Saboteo

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Un traje color oscuro, un bombin que una reina le diseñó, unas flores y unos chocolates, era lo que adornaba al joven Agreste que ese día estaba dispuesto a ganar el corazón de la reina Marinette a como diera lugar.

Ese día había llegado a la escuela captando la atención de todos al verlo tan arreglado.

-¡Milagro que te bañas! Te hace bien- le dijo Nino que iba llegando como la vieja chismosa que es. Alya venía detras de él.

-Te ves bien- le dijo Mylene que venía junto con Ivan para saber quien era la o el que recibiría las flores.

-Para moi, gracias adriboo- ya sabemos quien dijo eso.

-No son para ti Kim, ni para ti Chloe- dijo al ver que la rubia venía corriendo detras de Kim, lista para saltarle encima.

Luka vió eso de lejos con enojo.

Todavía era demasiado rápido como para perder.

Se supone que el es mayor, alto, guapo, sabe tocar la guitarra y aunque no tenga pestañas, tenía buenos sentimientos ¿Cómo es posible que Marinette no se de cuenta de lo que se pierde?

¿Acaso es demasiado hermoso para ella?

Había escuchado por ahí que París es ciego, con eso lo confirma.
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Ese día Luka se había quitado su armadura. Ese día ir en contra de su codigo moral de caballero y sabotearía a su rival.

Entró cautelosamente al salón de su hermana con un antifaz negro cubriendole los ojos, siendo irreconocible para todos.

¿Qué diría su Reina si lo hubiera visto haciendo eso? Estaba seguro que no lo felicitaría.

Adrien quien estaba ocupado contandole el chisme a Kim y Nino, no se dió cuenta que Luka había tomado las flores que con tanto amor, esfuerzo, cariño, amabilidad y.... dinero había comprado.

Luka ya se iba pero se percató de que Adrien también había comprado chocolates.

Era hora de tomar venganza por la vez que Adrien lo pegó a una banca con un iman gigante.

Sin piedad, abrió los chocolates y los aplastó en el asiento dejando una gran pasta en su lugar.

Era hora de avergonzar a Adrien.

Con eso, todos pensaran que se había hecho del 2.

Luka sonrió malisiosamente.

Tomó un chocolate y lo probó. Que bueno que los aplastó, ¡Estaban deliciosos!

Salió sigilosamente del salón con una sonrisa, no habiendo sido reconocido por nadie.

Se quitó el antifaz y lo dejó por ahí mientras se dirigía a tirar las flores al rio Sena.

Los antifaces si que hacian maravillas.
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-Te lo digo amiga, Adrien traía flores y chocolates- le contó Alya a Marinette quienes estaban sentadas en una banca en el patio de la escuela.

Los ojos de Marinette se iluminaron y sonrió.

-¿Serán para mi?- dijo la chica feliz pensando que nombre le pondrían a su hamster. Si era niño, Adrien 2.

Alya asintió con la cabeza sonriendo.

Pronto su sonrisa se desvaneció poco a poco al ver a Luka caminando con las flores que Adrien traía y con algunos chocolates en sus manos sonriendo satisfechamente.

-Amiga, Luka trae las flores que tenía Adrien- dijo Alya viendo como el rostro de su amiga se tornaba serio.

-Eso significa que...- dijo y suspiró derrotada sin poder terminar la oración.

Marinette por primera vez extrañó que la llamaran reina y le hicieran reverencias molestas.

Se dirigieron al salon caminando desganadamente.
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En el mejor momento del día (la salida)

-¡Iugh, Adrien se hiso popó!- grito Kim como buena vieja chismosa que se respeta.

Adrien sintió las miradas de todos, pero solo una lo había hecho sentir avergonzado.

La reina Marinette lo estaba viendo.

Todos se alejaron de ahí asqueados menos una persona. Su majestad Marinette.

-Te voy a ayudar- le dijo la ojiazul mientras los ojos del chico comenzaban a lagrimear.

Continuara....



Larga vida a la reina MarinetteWhere stories live. Discover now