SIEMPRE FUISTE TÚ

CAPÍTULO 38

Caminaba por los pasillos de la escuela en dirección al aula de Inglés, la clase que tendría a la primera hora.
Dylan y Hailey estaban en la cafetería con los demás, todavía desayunando. Mis amigos seguían reuniéndose cada mañana, sin mí, claro, pero yo llegaba más tarde y me reunía con ellos para ir a clases.
Ese día en especial mi madre tuvo que llevarme algo más temprano porque tenía una junta de padres de familia en la escuela de Scarlett. Me pareció... Extraño, ya que, según me acordaba, era la tía Natalie quien había acudido a todas mis juntas escolares y las de mi hermana, aunque mi madre estuviese en casa.
Llegué al aula que tenía la puerta ya abierta, creí que no había nadie, pero entonces entré y vi a Connor Carter sentado en su lugar habitual (Adelante del que ocupaba Harrison), al principio no reparó en mi presencia, porque tenía la atención completamente concentrada en un libro de texto. Me pareció que sería algo descortés no saludarlo, puesto que éramos las únicas personas allí.

—Hola —le dije mientras caminaba a mi asiento

Entonces levantó la mirada y me di cuenta de que lo había asustado.

—Lo siento, debí hacer algún ruido o algo —hice una mueca, avergonzada

Aquella era la primera vez que le hablaba y claramente no tenía idea de qué decirle.
Era el mejor amigo de Harrison y estaba absolutamente segura de que estaba enterado de todo lo que había pasado entre nosotros y... No sabía si yo podía llegar a caerle bien luego de eso.

—Sí, tal vez —se rio— Hola

—Perdón, de nuevo

—Estaba demasiado centrado, eso es todo —comentó

—¿Puedo preguntar en qué?

—La tarea de Estadística

—Oh —asentí. Yo me había dedicado a hacerla el día anterior en el campo, mientras ellos entrenaban, pero sólo porque no me gustaba dejar las cosas para el último minuto— Probablemente lo sepas, pero... —levantó de nuevo la mirada a mí— No tenemos esa clase hoy

Sus ojos se agrandaron y me quedó claro que no recordaba aquel detalle.

—Sí —negó con la cabeza y cerró el libro— Pfff, por supuesto que sabía, es sólo que... Estaba adelantando el trabajo, ya sabes —se encogió de hombros— No eres la única genio aquí —habló con sarcasmo. Me reí mucho

—Espera, ¿Crees que soy una genio?

—Harrison siempre lo dice —volvió a encogerse de hombros. Paré de reír y el estómago me dio un vuelco— Claro, dice un montón de cosas sobre ti, pero esa es una de las que más recuerdo —tragué saliva

—¿Y qué más dice? —mordí mi labio

—No creerás que en serio voy a contarte —entrecerró los ojos y ladeó la cabeza con una media sonrisa. Me sonrojé

—Tenía que intentar —chasqueé la lengua

—Chica lista —asintió— Pero es mi mejor amigo y... —se aclaró la garganta— Le debo cierta confidencialidad

—Entiendo —asentí— De todos modos no quería saber —desvié la mirada y escuché una carcajada por su parte

—Oficialmente me caes bien. Y ahora que lo pienso ni siquiera nos hemos presentado correctamente —fingió pensar tocándose la barbilla— Es decir, sé quién eres, sabes quién soy, pero...

—Soy Violet —rodé los ojos con diversión— Y es un placer presentarme contigo —hablé con sarcasmo. Le hubiese ofrecido mi mano para estrechársela dramáticamente si no estuviesemos a algunos metros de distancia