CAPÍTULO 3

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Chanyeol se despertó de repente, sorprendido por el estridente sonido de la alarma. Cogió su móvil y la desactivó, quedándose unos minutos más tirado en la cama mirando hacia el techo.

Hacía tiempo que no dormía tan profundamente, y aquello se sintió realmente bien. Aunque todavía se sentía un poco cansado. La noche anterior se había quedado despierto hasta las tantas intentando terminar la nueva canción que quería presentar a sus amigos para tocarla. Lo consiguió. A medias, porque no le acababa de gustar cómo sonaba y pensaba que le faltaba algo, pero no sabía el qué...

Eso y que al final se quedó dormido.

Bostezó y se impulsó hacia delante hasta sentarse. Apartó con cuidado la guitarra que todavía estaba apoyada sobre el borde de la cama y la guardó en su estuche. Recogió las nuevas partituras y las metió en la mochila. Después miró a su alrededor hasta dar con su armario, donde su ropa estaba bastante desordenada.

Y es que con 16 años quién esperaba tener la habitación en perfectas condiciones. Por supuesto, él no.

Salió de la ducha y empezó a vestirse delante del espejo. Todo había cambiado en él. Su cuerpo había crecido, esta vez más en vertical que en horizontal, y se había vuelto esbelto, también un tanto fibroso debido a que le gustaba jugar al baloncesto. Sus grandes ojos seguían allí, pero su rostro seguía siendo un tanto infantil aunque con los típicos ángulos de indefinida fuerza que caracterizaba su camino en la adolescencia. Su pelo había crecido y se ondulaba levemente, haciendo que el tinte grisáceo que llevaba puesto destellara. Sin embargo, lo que más había cambiado en él era su interior. Ahora era bastante popular, cosa que sin duda había conseguido gracias a su atractivo rostro y a su increíble altura, pero pasando por encima de ese dato superficial, la gente encontró a un chico simpático y divertido, con el que era fácil pasar el rato. Todavía tenía ese toque tímido con el que había nacido, pero el resto eso lo encontraba tierno, cosa a la que no se acostumbraba por más que se lo dijeran.

Aunque si hablamos de términos con los que le describía la gente y que no acababa entender muy bien ese era "sexy".

-Hasta luego, mamá -se despidió dándole un rápido beso a su madre en la cabeza, mientras cogía una tostada de la mesa y se iba corriendo con su mochila y guitarra en la espalda.

Salió del barrio siendo saludado por algunos vecinos y pronto pudo visualizar el edificio del instituto. Nunca había llegado tarde a clase aunque se hubiera quedado dormido, ya que estaba a escasos diez minutos de su casa.

-¡Hola, Yeol!

-¡Chanyeol, ¿qué tal, colega?!

Varios compañeros le saludaban de camino a la entrada, atosigándole con sus llamadas. Si siguieran así le borrarían el nombre.

-¡Ey! ¡Espero veros en el próximo concierto, LOEY!

LOEY. Aquel era el nombre de su banda. Y el diminutivo de su nombre al revés. También era el mayor "porqué" en todo el asunto de que medio instituto le dijera que era sexy. Porque tener una banda molaba bastante, según los interesados en el tema. Eso a él le daba exactamente igual.

-¡Genial, tío! -respondió una voz que venía de frente.

Allí estaba lo que faltaba de LOEY.

Kim Jongdae, alias Chen: vocalista.

Kim Jongin, alias Kai: batería.

Oh Sehun, sin alias (por favor): bajo.

Y él, Park Chanyeol, alias LOEY y líder de la banda: guitarra.

Se escuchó alguna exclamación aguda por parte de las féminas y pudieron sentir alguna mirada poco discreta de parte del colectivo masculino.

Sí, resultaba que su banda molaba bastante porque sus integrantes parecían salidos de una revista de modelos. Incluido él, al parecer.

CHANBAEK - MI QUERIDO ESPÍA (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora