11. "Emily" (Parte 2)

Zacznij od początku
                                    

—...Dios—susurró inaudible.

Sepultó su rostro entero detrás de sus manos mientras continuó lamentándose. El corazón comenzó a martillarme como loco. No podía ser. No había lugar a lo que yo estaba creyendo.

—Michael, Michael mírame...—le llamé, y de donde he tenido las fuerzas para hacerlo, lo obligué a bajar las manos de su rostro.

—Rachel...—susurró, cediendo.

—¿Es... cierto?

Y marqué una dolorosa pausa, en la que su hermoso rostro mostró vulnerabilidad.

—Michael... ¿Lo es?

—Yo... creo que...—el trastabille de su voz paró, y sus benditos ojos se iluminaron frente a mí, como si de pronto hubiese recordado algo importante—. Espera, estás diciendo que no sabes si ha sido por mí que terminaste con Ross.

—No me cambies la pregunta, Michael.

Suspiré, intentando ocultar el enfado por haber evitado contestar a mi pregunta.

—Rachel, por favor. No estás segura si fue por mí... ¿Cierto?

—¿Qué con eso?

—¿Por qué no estás segura?—se enderezó, y por un instante permaneció firme.

Estaba tan cabreada, sintiéndome tan insignificante por confesarme ante él, que apenas pude moverme.

—Porque... No sé qué es lo que estaba sintiendo. O lo que pasó estos últimos días... no sé...

Se tornó serio. No era la respuesta que él estaba buscando, seguro. Pero no me importó.

—¿Responderás mi pregunta?—bramé.

—...¿Por qué estás tan interesada en saberlo?

—¿Por qué estás evitando contestarme?

—Porque... no sé si realmente quieras saberlo, Rachel.

—No veo por qué otra razón estaría preguntándotelo.

Ambos resoplamos al mismo tiempo, y su mirada se estrelló contra el suelo.

—...Bien—susurró, tendiendo la palma de su mano abierta frente a mí.

Yo estaba agotada, y él también. La ansiedad, cada pequeño atisbo de nervios se sintió entre ambos. A cada insoportable segundo en que evitó mirarme, cada suspiro lastimoso, cada latido agresivo de mi corazón, y cada maldito segundo que se prolongaba más en soltar su respuesta.

—Yo he... Yo he estado sintiendo... Maldita sea, ¿Cómo podría decírtelo?

Y calló, mientras mi aliento se detenía entre mi garganta. Me estaba volviendo loca. Quería saberlo, y tanto como no lo quería también.

—No ha pasado ni un día, ni uno sólo desde que te conocí, en el cual no hayas estado en mi mente. Cuando te conocí jamás pensé en que un sentimiento tan grande pudiera crecer en mi, y mucho menos hacia ti. Pero así fue.

Un dolor agudo en mi estómago, y entonces, el suelo perdió firmeza bajo mis pies. Todo perdió sentido y también todo lo volvió a tener. Pero aquello simplemente no podía ser cierto.

Su mirada se dulcificó, y el corazón se me volvió a derretir.

—¿No dirás nada?—susurró, y pude darme cuenta de que lo que justo acabó de decir, le lastimó tanto el sólo decirlo como a mí el sólo escucharlo.

Rogué que mi cordura no me abandonara.

—Es que no puedo creerlo...—murmuré, con mis ojos recorriendo la rutilante habitación. Buscando por algún sitio en el que, habría millones de posibilidades de caer encima si la presión dentro de mi pecho y cabeza continuaba atormentándome así.

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz