Capítulo 14

1K 46 5
                                    

Definitivamente no sabía como reaccionar. Se supone que soy sumisa y siquiera puedo hablar, solo cuando Ji me ordene.

Pero ahora, necesitaba hablar.

-De casualidad, ¿Sabes que no debes hablarle a la sumisa de otro? Lleva un anillo. –dijo Ji.

-Lo sé. –comentó Lion. –También soy amo. Y me extrañaba verla sola. Me preocupe un poco.

-Puedes irte. Ya estoy aquí.

¡Santo cielo! ¿Cómo es que ahora no puedo hablar? Antes, nadie me silenciaba.

-Amo Ji... Dragón, permiso para hablar... -dije recordando un texto que había leído.

Alce la vista sin la mínima intención de hacerlo enojar más de lo que estaba. No sabía, al menos nada de cómo actuar en una situación así.

-Puedes hablar. –oí.

-Amo, él es un amigo. –la mirada de Ji se intensificó más y me mató. Fuego le salían... -Amigo, su nombre es Lion. ¿Recuerda que hablé de él hace un tiempo atrás? –paso levemente su mirada por Lion y nuevamente volvió a mirarme.

-¿Lion? –asentí lentamente mientras que con mi mirada trataba de decirle que se calmara. –Ya veo tu preocupación. –de la nada una sonrisa le salió. –Gracias Lion. –el nombrado frunció su entrecejo, hasta yo me extrañé. –Pero, ya estoy aquí.

-No pasa nada. –él solo me vio y se retiro. Ji se sentó y me entregó un vaso.

-¿Estas loco? –dije.

-No hables hasta que te lo ordene. –rodeo su brazo detrás de mi espalda y la dejó ahí, bebía de su vaso sin mirarme.

De momento solo miraba a mí alrededor sin fijarme en nada, miraba pero no veía. Escuchaba pero no oía. Toda mi atención y todos mis sentidos estaban atentos a Ji, sabía de antemano que de verdad estaba enojado, al menos, creo que quedó en ridículo por haberse enojado, o quizá no.

Mi mirada estaba perdida, sabía que al pensar hacía caras y muecas...

-Bebe de tu trago. –Ji alzo mi vaso pero no me miró, al menos no me miraba. Estaba actuando como yo.

-¿Amo? –alzo sus cejas en señal que estaba atento. Pero fruncí mi entrecejo. -¿Amo...? –volví a decir, no quería una respuesta no verbal.

-¿Si? –dijo cerrando los ojos.

-¿Sería capaz de follarme aquí? –con esa pregunta conseguí que me viera. –Es un amo y necesita sacar su enojo. –pase saliva.

-No estoy enojado. –mencionó pero su vista no estaba en mí. Hablaba evitando mirarme.

-¿Amo? –me miró. –Por favor... -tomé aire, disfrutaba verlo... -¿Desea besarme? –apretó sus labios y ese gesto me gustó.

Se dedicó a observarme y sonrió.

-¿Quieres que te folle frente a todos? –negué. -¿Neón?

-No. Aquí... solo nosotros. –y su expresión hizo que me excitara completamente. Mi entrepierna, ¡Santo cielo! Había perdido el control de mi cuerpo por completo. Sabía que estaba excitada, sabía y quería que Ji me follara ahí mismo.

Si estoy con él en un lugar así no me importaría nada. Siquiera que otros se dedicaran a verme mientras él me esta follando. Mis ojos y mi cuerpo estarían completamente en él.

-Confío en ti, amo.

-No aquí Ann. –tomó mi mano y me halo, me arrastró a la salida y justo el ascensor tenías las puertas abiertas. Entramos y...

Diario de una aprendizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora