Capitulo I

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Joven y hermoso, la idea de envejecer me puede llegar asustar. Si pudiera pedir lo imposible, eso sin duda sería nunca envejecer. Es gracias a este rostro que soy alguien, al menos para las personas que están en el mismo hoyo. No culpo a Dios por haber nacido en el lugar y con la familia equivocada, es el azar de la vida, uno intrigante y que no conoce distinciones. He tenido distintos nombres pero Kyle Woods es mi mejor faceta.

— ¡Vuelve aquí! —ok si ignoramos al tipo que me persigue con un bate y mi desnudez en la calle, les juro que es mi mejor faceta. Digo, se que las mujeres y donceles casados son aventuras peligrosas pero me encanta la adrenalina. Puedo ver al final de la calle un automóvil conocido y esbozo una gran sonrisa.

Giro el torso sin dejar de correr, simulando una llamada con mi mano— ¡Dile a tu esposa que me llame! —y esquive el bate que me lanzó, la ventana del carro polarizado se bajó y yo como buen atleta me metí de un brinco y antes de que ese hombre pito chico (a palabras de su esposa, claro) pudiera jalar de mis greñas el carro arranco. Respiro profundo, recordando las pequeñas pero lindas tetas de esa mujer, ¿cuál era su nombre? tal vez Patty, o Pato, ¿pato, quien carajos se llamaría Pato? si, debe ser Patty. Entrecierro los ojos, quizás Marisol.

— Gloria está enojada —de solo escuchar al chófer me dan ganas de bajarme pero estoy desnudo, y Gloria se enojaría mas si me saca de una comisaría. Pongo mis brazos sobre el ápice del asiento, sentándome a mis anchas, y doy mi mejor sonrisa.

— Eres impecable Terry, siempre en el lugar indicado para salvar mi pellejo.

— Si dejaras de romper las reglas tal vez tendría menos trabajo —seguro que si.

Soy un prostituto, si, de esos hombres que te abren las piernas y pueden fingir que les haces el mejor follon de sus vidas. Pero tengo clase, o al menos en cuestión de trabajo. No soy de los tipos en las esquinas o con un proxeneta de quinta. Soy Kyle Woods, cortesano de la prestigiosa casa de placer Engel, y aunque me duela decirlo.. el segundo lugar en los empleados. Si, hay una pequeña zorra que obstaculiza mi merecido primer lugar.

Cole es un doncel elegante y hermoso, con un cuerpo frágil y aura de mírame pero no me toques a menos que puedas pagar lo suficiente. Canta y toca instrumentos, incluso se cuelga en el aire con telas, es la idealización de un doncel de buena categoría ¡y eso no significa que yo no lo sea! mi encanto es superior y poco valorado por esos vejetes que eligen a Cole.

Si, soy doncel, un poco zafado pero buen muchacho. No tengo un cuerpo frágil, no estoy mamadisimo pero si tengo un cuerpo atlético, y puedo ser el de arriba o el de abajo, tengo un pene de buen tamaño y un rostro elegante creo que lo único elegante que tengo. ¡Oh y soy contorsionista! eso me ayuda mucho en mis shows.

— ¿Correr desnudo, en serio? —en Engel tenemos nuestro propio gimnasio y spa privado, estar en forma es primordial al igual que el cuidado estético. Levanto mi torso, con ambas manos en la cabeza y dando pequeñas vueltas a ambos lados. Eva está sentada encima de mis piernas, asegurándose de que no las mueva.

Eva es más joven que yo, firmo un contrato especial de seis años. Debo admitir que Eva es una adquisición especial, un buen cuerpo con las proporciones adecuadas. Pechos y trasero estándar, silueta de encanto y por supuesto es holandesa. Me da risa como aun no pierde su acento, apenas lleva dos años en Engel.

— Te juro que casi escucho el "sí, este soy, te preguntarás cómo llegue aquí bueno esta es mi historia" —el esposo de esa mujer quería matarme a batazos, osea solo me cogí a su mujer, no iba a casarme con ella.

— A este paso Gloria te echara —eso es imposible querida, está escrito en el génesis ¿o como se decía?

— Te aseguro que no, además, me encargo de decirles a mis polvos donde encontrarme. Prácticamente le hago propaganda al burdel, deberían darme un aumento.

ESCAPE PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora