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Hacía varios meses que había llegado a las Islas Canarias y no podía estar más enamorada del paisaje y de mi pequeño hermano Jack, quien había nacido unas semanas después de mi llegada. Todo iba de maravilla, mamá y papá no dejaban de demostrarme su amor desde que había pisado el aeropuerto y yo, recibía con gusto todas las muestras de afecto de las cuales había sido privada durante estos años. El tío Dominic vivía junto a Elena, una policía que los había ayudado cuando estuvieron en Rio de Janeiro, y se los veía felices; ambos se entendían a la perfección ya que los dos habían perdido a lo que creían era el amor de su vida.
Volteé a mi izquierda y sonreí. Estaba junto a mis padres y mi hermanito sentados en el frente de nuestra casa disfrutando del sol, momentos como este los había soñado una y mil veces y por fin se hacía realidad.
— ¿Qué te parece esto? — dijo papá dándole al bebé un sonajero con forma de animal.
— Le gusta. — comentó Mia, mi mamá, con una sonrisa.
— ¿O quieres esto? — habló ahora O'Conner, pasándole un auto de juguete. Un Nissan Skyline como el que yo usaba en Los Ángeles, con la diferencia de que este era de color azul. — Si, lo supuse. — acotó con una sonrisa cuando Jack lo tomó con sus manitos. Mamá y yo reímos levemente. — Ese es mi niño. A ver como vuela este. — dijo mientras tomaba y lanzaba un avioncito de papel que yo había hecho unos minutos antes.
El pedazo de papel doblado hábilmente voló unos metros para luego estrellarse contra la acera de la entrada. Justo en ese instante se escuchó el ruido de un auto, el cual aparcó un poco antes de pisar el avión.
— ¡Tío Dom! — exclamé y me levanté rápidamente para ir a abrazarlo mientras él bajaba de su Dodge Challenger SRT8. {*1}
— ¿Cómo está mi princesa? — cuestionó con una sonrisa.
— Muy bien.¿Y Elena? — pregunté mientras me agachaba a recoger el avioncito de papel.
— En casa, envía saludos. — contestó y le sonreí. — Hola Jack. — dijo agachándose frente a mi hermanito.— ¿Ya estas promocionando autos importados? — le preguntó en broma a mi papá mientras miraba el juguete.
— Dile "Papi no está promocionando nada". — respondió Brian mirando al bebé y yo reí. — Él escogió el auto. — aseguró mirándolo a mi tío ahora.
— Sabemos que es un O'Conner, pero...te traje algo, Jack. — comentó entregándole un auto de juguete, como el que él conducía, y el niño lo agarró. — Si, también es un Toretto. —
— No lo sé. — acotó mi padre y ambas féminas reímos.
— Tiene un par de años más para decidir, ¿verdad? —interfirió mamá y yo estuve de acuerdo.
