Capítulo 51. Un plato de paella.

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- Natalia, ¿cómo te encuentras tras tu lesión? 

- Muy bien, estoy a punto de terminar la rehabilitación, necesitaba descansar un poco -dijo con una gran sonrisa. 

- Tienes a tus fans como locos con este cameo, se agotaron las entradas en apenas dos horas. ¿Qué te ha llevado a lanzarte al mundo del teatro musical? 

- Tenía ganas de probar cosas nuevas, he pasado por un momento complicado en mi carrera y me ha dado tiempo a pensar en qué quiero hacer con ella a partir de ahora. Además, no creo que se agotaran por mi presencia, mis compañeras de reparto son increíbles. 

- Se ha hablado mucho estos últimos días de tu relación con Anna Castillo. Se os ha visto con mucha química, ¿qué nos puedes decir sobre estos rumores? 

- Anna ha sido todo un descubrimiento para mí, es una chica estupenda, y su novia -hizo hincapié en el apelativo- va a estar en mi equipo durante la gira. 

- ¿Así que confirmas que las fotos en las que se os han visto juntas han sido malinterpretadas? 

- Dime, ¿qué tienen esas fotos que se pueda malinterpretar? Es solo humo, hay que vender revistas, qué le puedo decir -dijo con una amabilidad a la que la prensa no estaba acostumbrada.

- ¿A quién le ha sacado el dedo durante el photocall? -preguntó con una sonrisa una de las periodistas. 

- A alguien que estaba más lejos de lo que me gustaría. Y ahora les dejo, me están esperando. Ha sido un placer. 


Fue hacia el grupo que formaban sus invitados. Sus padres, su hermana, las fisios, las cantantas y Alba Reche. Dios de mis entretelas, me va a dar un infarto de lo preciosa que está. 


- Bernarda, que veo a Dios -la saludó mordiéndose el labio. 

- Pues yo creo que estoy viendo un ángel -le dio un beso largo en la mejilla. Al fin y al cabo la rubia tenía razón. Ya habría tiempo de alterar a la prensa. 


Saludó a todo el mundo con una sonrisa gigante y los ojos brillantes de emoción. Su gente allí, para apoyarla y acompañarla en una aventura tan nueva como emocionante. Sentía que le iba a reventar el pecho de amor. 

Hizo las presentaciones pertinentes, dejándose a su chica para el final. No había hablado con ella sobre cómo quería ser presentada a su familia, así que, antes de meter la pata, lo dejó en el aire. 


- Alba, estos son mis padres, María y Mikel. Ella es Alba, mi fisio -vio cómo su padre le daba dos besos y su madre un gran abrazo. Frunció el ceño divertida. 

- Natalia nos ha hablado mucho de ti. 

- Mamá... -se quejó como una adolescente abochornada. 

- Es verdad -la regañó. 

- Ella también me ha hablado mucho de ustedes, me alegro de conocerles al fin -qué formal y educada, me la quiero cenar. 

- Tutéanos, por favor -pidió Mikel. Uno de los Javis llamó a Natalia para que fuera a prepararse, dejando a su chica con sus padres. Miedo

- Estoy muy contenta con este cambio en Natalia -retomó su madre la conversación-. Supongo que tú has tenido mucho que ver en esto. 

- Yo... No sé si he tenido algo que ver, creo que tener que parar un poco le ha venido muy bien, en general -estaba roja como un tomate. 

La sala de los menesteresWhere stories live. Discover now