Viernes

Martes

Por un momento pensé que no vendría a clase, esta por terminar el último periodo y según sé (gracias a la conversación que escuche de sus amigos en los baños hace un par de semanas), la última clase de los martes es la única que tiene el día de hoy

Mis amigos están junto a mi en una mesa del comedor como cada semana, siguiendo al pie de la letra la tradición de comer juntos después de nuestra clase de teatro, cuando Emilio entra seguro de sí mismo como siempre robando una que otra mirada incluyendo la mía, lo veo comprar un sándwich y un jugo y luego camina hasta una de las mesas vacías para sentarse a comer, Nikolas me patea bajo la mesa, quiere que vaya a hablar con él, me lo pienso un segundo y mando todo al carajo levantándome, ya no puedo soportar que siga ignorándome

-¿A donde vas?- la voz de Eduardo me detiene un segundo

¿Pero que estoy haciendo?, estoy a punto de ir a rogarle a un chico por atención, yo no necesito hacer eso, no de nuevo, pero es demasiado tarde, Nikolas se levanta conmigo

-Me va a acompañar a comprar algo- y yo lo miro extrañado pero él me toma del hombro para guiarnos por las hileras de filas, en camino hacia el pequeño mostrador y  cuando pasamos cerca de la mesa donde Emilio se encuentra el me empuja para nada disimulado hacia esa dirección

Si Emilio se dio cuenta no lo demuestra porque se ve realmente sorprendido cuando nota mi presencia y se retira rápidamente los auriculares inalámbricos que lleva puestos

Después de unos segundos me mira indiferente

-¿Pasa algo?-

tranquilízate Joaquin, es solo un chico, tú eres experto en chicos

Detengo el nerviosismo en mis manos y en general en todo mi cuerpo y me paro frente a él recorriendo la silla para sentarme, ya está hecho, ya no puedo dar un paso atrás

-¿Hora libre?- ni siquiera se porque dije eso, ya ni siquiera estamos en horario para tener materias libres pero él parece no notarlo y aún así mi voz sale melosa, como siempre que quiero conseguir algo de alguien, su ceño se frunce exageradamente y me mira extrañado

-No, acabo de salir de clase-

-Me tope a la profesora de filosofía, me dijo que nuestro trabajo fue de lo mejores- él se ríe irónico

-Vaya, que bueno que no noto que lo hicimos dispar-

-No lo hicimos dispar, yo cheque que ambas partes fueran coherentes antes de enviarlo- él arquea una ceja

-Te debo la vida entonces- noto el sarcasmo en su voz y también el tono de disgusto que ha estado usado este tiempo, está molesto conmigo y no soporto que lo esté

Así que llevo disimuladamente uno de mis pies hasta el inicio de los suyos y trazo con él un leve camino hacia arriba, hacia los muslos de Emilio, lo veo tensarse, sonrió satisfecho

Me sigues deseando Emilio

-Basta- su mano aparta veloz mi pie, lo miro confundido- Escucha Joaquin yo ya terminé con esto, ¿ok?-

Pero no lo escucho, solo lo observo, fijamente y por un momento me siento molesto, muy molesto pero también dolido

-Hey ahí estás- uno de los amigos de Emilio llega en ese momento y le pasa un brazo por los hombros sentándose junto él, Emilio me sostiene la mirada unos segundos más-¿No me vas a presentar?- él castaño se lo pregunta a él pero me mira directamente a mi, me trago lo que siento y pongo mi mejor cara, no quiero que Emilio note lo que su rechazo provocó en mi

-Joaquin Bondoni, un gusto- extiendo mi mano y él suelta a Emilio para extender la suya

-Diego Valdés- en ese momento Niko regresa a la mesa junto a mi

-No había ensalada- le sonrió a medias y comienzo a levantarme

-Que tengan un lindo día chicos- le doy una última mirada a Emilio quien tiene su vista fija en la mesa y asiente, Diego nos detiene

-Esperen, ¿Que harán mañana en la noche?- mi mirada recae en él nuevamente pero no contesto, Emilio lo mira disimuladamente con molestia

-Nada en realidad- Nikolas contesta por mi y uno de sus brazos se instala en mis hombros

-Genial, algunos chicos y nosotros iremos al viejo malecón abandonado, ¿Quieren venir?-

-¿De verdad, a media semana?

-Es el cumpleaños de Emilio- mis ojos se abren en sorpresa y encuentro la mirada de Emilio por un segundo pero la aparta de nuevo

-Ahí estaremos- digo más seguro que nunca