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Joaquin

El espacio que han rentado Emilio y sus amigos es bastante amplio y bonito, con tres habitaciones y una sala y comedor lo bastante grande como para poder tener a una buena cantidad de gente dentro en una fiesta

Las habitaciones han sido repartidas al azar y para nuestra suerte a Emilio no le tocó compartir, sin embargo Andrés y Diego se la viven discutiendo acerca de los "límites" que involucra el hacerlo y no solo ellos, ya que al parecer entre todos han establecido "reglas" acerca de lo que sucede en casa, una de ellas:

"Poner música en volumen alto cuando estes teniendo relaciones con tu pareja para que los demás no escuchen nada"

Casi me río frente a todos, sin embargo después de pensármelo mejor, sé que pasare en este lugar mucho tiempo más del que debería y no me emociona para nada la idea de escuchar a los amigos de mi novio teniendo sexo, así que al final no tengo ningún problema con el que, por ejemplo, como ahora, se utilice música para minorar el ruido

Sus amigos no están, sin embargo al saber que pueden llegar en cualquier momento la hemos puesto a un nivel arriba de lo aceptable

Me acomodo mejor en el regazo  de Emilio con mis piernas una a cada lado de las suyas, y comienzo un vaivén de caderas que él acepta gratamente, me muevo al ritmo de la música, lento, me tomo mi tiempo, él está sentado frente a mi y me pega a su cuerpo con una mano en la cintura que también me ayuda seguir moviéndome por sobre nuestra ropa interior

Me muerde el cuello y siento a sus labios cepillar el lugar hacia abajo y chupar por todos lados, sin duda me dejará marca pero para este momento no me importa, continuo moviéndome mientras compartimos un beso desesperado que me deja sin aliento y que comienza a expandir sobre mi el fuego que cada toque suyo me provoca

Lo empujó hacia atrás, sobre la cama y le sonrió malicioso, no hace más que observarme con sus manos extendidas en mis piernas y sé que me está cediendo en control, cosa aprovecharé al máximo

Me deslizo hacia atrás unos centímetros restregando mi trasero con su miembro y me inclino sobre él para comenzar un camino de besos que comienzan en el elástico de sus bóxers y que siguen hacia arriba hasta su ombligo y más adelante entre los músculos marcados de su abdomen, lo muerdo y lo escucho lanzar un jadeo, levanto mi mirada por un segundo, una de sus grandes manos se posa en mi nuca y la caricia, su mirada se topa con la mía, tiene las mejillas sonrosadas y sin pensármelo mucho llevo mi palma abierta por debajo de su bóxer para acariciar la tibia piel de su pene

Arquea la espalda de inmediato y su respiración se descontrola, mi cabeza continúa yendo hacia arriba, le aparto la mano y la llevo a un costado entrelazando nuestros dedos mientras que con la otra comienzo un masaje alrededor de su glande y mis labios capturan su pezon derecho

-Ugh mier... Joac....- su mirada está puesta en mi, con los ojos llorosos y su boca intenta como puede capturar algo del aire que falta en su pulmones, lo observo desde abajo con mis labios jalando hacia arriba su pezon y mis pestañas batiéndose con una fingida inocencia que siempre parece funcionar con él

Otro sonido ronco perfecto que va directamente a mi ereccion, se retuerce bajo mis manos y por fin lo suelto para reacomodarme sobre su cuerpo, intenta tomarme de la cintura y le aparto las manos, me inclino sobre él y meneo mis caderas sobre su miembro erecto, lo miro desde arriba, con ambas manos a cada lado de su rostro para sostenerme

-¿Te gusta?- le digo, cierra los ojos fuerte y puedo ver el placer desfigurar su rostro sin embargo, aún así  me sonríe divertido

-Me encantas- suelta e intenta tomar mi cintura de nuevo pero lo aparto negando con la cabeza, sus ojos me miran con lujuria

ViernesWhere stories live. Discover now