Capitulo III

65 6 0
                                    


Puedo recordar la frialdad que pasaba bajo la lluvia, tendido en las bolsas de basura mientras veía las gotas caer desde el cielo como lagrimas sin control, quería pensar que Dios se lamentaba de mi, o quizás los ángeles lloraban por mi desdicha.  Mi mente maquinaba mi propia consolación para evitar la realidad, si muero.. nadie llorara por mi, nadie estará solo ni sentirá vació. Eso pensaba,— Uh.. —pero ese paraguas se extendió y mis orbes por fin se desviaron del nublado cielo, viendo a una mujer que prefirió empaparse por un extraño, la única persona-entre las miles que pasaron- que se detuvo para ayudarme. 

Si me pasara algo, se que abra alguien ahí para llorarme. 

Si me pasara algo, se que hay alguien ahí afuera capaz de mover cielo, mar y tierra para encontrarme. 




Nunca olvidare a Ginny "Cherry" Cavill, siempre tendré en mente su maldito nombre. Esa sucia zorra, ha logrado sacarme de Engel.. ¡maldita rabia! pero ¿que puedo hacer ahora? no mucho, solo desayunar en la cama mientras que esa puta robot no deja de sonreír y estar perfectamente parada. ¿Que carajos es, porque no sabe poner otro maldito gesto? me da miedo. 

Quien debería darme miedo es su jefe pero sorprendentemente estoy "tranquilo" sobre el. Escucho los pasos desde el pasillo y veo como Ahren vuelve entrar, viendo satisfecho como llevo la estúpida sortija en el dedo. Si, su nombre es Ahren, Ahren König. 

Y resulta ser que es el capo de capos, el rey de la mafia.

 — Suena bastante estúpido rey de la mafia —digo sin rodeos, llevo a mi boca otro pedazo del huevo estrellado. 

Ahren ríe y se rasca la voluminosa barba, toma asiento en la orilla de la cama— Tienes razón, es un apodo bastante estúpido. 

  ¿Entonces porque dejas que te llamen así, o realmente existe un trono? —cuestione un poco curioso, viendo burlonamente al hombre que dice llamarse Ahren König.

— Excelente pregunta, —responde y recarga la mano en el colchon— no existe tal tontería como un trono. Lo mas cercano.. seria mi maldito retrete. 

— Ja, ¿es joda? 

— No, es enserio. 

— Explícate. 

— El miedo es la respuesta, —lo miro confundido— ellos vuelven el miedo su costumbre.. yo soy el miedo, el Capo di tutti capi, boogeyman, rey.. me llaman de muchas maneras. El terror que infundo.. provoco que ellos mismos crearan el trono en sus mentes, una costumbre que se ve reforzada con el pasar de los años. 

¿Que mierdas puede hacer un tipo que coge bien y se ve muy carismático? bueno, quitando el hecho de mi secuestro. 

— Solo soy un hombre que controla un sindicato, puedes verme como el matón que tiene trabajando para el a otras organizaciones criminales, el niño malo que va y les quita sus cosas, que les obliga a trabajar sin cesar porque no me gustan los contratiempos. Solamente soy un hombre.. que disfruta de imponer orden. No es tan difícil de entender. 

— Espera ¿cuantos trabajan para ti? —cuestiono— mejor dicho.. ¿cuanto es tu alcance? 

— Tienes muchas preguntas. 

— No pareces un asesino. 

— Parecer y serlo son cosas que rara la vez coinciden ¿no lo crees? 

— ¿Y lo eres?

—¿Crees que estoy en una casa de seguridad para pasar el tiempo? —realmente este tipo debe ser buscado por el mundo entero— pero no es como si la justicia absoluta existiera. Al fin y al cabo, ¿quien crees que vende armas o drogas para la guerra, el que entrega información de vez en cuando para que esos policías muertos de hambre tengan que entregar a los periódicos, el que satisface los bajos deseos de los poderosos con sus redes, el que promueve campañas? seré todo lo que quieras —ensancha la sonrisa con mucha gracia— pero esos tipos si que son unos verdaderos hijos de puta. 

ESCAPE PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora