Cap Especial

31 4 1
                                    

Narra Elain

Tuve que ponerme de puntitas porque Joon no estaba haciendo mucho para inclinarse hacia mí. Apliqué presión en su cuello con ayuda de mis brazos y conseguí que bajara un poco más.

Continuamos con el beso en el que nos estábamos dedicando en disolver los chocolates que yo le había regalado a Joon momentos antes.

No era su cumpleaños y tampoco era una ocasión "especial"; solo quise darle algo porque a mí me gustaba dar regalos; no a todo mundo, pero sí a las personas que eran muy importantes para mí. Consideraba que era algo demasiado bonito porque dar un regalo a alguien especial quería decir que pensaste en esa persona y le invertiste tiempo, esfuerzo y, en algunas ocasiones, dinero.

Yo no era bueno con las palabras así que dar regalos con una pequeña nota y un abrazo o varios besos, me liberaba el alma.

Joon me había dicho que él era más de los que no daba regalos, pero me confesó que conmigo estaba rompiendo esa regla autoimpuesta. Él también me daba regalos sin necesidad de que fuera una ocasión especial así que siempre era emocionante cuando él me daba un regalo en el momento menos esperado.

Nuestros regalos eran sencillos. Siempre andábamos entre comida, alguna prenda de ropa o una salida a algún lugar cercano.

Llevábamos 8 meses de relación; y poco más de un año en que nos habíamos conocido y me sentía flotar. Muchas veces había escuchado sobre la etapa del enamoramiento y siempre la quise vivir; ahora que la estaba viviendo en carne propia, me daba cuenta de que, en verdad, era lo mejor que podía pasarle a alguien.

Todo era maravilloso... a excepción de algo, por supuesto

-Elain...-Joon murmuró cuando rompí con nuestro beso porque la punta de mis pies estaba sufriendo y porque mis brazos se habían cansado de estar tanto tiempo estirados. Ahora solo me dedicaba en darle besos cortos a su mandíbula mientras mis manos se colaban al interior de su ropa y rozaban la piel de su espalda y abdomen-Elain...-escuché su risa cuando pasé a rozar una parte sensible que le provocaba cosquilleos.

Joon no me detuvo y yo tampoco lo hice.

Continué tocándolo hasta que él tomó mi rostro entre sus manos para de nuevo regresar a los besos. En esa segunda ocasión, no corría con el riesgo de cansarme porque Joon estaba más inclinado hacia mí, pero como era de esperarse, a él le cansó la posición

-Espera-de nuevo tomó distancia, pero yo no retiré mis manos de su interior-Vamos a la cama-solo escucharlo decir esas palabras hizo que me estremeciera-Brinca-me dijo y ambos sonreímos mientras de nuevo colocaba mis brazos alrededor de su cuello y daba un pequeño brinco hacia él para que me sostuviera de los muslos.

En lo que Joon se encargaba de llevarnos a mi cama, yo fui repartiendo besos en su cuello y rostro.

Ambos habíamos quedado de reunirnos ese día en mi casa porque queríamos continuar con la serie que nos había enganchado por completo y por supuesto que también aproveché la ocasión para regalarle los chocolates. Como apenas íbamos en el capítulo 4 nuestros planes eran avanzar al capítulo 8, pero en algún momento en que fuimos a la cocina para preparar más palomitas y servirnos más refresco porque en el capítulo 6 se nos había terminado todo, Joon y yo empezamos a competir por ver quién le decía el mejor cumplido al otro y poco a poco decidimos continuarlo en mi habitación mediante insinuaciones que nos hacían reír, pero que también provocaba que las cosas se pusieran serias.

Solo nos bastó entrar a mi habitación para empezar a besarnos.

Y ahora, por fin habíamos llegado a mi cama. Joon se encargó de sentarme sobre sus piernas mientras los besos no se detenían

Enemigo SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora