Si Sólo Tú

Capítulo 4: "¿Qué estás buscando en realidad?"

Capítulo 4

"¿Qué estás buscando en realidad?"

  Edward:

   La había visto como todas las mañanas, siendo ignorado por ella, mientras ella lograba sacar lo odioso de mí, al mismo tiempo que había logrado llamar mi completa atención, como ninguna otra chica lo había hecho antes. ¿Por qué lo que se te niega, es lo que se te hace más atractivo? Es una pregunta interesante cuando estás en frente de eso que te llama, sin que te llame realmente.

_ Hola... ¿Desayunando sola?_ dije al sentarme a su lado, mientras volvía a ver aquel gesto de desagrado en su cara. Algo que si explicación alguna, me agradaba.

_ ¿No te parece que no es tu problema?_ espetó, poniéndose sus iPod al mismo tiempo.

_ Simplemente he tratado de ser amable..._ sonreí con picardía chocante, provocándola.

_ ¡Sí, por supuesto!..._ me miró al alzar el mentón_. ¡Por eso es que no estás aquí!... Ve con tu discurso barato a deslumbrar a otra chica... Conozco perfectamente a los chicos como tú...

_ Wow... Jamás me habían dicho cumplidos tan halagadores._ sonreí_ Quería hablar contigo... No con otra chica.

_ ¡Sí, claro!..._ miró a nuestro alrededor_ Háblame claro, Sparks, ¿qué estás buscando en realidad? ¿Una tonta que caiga en tus encantos de chico popular? ¿O es que hiciste algún tipo de apuesta con tu grupo de amigos y necesitas probar que la ganaras a costa mía?

_ ¿Crees que es lo que quiero?_ crucé los brazos mientras la miraba a los ojos, haciéndome el inocente, sabiendo que igual no me creería. Pero, de todas formas no me interesaba. 

    No era de los chicos que se quedaban con un "no" en su vida, al menos, que me lo hubiese dicho yo mismo.

_ ¡Sí!... Por lo que déjame decirte que estás perdiendo tu valioso tiempo conmigo en vez de malgastarlo con las demás chicas que se babean por ti..._ dijo al ponerse de pie, tomando sus libros con las manos.

    Hice lo mismo, por que aunque podía entender su punto de vista. Ella se había convertido en un reto para mí. ¡Y qué clase de reto!

    Era consciente que era de los chicos a los que las chicas buscaban y se me ofrecían como en bandeja de plata. No era ninguna mentira que solía coquetear con muchas de ellas, y a veces me iba a la cama con una de ellas en son de "amigos con derechos". Era mi debilidad al sentirme el dueño del mundo. Pero, con Shannon, realmente todo parecía ser distinto.

    Ella me evitaba como si yo fuese una plaga contagiosa.

_ Edward... Deja de seguirme... Ya te dije, no caeré en tu jueguito.

_ ¿Y quién te dijo que estoy jugando contigo?

_ ¡Por dios! Sí que eres patético... ¿No es obvio?_ expresó con firmeza y seguridad en sí misma_ ¿Será porque conozco a los chicos como tú?_ seguimos caminando en silencio, haciéndole ver que no me iría tan fácilmente de su lado_ ¿No te aburres de ser ignorado?... ¿De que te haga perder el tiempo, una y otra vez, pues no lograras nada?... Absolutamente nada. ¿O es acaso es una especie de experimento con mi persona? No soy ninguna de tu séquito, Sparks. Me da igual lo que pienses de mí o lo que estés pretendiendo hacer con todo esto. No conseguirás lo que quieres... 

_ No me conoces realmente.

_ Ni pretendo conocerte... 

_ ¿Segura?... Luego no vengas a mí pidiéndome que seamos... No sé... Lo que tú quieras.

_ ¡Sí que eres un cínico!..._ se detuvo en seco, mirándome desafiantemente_ Si tuviese que hacerlo. Serías el último en una lista que jamás escribiría. Incluso, si fueras la última coca cola en el desierto, prefiero morir de sed.

_ ¡Wow!... Apuesto a que piensas que soy también un verdadero descarado si lo llegará a pensar. ¿O me equivoco?_ me reí, frunciendo un poco la frente.

_ ¡Idiota!_ dijo y se alejo de mí, no si antes terminar de fulminarme con la mirada, dejándome claro que era para ella: "Una persona no grata".

Shannon:

   ¡Perfecto!, aquel día no podía ser menos perfecto, como lo habían sido los demás en mi vida. Era consciente que él lo hacía porque no lograba conseguir lo que buscaba en mí, y por ello, buscaba irritarme al punto de que deseará hacerlo desaparecer de mi presencia. 

   Me conocía tan perfectamente ese discurso barato que había intentado utilizar conmigo. Me lo sabía de memoria, por lo que por más perfecto que quisiese verse ante mí, yo no pensaba caer en su juego. Sabía cómo quedaría si caía en él.

    Volviéndome un número más en su lista.

   Una más de esas que usaría y desecharía como lo hacía como una hoja de papel que se lanza a la basura.

    Y algo que me había prometido, era nunca ser el jueguito de nadie. Y menos, de un idiota como él.

     Entré en la siguiente clase, la cual compartíamos por desgracia. Y me dije internamente que él era un simple holograma. Uno de una mala calidad.

     Lo vi entrar a aquel salón y tomar asiento junto a sus amigos. Uno rubio que se llamaba Nick y uno con rasgo árabe, llamado Simon. Hice como si no lo hubiese visto y agradecí la entrada del profesor. 

_ Una que al fin se te resiste..._le dijo Simon, sin yo escuchar, mientras me miraba de reojo.

_ McDonalds, no cantes victoria... Aún no le he puesto "Fin" a este asunto, por lo que sólo espera y verás. ¿Acaso has visto una que se me resista por mucho tiempo?

_ ¿Una que te odie o no?_ interrumpió graciosamente Nick, haciéndose visible en aquella conversación.

_ Ambos verán que se equivocan... No escucho negativas en mi vida. Y ella no será quién le ponga un "No"...