Ephemeral One Shots

[Navidad; Reacciones] [Parte 6]

Situación: si les pidieras que se vistan de Santa.

Natsume:
»Jaja, no«, su respuesta sería rotunda.
Y es que por más que amara a sus tres hijos, no estaba dispuesto a vestirse de un ser ficticio solo para hacerles creer que si existía.

Lo miraste haciendo un puchero.

»Por favor«, dijiste alargando la última palabra.

»No, ____«.

»Anda, para la próxima Navidad seré yo«.

»No«.

»Natsume, tenemos gemelos de dos años, hazles solo este regalo«.

»Les di la vida, ¿qué más regalo que ese?«.

»Yo les di la vida«, te cruzaste de brazos.

»Ah, pero yo puse la semilla«, te guiñó un ojo.

Rodaste los ojos, sabías que Natsume tal vez no era la persona con el mejor humor del mundo pero esperabas que hiciera solo este detalle por sus hijos. Suspiraste, rendida, no tenía caso hacer un berrinche por eso ni pelear en Navidad.

Shiba:

»Santa no tiene colmillos, ni se convierte en lobo«, dice riendo mientras niega con la cabeza.

»Vamos, tu hermanito merece por lo menos ver un Santa lobuno«

Él deja de lavar los platos con un suspiro, te mira y sonríe, acariciando tu mejilla.

»Quiero mil besos después de esto«.

»Trato«, respondes, sonriendo.

Ray:

»No puedo creer que me convencieras de hacer esto«, dice mirándose al espejo, acomodándose el traje.

»Soy muy convincente«, dices riendo, dándole un beso en la mejilla.

La idea había surgido después de que su hermana perdiera otra mascota, se le veía más triste que antes y no hablaba como solía hacerlo, así que para la víspera de Navidad, en vez de darle una mascota nueva, decidiste hacerle una pequeña fiesta navideña en donde Ray fuera el santa. Convencerlo fue muy difícil, sin embargo, era su hermana y él vio las maravillosas intenciones que tenías, así que aceptó.

»Me tendrás que dar dos hijos como paga«.

»Con gusto«.

Nagi

Por alguna razón, Nagi se negó una y otra vez, lo cual te extrañó en demasía pues normalmente aceptaba todo lo que te ofrecías, tanto como vestirse de payaso hasta disfrazarse de Ray para el cumpleaños de este, como burla.

Ahora se estaba negando demasiado a vestirse de Santa, lo veías extraño, era para una actividad de un orfanato y no aceptaba aún así.

»Amor...«

»Es que, no soy un Santa. Santa Claus no se hace invisible ni es flaco...«

»Mi amor, eso no tiene nada que ver«, dijiste dándole un beso »Por favor, será la última vez que pida esto«.

Él suspiró, pasando sus manos por su rostro. Trataste de comprenderlo, sabías que Nagi era muy inseguro consigo mismo así que acariciaste su rostro, le diste un beso y le sonreíste de lado:

»No lo harás, susurraste, »le pediré a Shiba que lo haga, ¿sí? No te obligaré«.