Las reglas de cupido [Kwall/Jujae]

[03]

La campana sonó incesante por sobre el ruido que los estudiantes hacían al desplazarse, tras haber dado pausa a la larga jornada de estudio diaria.

Mientras salía de la clase, Hyunjoon estiró su cuerpo lo más que pudo, cada acción acompañada por un bostezo y un andar lento para evitar chocar con  alguien. Tener que pasar horas sentado no era de lo mejor, y mucho menos para Hyunjoon que, tal como un niño pequeño, sentía la necesidad de estar en constante movimiento. Era un poco fastidioso. Cuando su rutina diaria de estiramiento dio fin, llevó su vista hacia el comedor, su estómago haciendo sonidos en el trayecto, avisando que debía de ser atendido pronto. Entre los adolescentes desparramados fuera del sitio se encontró a Hyunjae, que tenía la mirada fija en su celular y el cuerpo recargado contra la pared. Se colocó a su costado en silencio, y de inmediato el otro apartó la mirada del aparato y la posó en él.

—Espera aquí, iré a comprar algo —anunció Hyunjoon, y el otro hizo ademán de oírle, para luego colocar una mueca de disgusto.

—Sigo preguntándome cómo es que comes la comida asquerosa de la cafetería, ugh.

Hyunjoon encogió los hombros con diversión. «El hambre» quiso decir, pero no lo hizo y procedió a avanzar dentro del establecimiento.

Era una hora muy concurrida, habían tardado un poco en llegar y, por ello, el lugar ya se hallaba algo atascado de gente. A pesar de su considerable tamaño era complicado andar por ahí, solía llenarse mucho más de lo que le hubiese gustado a él y a cualquiera, pero no se quedaría sin comer sólo por no querer aguantar a algunas personas así que fue directo a la fila mientras procuraba observar el menú para saber que pediría.

Miró a un chico de espaldas en una de las mesas, con una leve curvatura al sentarse, le pareció por unos instantes, como si deseara pasar desapercibido haciéndose un ovillo en su lugar, cosa que, al menos a su percepción, resultó contraria, su postura extraña lo hizo más llamativo. De la nada observó como alzó la cabeza y procedió a sacar con lentitud uno de sus pies de debajo de la mesa, siguiendo a estirarlo con más tranquilidad, pero a su vez con notable impaciencia. Pensó que tal vez se le había cansado por estar de ese modo, pero fue entonces que miró al obvio objetivo del chico acercarse hacia ellos. Kevin caminó con distracción hacia el paso que estaba siendo obstruido por el otro tipo con el pie estirado y un acto con mala intención en proceso.

Sorprendido y apresurado dirigió su paso hasta ellos, tratando de alguna manera evitar la catástrofe que se aproximaba. Extendió ambos brazos y trató de llamar la atención de Kevin, ni siquiera él sabía con exactitud que estaba haciendo, así que, a pesar de ello, continuó caminando con rapidez y con los brazos hacía el frente. Kevin estaba a un paso del otro chico, Hyunjoon a dos, y, sin duda, si no lo detenía en ese instante terminaría cayendo. Entonces pasó algo, algo realmente estúpido que lo hizo sentirse en verdad humillado: sus propios pies le jugaron en contra cuando por las prisas se enredaron, su equilibrio terminó por ser nulo y ya estando frente al otro chico, cedió ante la gravedad, sin intenciones verdaderas de hacerlo. 

En cuanto su cuerpo se halló sobre el ajeno, ambos tendidos sobre la fría loza del comedor, escuchó los murmullos brotar de inmediato: «Otra vez ellos» «Parece que tienen un imán en el culo que nunca dejan de caerse» «¿Viste como están tirados?», ese último comentario en especial lo trajo al mundo de nuevo, y con cautela agachó la mirada, lleno de inconsciencia sobre sus estados actuales. Cierto, la posición no era nada cómoda, e incluso, si lo veías de otra forma, resultaba algo íntima. Tener a Kevin debajo de él, mientras Hyunjoon tenía colocadas ambas piernas a los costados de sus caderas y ambos brazos a cada lado de su cabeza, no resultó cómodo, ni reconfortante, ni nada más que vergonzoso y sofocante. De inmediato se reincorporó, y se apartó para dejar al otro levantarse. Sus miradas se encontraron en dado punto, y Hyunjoon sintió algo extraño revolverse en sus entrañas, ¿acaso eso era timidez?