Si Sólo Tú

Capítulo 25: "Tú sacas lo mejor de mí"

Capítulo 25

"Tú sacas lo mejor de mí"

Shannon:

      Era consciente que ya le había hablado sobre mis sentimientos. Y que al mismo tiempo que lo había hecho, también le había expresado mi postura. Él me agradaba. Y ciertamente me estaba enamorando de él, como lo había hecho aquella ocasión en que entré en su habitación para ver unas películas. Sin ver más allá. En ese "más allá" que siempre puede estar en frente de alguien. Y más, cuando los sentimientos han cambiado.

Para bien...

O para mal...

   Y aunque había escrito aquella columna, teniéndolo a él, como inspiración. Era la forma en que lo había dicho más de lo que yo misma podía imaginarme.

— ¿Y bien?
— ¿Y bien qué, Edward?
— ¿Lo admitirás oficialmente?
— ¿Admitir qué?
— Que posiblemente pueda haber una oportunidad, en medio de nosotros...
—Edward, creo que ya hemos hablado de eso... Y simplemente lo que has leído, es mi manera de admitir que me equivoque contigo.
— Entiendo... — su expresión cambió.
— No he querido lastimarte... Espero que lo entiendas...
— La culpa no es tuya... Simplemente es mía... No debería seguir obligándote a admitir algo que...
— Me agradas como un amigo. Sé lo que una vez te dije. Pero espero que entiendas mi postura...
— No soy él...
— Eso también lo sé...

Edward:

   Había conseguido lo que siempre conseguía cuando buscaba presionarla. Ella era fuerte. Fuerte al querer protegerse. Sin embargo, ¿cómo evitar lo inevitable?

   Me tumbé en la cama y rememoré todo aquello que había ocurrido en aquella habitación estudiantil, cuando ella se quedó a dormir, después de yo pedírselo, al ver que llovía.

   Nunca le dije que hice trampa al despertar primero y verla dormida, a mi lado, en aquella cama. Ver a aquella Shannon que finalmente ya no era un enigma para mí. Había descubierto quién era ella. Y en el instante que había abierto los ojos. Había descubierto que ella había entrado en lo más profundo de mi corazón. Sin yo ni siquiera esperarlo. Era un hermético en lo que se refería a los sentimientos. No planteaba buscarme alguna novia en mis días de universitario. Simplemente quería divertirme, mientras intentaba acabar aquellos días y lograr con ello graduarme.

— Has conseguido la horma de tus zapatos... Y si que te ha golpeado... — me dije a mí mismo, siendo consciente que ya ni era aquel viejo Edward.

Miré aún más hacia aquel techo y me sentí golpeado por una nueva verdad. Simplemente una que ella no quería admitirse por completo. Si tan solo....

Sin tan solo...

— Si solo tú... — dije en susurro, sintiéndome irritado a causa de todo aquello, pero consciente que tan sólo yo era responsable de ello—. ¿Cómo consigo para que veas que tú sacas lo mejor de mí?... Y que puedes confiar en mí...

Shannon:

Escapar de las miradas de Simon, Nick y de Amanda ahora era cada vez misión imposible. Ellos podían a veces sacar sus propias conclusiones, sin que lo invitáramos a participar.

— Me parece injusto... — me dijo Amanda una mañana, mientras me preparaba para salir.
— ¿Injusto qué?
— No te hagas... Me parece bien que ambos hayan decidido levantar sus banderas blanca a lo "White flag" de Dido.
— No sé de qué me hablas..._ fingí no entender, mientras me miraba al espejo.
— No te hagas... Sabes que sí...
— ¿Y bien? — crucé los brazos, después de dejarme de ver en aquel espejo que había en nuestra habitación.
— A nadie convencen con ese discurso de que son más que amigos...
— Así lo he decidido...
— ¿Por qué eres tan dura con ambos?
— Porque quizá sea la manera para evitar que alguno salga lastimado.
— Es decir... ¿Tú?

    Aquello era cierto, por lo que no pude refutar sus palabras. Me limité hacerme de oídos sordos y salir de allí. Conocía tan bien a los chicos como Edward. Siempre estarían rodeados de chicas increíblemente bellas. Pronto alguien le quitaría aquel capricho que el llamado "siento algo por ti". Y todo aquello acabaría, tal cual, como había empezado.

   Llevándonos mal, porque realmente, todo aquello había acabado siendo una mentira.

   Y la única verdad que seguía en mi cabeza es que ya no había excusas que dijeran: << Conozco a los chicos como tú. Me recuerdas a Mark... >>, sencillamente porque él no era Mark y ya estaba consciente de eso. La verdad había llegado a mí, como un balde de agua demasiado fría.

— Bien... Tenías que deslumbrarme con ese carismático y magnético Edward que ahora deseo no haber conocido en ti... — murmuré, pensando que estaba sola—. ¡Idiota! ¡Eres una idiota, Shannon!

Edward:

— Me agrada saberlo... — sonreí aún más cuando la vi girar y verme detrás de ella.
— ¿Cuánto has escuchado?
— Lo suficiente para saber que soy carismático y magnético... — fingí hacerme el interesante, viendo con ello que la hacía disgustar.

¡Cuánto había olvidado aquella expresión en su rostro!

— ¿Te estás burlando de mí?
— ¿Eso crees?
— ¿Entonces?
—Simplemente caminaba por aquí y te he visto... Quería sorprenderte. Pero el sorprendido he sido yo...

Shannon:

   Me sonrojé como una idiota. Y odiaba esa reacción que él lograba en mí. ¿Cómo, de pronto, podía hacerme enojar, y al mismo tiempo, sonrojar?

— Es mejor que entremos o se nos hará tarde...
— Por supuesto... Pero eso significa que siempre quedará una conversación pendiente. Y este fin de semana podría ser un momento sin excusa para tratar dicho asunto.
— Este fin de semana volveré a Londres... Les prometí a mis padres reunirme con ellos.
— Entonces, quizá nos encontremos haya...
— ¿Irás?
— Si tú me invitas...
— Edward...
—Tranquila, sólo bromeaba... Yo iré a Holmes Chapel.
— ¿A Holmes Chapel?_ le miré con extrañeza.
— También tengo familia..._ me guiñó un ojo y entró en el salón de clases, antes que yo.