Capítulo 18

771 32 3
                                    

Ni Gaho ni yo pudimos dormir bien por culpa de blue... ¿Cómo es posible que un gato pequeño arruine nuestro sueño?

Bueno, blue arruinó el sueño de Gaho y él arruinó mi sueño.

-Gato muy pequeño serás pero jodes por diez. –digo cuando se acurruca a mi lado. Me gusta cuando ronronea, el pobre de Gaho también se acomoda. –Lo lamento por los dos, pero deben convivir, tú eres el mayor así que debes dar el ejemplo. –cuando miro la cara de mi amigo perruno, es como si viera la cara de Ji Yong cuando me frunce los ojos.

¿Será verdad que las mascotas se parecen a sus dueños? De la nada recuerdo mi teléfono celular que por "equix" motivos olvide. Así que me levanto a penas para encontrarlo. Y cuando lo veo en la mesa del comedor siento dolor de estomago por mirar la pantalla.

Un hombre fue estricto conmigo diciendo que le avisara cuando estuviera en casa. Y como mujer despistada que soy, lo olvide por completo.

Presiono el botón para encender la pantalla y llamadas perdidas, buzones y mensajes por parte de Kwon Ji Yong. Omitiré el número exacto de cada uno. Pretendo llamarlo, pero su nombre aparece en mi pantalla una vez más.

-¡Buenos días! –saludo de buena manera. Supongo que debe estar enojado.

-¿Dónde demonios has estado Ann?

-En tu casa. Olvide llamarte anoche, jugué con Gaho toda la noche y nos quedamos dormidos.

-¿Dormiste con Gaho?

-Si.

-¿En mi cama?

-Hacía un poco de frío. No iba a dejarlo afuera Ji Yong. –miro de reojo la lata de atún... frunzo mis ojos y omito que encontré un gato en su patio. -¿Cómo has estado?

-Preocupado.

-Estoy bien, estamos bien. Gaho duerme aun.

-¿Y tú que haces despierta tan temprano?

-Siquiera sé que hora es. Pero intuí que algo se me había olvidado, y cuando veo tu nombre en mi pantalla del teléfono recordé qué había olvidado.

-Eres una mujer bastante despistada Annie.

-Lo sé, me lo dije a mi misma hace poco. Oye... -dejo un leve silencio. -¿Te fuiste a Seúl a encontrarte con tu amiga, la que lee tus escritos antes de publicarlos?

-No. Ella vive en Italia.

-¿Italia?

-Pensé que la encontraría aquí pero me dijo que hace unas semanas se radica allá. –eso ha dolido. -¿Ann?

-Disculpa, tengo algo que hacer. –corté y corrí a la ducha. Doy el agua y espero a que corra el agua caliente. ¿Por qué me ha dolido eso? Me molestó.

¿Por qué?

Escucho que mi teléfono suena una y otra vez pero lo ignoro por completo.

Además pienso que es un maldito idiota, si quiere estar alejado de mi porque insiste saber cómo estoy y en dónde.

Es un idiota.

*****

-¿Segura que lo encontró en su patio? –el veterinario sigue cuestionándome. ¿Acaso tengo cara de ladrona? ¿Ladrona de gatos?

-Si. –digo una vez más. –Mi perro le ladró cuando escuchó movimiento en mi patio, fui a ver qué era y lo encontré. De seguro es de alguien por ahí, pero nadie ha dado aviso.

-Es difícil que estos gatos se encuentren de la nada. –dice observándolo. –Su pelaje es muy fino y se nota que esta cuidado y alimentado.

-Le di de comer ayer que lo encontré y le di un baño. Apestaba y estaba sucio. Era como aceite de vehículo que tenía pegado. Lo traje para saber qué tipo de gato es y a lo mejor sabe cuanto tiempo tiene.

Diario de una aprendizМесто, где живут истории. Откройте их для себя