🍷IN THE SHALLOW🍷

CAP 13 AMIGOS

-Necesito que me regreses el favor que te hice en la Universidad, Anthony. -Chris se aseguró de cerrar bien su oficina antes de hacer aquella llamada, todos los empleados habían estado apurados preparando todos los detalles para el lanzamiento de un nuevo producto dentro del viñedo y no habían dejado de tocar a su puerta ni un sólo segundo.

-¡Wow! No Creí vivir tanto como para ver el día en el que Christopher Rogers cobrara un favor. Soy todo oídos amigo. -Le respondió el moreno del otro lado de la línea en un tono bromista.

-Toma nota, esto quizá sea lo más importante que hagas en toda tu carrera y por lo mismo necesito toda tu discreción, te lo pido de amigo a amigo. -Aquellas palabras causaron que Anthony se alarmara en su asiento y enseguida tomará una posición más formal.

-No necesitas pedirlo, Chris. Dime que necesitas. -Le dijo en un tono preocupado y serio.

-Necesito que averigües quien fue el doctor que llevó el seguimiento de la enfermedad que acabo con la Sra. Virginia Romanova y me consigas su expediente médico. -Fue claro, directo y conciso con su amigo quien se quedó en silencio un momento.

-¿Hablas de la difunta esposa de tu jefe, Robert Stark? -Quiso confirmar sorprendido antes de decir cualquier otra cosa.

-Si... -Le susurró el rubio, pensando en que quizá aquello era una completa locura, habían pasado 15 años, las posibilidades de que el Doctor que atendió a la madre de Nat siguiera vivo eran casi nulas.

-De acuerdo, pero deberás ser paciente. Este tipo de investigaciones llevan tiempo, pero usaré todos mis recursos para conseguir lo que necesitas. -Le explicó muy seguro de si mismo, dejando más tranquilo al rubio tras la línea telefónica.

-No sabes cómo te lo agradezco... Anthony, será el acto más noble que hagamos en toda nuestra vida. -Suspiró Chris dejándose caer sentado sobre la silla detrás de su escritorio para después aflojarse un poco la corbata que comenzaba a restarle aire.

-Ese suspiro se debe a una chica... ¿Cierto? -Sonrió Anthony con curiosidad de saber de quién se trataba.

-Una amiga, la mejor de todas... -Le dijo simplemente, dejándolo con la duda.

-Bueno, me gustaría hacer más grande mi interrogatorio, pero debo comenzar con tu encargo. ¿Algo más que necesites, amigo? -Le preguntó antes de colgar.

-Si... Podrías investigar a la Sra. Elena Belova... Sólo quiero saber quién fue antes de llegar a la familia Stark... -Le dijo con firmeza, creyendo por un segundo que quizá estaba exagerando.

-Dalo por hecho...

-Gracias Sargento Wilson... -Le dijo Chris en tono aliviado.

-En cuánto tenga algo te lo haré saber al momento, la comisaria ha estado algo desolada, así que será entretenido ayudarte. -Le respondió Anthony para después de despedirse y colgar la llamada.

Chris colocó su celular sobre su escritorio para quedarse pensando a brazos cruzados sobre su silla por varios minutos hasta que el recuerdo de la noche anterior sacudió su cabeza, robándole una enorme sonrisa de su rostro de bobo... El rubio tomó su celular y fue directo a la galería de fotos, buscando la última fotografía que había tomado con el... Rogers memorizó cada detalle de ella, no sabía si era su locura o falta de horas de sueño controlándolo, pero podía jurar que aún sentía la fragancia dulce a fresas de Nat impregnada sobre todo su cuerpo...

Chris cerró sus ojos y recargó la cabeza sobre el respaldo de su asiento, viajando a la maravillosa noche que había pasado junto a Nat, recreando el recuerdo de su primer beso, de sus cuerpo hechos una sóla respiración bajo las sábanas de su cama... La suavidad de su piel, de sus labios y la preciosa risa infantil y seductora que inundaban sus oídos y llenaban su corazón de ternura. Moría por ir en ese preciso momento hasta su casa y envolverla en sus brazos, sentir el calor de su cuerpo, quería llenarla de beso y decirle cuan importante se había vuelto en su vida... A pesar de que no llevaban mucho de haberse reencontrado, podía sentir en su pecho que el tiempo se había detenido para ambos, enfrascando ese amor puro que había nacido en ellos cuando eran niños, guardando todo lo que cada uno sentía por el otro. Así hubiesen pasado 15, 20, 40 ó 3000 años de no verse... La amistad que una vez se juraron seguía intacta y seguiría así para toda la vida.