Capítulo 94. Un día chachi.

Comenzar desde el principio
                                    

- Para que veas. 




-----------------------------------------------------------------------------




El lanzamiento iba a ser a las seis de la tarde. Natalia tenía una cena de la que no se había podido escapar, por lo que iba a perderse el viernes de karaoke, que ya no lo era porque hacía mucho que no pasaban por allí. 

Estaba que se comía las falanges. Un tema que nada tenía que ver con su estilo, por mucho que le gustara escucharlo y bailarlo, con el artista del momento a nivel mundial. Podía ser un éxito o un desastre total. Quería aparentar que no le importaba mucho, y ella estaba encantada con el resultado, pero si a la gente no le gustaba no iba a haber persona sobre la faz de la Tierra que no escuchara esa maldita canción. Tampoco era plan de dejar una pésima impresión en el gran, colosal público. 

Diez minutos antes de la hora prevista para el lanzamiento le llegó un mensaje de Bad Bunny, Benito para los amigos, diciéndole que había sido un placer trabajar con ella, que estuviera tranquila porque iban a partirlo y que esperaba su llamada cuando se pusiera a componer su siguiente disco. 


Qué majo es


Llegó la hora. A las 18:05 ya tenía el teléfono gritando MAY DAY, MAY DAY, FUSIÓN DE NÚCLEO, DESASTRE CATASTRÓFICO. Recibió felicitaciones de amigos, familiares, colegas de profesión, gente del mundo discográfico, y fans, cientos de miles de millones de fans de todo el mundo queriendo saber más sobre Natalia Lacunza. Su fama era grande, pero no tanto como para que no hubiera gente que no la conociera. Ese tema terminaba por ponerla en el panorama mundial de una manera definitiva. 

Los seguidores empezaron a subirle como la espuma en todas las redes sociales y casi se pone a llorar cuando Rihanna subió una historia bailando la canción en su casa. 

La recogieron para la cena y tuvo que dejar de prestar atención al teléfono y contestar llamadas. Tendría que haberse reservado esa noche para ella, aunque parecía que, tras el impulso inicial, la mayor parte de su círculo personal ya le había hecho llegar sus felicitaciones y parecía que el móvil podría sobrevivir. 

La cena transcurrió demasiado lenta para su gusto, pero por fin pudo liberarse y marcharse a casa. Pensó en unirse a las chicas, pero estaba tan agotada mentalmente que prefirió dejarlo para otra ocasión. 

Sacó el teléfono por primera vez en dos horas. 


<Alba.Reche ha añadido contenido a su historia>

En ella aparecían las pencas de sus amigas, con la rubia en primer plano, moviendo la cabeza al ritmo de su nueva canción. El tema estaba cortado en una de las partes en las que ella cantaba: 


que yo ya no quiero un millón, Bunny

yo lo que quiero es una fisio pa' mi corazón, pa mí

y unas curitas, unos besitos, una vida así no, mami

sin ti fundo mis dos Grammys. 


En una esquina un la madre que te parió. Y, por si no le quedaba claro, la mencionaba. A ELLA. 

La sonrisa de Natalia Lacunza podía verse desde la Estación Espacial Internacional. 

La sala de los menesteresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora