83.

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Capítulo 83.

-Niall ¿Y si mejor lo dejamos para otra ocasión?.—le pido mientras siento sus exquisitos labios por mi cuello.

-Shhh haz silencio.—me pide.—Tus padres deben estar durmiendo.—me dice mientras comienza a subir lentamente mi camisón de tirantes.—hiciste bien en ponerte este pijama.

-¿Gracias?.—estoy nerviosa, aterrada, temo por nosotros si es que mis padres se llegan a enterar.

Recostada sobre la cama y con niall de rodillas entre mis piernas, observo como sube mi camisón hasta dejarlo a la altura de mi estómago. Por unos segundos él observa mis bragas y sonríe.
¿Qué? ¿Acaso nunca haz visto bragas con diseños de ovejitas?.

-Encantadoras.—Murmura cuando desliza las yemas de sus dedos sobre la tela de mi calzón. Haciendo que la parte más íntima de todo mi cuerpo se contraiga de puro placer.—Siempre me sorprendes.

-¿Porqué?.—le pregunto con la voz entrecortada. El alza la vista y me mira.

-Adoro tu ropa infantil.—dice al mismo tiempo que comienza a tocarme por sobre la tela.—Aunque en el fondo, seas todo lo contrario.

¿Porqué su voz es tan caliente?.

-Ah.—me atrevo a gemir y él se detiene. Quiero protestar.

-Quedamos en que no haremos ruido.—me dice serio y yo asiento.—puedes morder una almohada si quieres.—bromea y no puedo evitar sonreír.

-No te detengas.—le pido alzando mis caderas. Él sonríe.

-Ah, ¿estás exigente?.—susurra al mismo tiempo que se levanta un poco para depositar su cuerpo sobre el mío, pero sin quitar su mano de mi feminidad.—¿te gusta ésto?.—pregunta sobre mis labios.

Solo puedo asentir cuando siento su mano meterse bajo mi braga y sus dedos que comienzan a estimular el centro de mi placer. Quiero gritar, quiero gemir, pero niall atrapa cada gemido cuando comienza a besarme mientras poco a poco introduce sus dedos dentro de mí. Esto es tortuoso, tener capacidad limitada para moverme y gozar del momento como solemos hacerlo, pero es increíblemente excitante.

Durante un largo rato nos quedamos así, niall masturbandome, besándome el cuello, los labios, y mordiendo mis pezones por sobre la tela de mi camisón.

-Quiero tocarte.—le digo cuando siento el bulto a través de la tela de su short.

-No tenemos mucho tiempo para esto.—me dice con una sonrisa.

-Pero tú me haz tocado a tu antojo.—le reprocho.

-Es porque eres exquisita.—susurra antes de morder mi labio inferior.

-Quiero tocarte.—insisto mientras bajo mis manos por su abdomen hasta llegar a su entrepierna, niall gime cuando aprieto su miembro por sobre la tela y eso me hace sonreír.—shh, callate ¿en que quedamos?.

Él sonríe.

-Ah, mujer, te necesito.—me dice permitiendo que lo toque.

Mientras sus labios capturan los míos, lo toco a mi antojo, primero por sobre el short pijama que trae encima, acariciado toda su longitud sintiendo como se endurece bajo las palmas de mis manos. Y luego, comienzo a bajar lentamente su ropa, incluido su bóxer.

-Tienes que darme un segundo.—me dice mientras se levanta y se pone un preservativo.

Definitivamente ver a niall deslizando un condón por su miembro es lo más excitante sin lugar a dudas que he visto jamás. Cuando nuestras miradas se encuentran, el sonríe por cómo me he quedado mirándolo.

-¿Qué miras tanto?.—me dice mientras se pone de pie, invitándome a pararme también.

No entiendo que quiere hacer.

-¿No vendrás a la cama?.—le pregunto.

-No.—me dice y en un acto rápido, que ni siquiera logro comprender al principio, el me toma en sus brazos.—abraza mi cintura con tus piernas.

Oh maldición, ahora entiendo todo...

-¿Y si me caigo?.—le pregunto. El me da un beso rápido. Nuestros rostros están a la misma distancia.

-No dejaré que eso suceda, además eres pequeñita.—me dice y comienza a besarme.

Le devuelvo el beso aferrandome con brazos y piernas, y mientras lo hago siento como él camina hasta mi pared y se apoya en ella.

-Niall.—susurro cuando uno de sus brazos me suelta y comienza a deslizar su miembro por mi feminidad, al principio, solo lo estimula, pero un minuto después, me penetra.—Oh sant...—no puedo terminar la frase.

Jamás lo habíamos echo así, y santo cielo es increíble la diferencia de tamaño que puede tener su erección al estar en esta posición.

-¿Te gusta?.—me pregunta con ese tono de voz tan caliente que solo logra sacarme suspiros.

-Sí.—susurro mientras siento como sus manos me sostienen desde mis muslos y lentamente comienza a moverse.

Tal cual como me dijo que lo haría. Lento y suave.

Es difícil para mí, no emitir sonido alguno, pero me las arreglo como puedo mientras lo beso, mientras siento como su lengua juega con la mía al mismo tiempo que sus penetraciones son lentas y profundas.

-Te apoyaré en la pared.— me dice e inmediatamente se gira, dejando mi espalda apoyada en ella.—suelta tus brazos, no te caerás.

Le hago caso, él sabe lo que hace y tiene razón, sus brazos son tan fuertes que pueden sostenerme con facilidad. Él nuevamente comienza a moverse mientras acarició su estómago por de bajo de su sudadera, pero sólo unos segundos puedo hacerlo, ya que él comienza a moverse más rápido y suelta un gemido.

-Shh...—digo apenas en un susurro, pero también dejo escapar un gemido cuando él se mete fuerte y duro dentro de mí.

Debo volver abrazar su cuello, porque comienzo a sentirme inestable en esta posición, más aún cuando es él quien rompe su promesa de lento y suave y le da paso a duro y salvaje.

El corazón me late increíblemente rápido cuando sus embestidas comienzan hacer más rápidas, más profundas y exquisitamente placenteras.

Todas mis terminaciones nerviosas están alerta cuando siento que el orgasmo comienza apoderarse de mí.

-Oh sí bebé.—gime niall en mi oído cuando llega también al orgasmo.

Por unos segundos nos quedamos en la misma posición, recuperando el aliento. Pero luego siento que no puedo moverme, lo que me hace reír.

-Cariño.—le digo.—creo que me dio un calambre en las piernas—niall se ríe.

-¿Tendremos que hacerlo más seguido así para que te acostumbres?.—me pregunta a lo que yo asiento encantada.

-Ayudame.—le pido.

Niall me guía hasta la cama y lentamente me deposita sobre ella.

-¿De verdad te gustó?.—comienza él a preguntarme cuando ambos sentimos pasos en el pasillo.

Rápidamente él se pone su pijama y yo como puedo me arreglo y me pongo sobre la cama tomando el control de la televisión.

Sin poder evitarlo, ambos nos reímos cuando nos quedamos sentados sobre la cama haciendo como si nada pasara cuando papá toca la puerta y abre lentamente y mira hacia adentro y nos observa mirando televisión.

𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟏 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀 Where stories live. Discover now