas, los deseos, las acciones, son entes de cambio a medida que los años pasan. Para un ser humano, el proceso de pérdida y cambio, es difícil, mas no desalentador. El período en el cual pierdes se extiende a un máximo de 80 o 90 años. De todas formas, constantemente estos tienden a aferrarse a circunstancias, personas y sueños. Para un vampiro la vida se vuelve un constante cambio. Soltar para volver a empezar de cero. Y en ocasiones, no tienes más alternativa que dejar incluso eso a lo que empiezas a acostumbrarte.

Estuvieron sentadas en la alfombra, acurrucadas en el sofá o recostadas en la cama durante varios días. Lena y la pequeña rubia. Luthor le hacía dos adorables trenzas todos las mañanas, e intentaba animarla aun cuando los ojos azules  se veían apagados. La pequeña había intentado convencerla para ir a buscar a sus padres, pero Lena solo pudo explicarle que había enviado ayuda hacia ellos, pero debían ser pacientes. No lo había hecho en realidad, pero no podía decirle eso a la chica de dorados cabellos.

-¿Como te llamas cariño?- le preguntó la primera noche.

-Kara.- había replicado la rubia y a Lena le tomó dos segundos entenderle porque había hablado mientras tronaba su nariz e intentaba secarse las lágrimas con el borde de la camisa que le había colocado la ojiverde.

-Yo soy Lena...- respondió Luthor acariciándole las húmedas mejillas.

Estaban delante de la chimenea. La mañana comenzaba a clarear. Algunos pajaros en la distancia cantaban su alegría al nuevo día. La pequeña había quedado dormida parte de la madrugada luego de haber llorado por minutos. Había despertado asustada y la ojiverde tuvo que abrazarle. Por suerte había tomado algo de sangre hacia algunos minutos y su cuerpo se sentía bastante cálido. La rubia se habría abrazado a ella como si fuese lo único que le quedaba en la vida.

-Gracias por cuidarme, Lee.- susurró la ojiazul con el inocente rostro escondido en el pecho de la vampiresa.

La ojiverde besó su frente, acomodando su cabello con sutileza. La pequeña había comenzado a llorar en el preciso momento que abrió sus ojos. Era ese el motivo por el cual aún sus mejillas se hallaban manchadas con lágrimas. Lena nunca antes había consolado a un ser tan pequeño e indefenso. Sintió un intenso deseo por cuidarla; por no permitir que ningún mal viniese sobre la chica de dorados cabellos y azules ojos, tan hermosos como el cielo que ella había contemplado por tanto tiempo.

-Lena... ¿vas a quedarte conmigo, siempre?- le preguntó la niña una tarde mientras estaban tendidas sobre la cama de madera y edredón blanco.

La cabeza de Kara se hallaba sobre el pecho de Luthor, quien deslizaba sus dedos por su cabello. Habían pasado dos semanas y algunos días. La pequeña había dejado de llorar por sus familiares, pero no cesaba de preguntar por ellos. Lena se encontró diciendo una mentira tras otra. No deseaba que la rubia sufriese. Era evidente que sus padres estaban muertos. La ojiazul no entendería otra explicación diferente a qué los oficiales estaban ayudando a sus papás. Luthor le mentiría toda la vida si así conseguía mantenerla tranquila y sonriente.

-Para siempre es demasiado tiempo, cielito.- susurró la ojiverde mirando hacia abajo.

La pequeña levantó de inmediato su mirada. Sus ojos azules lucían preocupados. Lena mordió su labio inferior, meditando si debía mentir nuevamente. Una mentira o mil; no había gran diferencia. Kara había imitado a la vampira: atrapó graciosamente su labio inferior haciendo sonreír a la ojiverde. La pequeña era adorable; aún más cuando intentaba elevar una de sus cejas y fallaba miserablemente.

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