Amargo Y Coqueto. (Marckyle One-shots)

Caballero.

Eran epocas navideñas y Marco no podía estar más entusiasmado, tendría un pequeño concierto en su natal México junto a su primo Miguel, el cual tenia ya sin ver desde qué el se mudó a San Fransokyo.

Y por si fuera poco invitó a su mejor amigo/crush a pasar con el las fechas el cual accedió de inmediato, Sí el y Kyle se conocieron una bella tarde de otoño, Marco venía arribando de México y se encontraba admirando la belleza de la ciudad tan futurista por su lado Kyle se encontraba fuera del aeropuerto esperando la llegada de algún incauto que necesitará de un uber y para su fortuna ese incauto fue un pelirrojo de ojos verdes cuyo nombre ya no recuerda, pero Marco embobado con lo distinto del lugar no se fijo que se metió en el camino del auto del asiático que iba arrancando.
Escandalizado el pasajero inmediatamente canceló el viaje, mientras el asiático se preparaba para golpear al idiota qué se atravesó cual vaca.

Marco qué apenas despertaba de su ensoñacion pese a casi ser atropellado se encontró con un par de profundos ojos negros que le miraban con molestia. Marco inició un viaje con el azabache para "compensar" el espantarle a su anterior cliente, aunque la realidad era que quería una excusa para poder pasar más tiempo con el interesante joven.
Y después de todo el camino de insistencia el moreno logró obtener el numero del asiático, el cual también había disfrutado de la compañía del menor. Gracias a ese incidente y a la constante insistencia de Marco comenzaron a verse de manera continúa creciendo la amistad entre ambos.

Marco vio a lo lejos a Kyle que venía llegando al aeropuerto de México, tan alto y guapo como siempre se acercó a él entre el mar de personas que ahí había. Y conforme se acercó y la gente se disipó pudo observar una mata de cabellos revueltos que ya conocía. Ahí de la mano con su mejor amigo se encontraba Hiro el prometido de Kyle.
Después de un saludo Marco huyó al baño con urgencia.

-Pero claro Marco, era más que evidente que Kyle traería a su prometido consigo, ¡Él no te ama a ti, entiende!!.- Se mojó la cara sintiéndose un idiota ¿Como se le ocurría pensar que Kyle simplemente iría a su show en México sin el renacuajo de su novio?

Desde el día que se conocieron Kyle ya estaba en una relación con Hiro, de hecho la razón por la qué Kyle trabajaba como Uber en sus tiempos libres era para conseguir algo de dinero extra para comprarle a Hiro una sortija digna del genio. En ningún momento Kyle se percató de las intensiones románticas del moreno y bueno, no es como que el chef le hubiera ocultado información. Si apenas la primera vez que convenció a Kyle de ir por un café el asiático llegó con Hiro de la mano mientras reian tranquilamente, lo presentó como su pareja y el genio se marchó a trabajar mientras ellos ordenaban sus cafés y se sentaban a charlar. Así que sí, lo que se había enamorado de su mejor amigo había sido por su propia pendejez.

Pero no pudo evitarlo, conforme la confianza en el otro crecía su necesidad de algo más que una amistad lo hacía a la par. Y por mucho que dolía no podía simplemente dar la vuelta y marcharse.
Al grado de participar en la pedida de mano del genio de la robótica, un acto tan cursi y romántico que desconcertó a Marco y a Hiro de saber que el chef lo había planeado.

Comenzó sencillo, llamó a Hiro a buscar por la ciudad algunas pistas y resolver acertijos cosa que fue sencilla para el genio y una vez la luz de la luna a media noche iluminaba el cielo Hiro llegó al gran barco que se encontraba anclado al puerto de San Fransokyo, un yate adornado en su totalidad con velas y rosas, el genio apenas llegaba y ya tenía los ojos totalmente húmedos por las lágrimas que intentaba contener. A mitad de la cubierta Kyle vestido de gala le esperaba con un ramo de Tulipanes azules y una amplia sonrisa. Apenas Hiro dio un par de pasos más Marco comenzó a tocar el violín, una bella melodía especial para ambos, Hiro no pudo contener más las lágrimas. Todo era precioso y cuando el asiático entrego el ramo a su novio se arrodillo y una pequeña caja de terciopelo morada se abrió frente a el dejando expuesto un bello anillos de oro blanco con un discreto diamante al centro.