Capítulo 10

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Era increíble lo que Ji me hacía hacer. Primero me dejo papeleo para que pudiera entender esto del BDSM con más claridad. Y obviamente lo entendí así. 

“El BDSM no es lo que lees en los libros. Es completamente diferente…” pero, ¿Qué tan diferente puede ser?

Entendí que el BDSM es una cultura que solo algunas personas entienden y comparten… también es un estilo de vida. No sé porque en ese momento me dieron ganas de ver a Lion. 

Esperen, si Ji es un amo… ¿Tendrá un nombre que lo diferencie dentro de la cultura que practica? Aun no me ha dicho el porqué lo eligió. 

-Buenas tardes. –alce la vista y lo veo ahí. Parado en mi puerta… sonriendo.

-¿Por qué sonríes como baboso? –le doy mi bienvenida. 

-¿Has estado estudiando? –apunta con su mentón y entra. 

Veo a mí alrededor y sí. He estado estudiando. Después de desayunar, pase dos horas ahí, en la isla de la cocina. Después de eso me cambie al living y puse todo lo que encontré en el suelo y el note sobre la mesa de centro… además de café y algunas galletitas.

Esperen, ¿Cómo es que tiene llaves de MI apartamento?

Ji se acerca y besa mi frente… también toma MI taza vacía y va a la cocina. Lo veo que camina muy libremente por MI cocina, toma otra taza y se sirve mocka… incorpora MI taza y me sirve del mismo. Luego viene conmigo y se sienta a MI lado.

Sonriendo.

-Gracias. –le digo cuando deja el mocka donde estaba. -¿Podrías decirme que te pasó?

-Golpee a Dante. –abro mis ojos.

-¿Qué hiciste qué?

-Lo golpee. –bebió un poco de mocka. –Hoy en la cafetería hizo una escena… -solo lo quede observando mientras él acariciaba mi cabello. –La escenita fue por ti. Pero lo ignore… cuando dijo que eras la zorra más exquisita en la cama, no dude en golpearlo.

-¿Por qué dijo eso de mí? -¿Reacción? No reaccioné de inmediato… o será que la caricia de Ji me relaja.

-Cobre lo que te había hecho. 

-Espera. –me aleje de él. -¿Cómo comenzó todo? No pudo haber dicho eso de mí así como así. ¿Qué le dijiste? –oh sí, mi reacción viene.

-Bueno. Saliendo de clases nos encontramos en los pasillos. Fui hasta mi oficina y me siguió. –asentí. –Me dijo que te seguiría buscando y que él estaba seguro de que regresarías con él. –amo la capacidad de Ji para relatar todo tan pacíficamente y sobretodo, manteniendo ese tono tan sensual. –Le comenté de que no lo harías porque estabas conmigo. –volví asentir. –Con eso se enojo. Y lo ignoré cuando comenzó a decir que haciéndote lo que te hacía antes volverías con él. –pase saliva. –Luego hablaremos de ello. –me advirtió. –Camine por los pasillos con él detrás y casi gritando… me iba a encontrar con Miranda en la cafetería y cuando ingresamos dijo eso de ti. Lo golpee tres veces… o cuatro, no recuerdo. Solo me cobre por lo que te había hecho… lo del oral y por obligarte a tener sexo en tu período. Además de lo que te dijo. 

-Bueno, gracias. –rasqué mi cabeza. -¿Por eso estas feliz?

-No. El director de la escuela me dijo que por haber hecho eso delante de los alumnos y por decir malas palabras… 

-Te despidieron. –me adelante.

-No. Soy bueno en lo que hago, no van a dejarme ir así como así. Solo me dieron hasta el lunes.

-¿No irás hasta el lunes? –pregunté.

-Exacto.

-Ah. ¿Y por eso estas feliz? –volví a rascar mi cabeza. 

Diario de una aprendizWhere stories live. Discover now