CAPÍTULO 30

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La vida, las personas, las relaciones, nada, nada es perfecto.
¿Crees que acaso sabes algo sobre el futuro? ¿Acaso piensas... Por tan sólo un momento, que tienes el control?

Pues no, no lo tienes.
Tú no decides qué va a pasar, quién va a llegar, y, por Dios, quién se va a ir.

La vida no es una maldita fuente de deseos, no cierras los ojos, pides algo y aparece mágicamente.
La vida no es un maldito examen, no te preparas por mucho tiempo para tener el resultado que quieres. Es más como desvelarte varias noches aprendiendo todo, pero, cuando llega la hora, tu cerebro está en blanco y el examen es de otra materia.

Eso lo aprendí a la mala.

⚫~•⚫•~⚫

Desperté el, 28 de Marzo, día de mi décimo noveno cumpleaños, con mi hermanita encima.

¡Feliz cumpleaños, Violet! —me gritó a la cara

Gracias... —logré decir con un bostezo

Mamá se levantó temprano y con la tía Nat te están preparando un desayuno especial —con sus manitas empujaba mi cuerpo de un lado a otro

Está bien —asentí— Sal para que pueda arreglarme —le pedí amablemente

Se fue y yo seguí mi rutina diaria. Al mirarme al espejo me di cuenta de la expresión afligida que había en mi rostro.

"Es tu cumpleaños, Violet, deberías estar al menos un poquito feliz", me dije.

Pero... No lo sé, ese día había algo en mí que no me dejaba sentirme bien.
Bajé a desayunar y mi familia me recibió cantándome "Feliz cumpleaños a ti" junto con una pila de panqueques, crema batida y fresas.
Puse la mejor sonrisa que me salió y recibí la oleada de abrazos con algo de gracia.

¿Y bien? ¿Tienes algún plan el día de hoy? —me preguntó mi tía mientras nos sentábamos a la mesa

En realidad no —dije neutral mientras me servía un poco de leche

Puedo faltar al trabajo —agregó mi madre

No pasé por alto lo que me quería transmitir, así que le dirigí una sincera sonrisa antes de negar con la cabeza.

No hay porqué, me gustaría que fuera un día normal —Scarlett emitió un bufido— Aunque... ¿Me dejarías llevarme el auto?

¿Tú sola? —preguntó mi tía, entre sorprendida y emocionada. Asentí

Pues claro, cariño —accedió mi madre.

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Un día normal, ¡Ja! El universo se rio a carcajadas en mi cara aquel día.

⚫~•⚫•~⚫

Conduje con precaución y con seguridad hasta llegar al instituto, estacioné torpemente, pero lo logré y me sentí orgullosa.

Mi primera hora... Era Química.
Me dirigí al laboratorio aún con esa sensación extraña en el pecho. ¿Qué me pasaba? Era como si sólo deseara que el día se terminara.

¡Feliz cumpleaños! —aulló Dylan envolviéndome en sus brazos cuando apenas había puesto un pie en el aula

Dios, me asustaste —intenté recuperar mi respiración, aún con la cara pegada a su pecho

SIEMPRE FUISTE TÚWhere stories live. Discover now