capítulo 4 - ¿él?

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La claridad de la habitación me molestaba. Las paredes eran totalmente blancas sin ninguna decoración, un gran ventanal (con el marco también blanco) dejaba pasar una gran cantidad de luz que me daba ganas de levantarme y cerrarlo, pero no tenía persianas ¿cómo no podía tener persianas?

Como si me escuchara, la persona frente a mí se levantó y le dio a un botón que hizo bajar unas persianas eléctricas. Guau, qué nivelazo pensé.

"Debes de ser la única a la que le molesta la luz a las siete y media de la tarde." Siguió ella, volviendo a su sitio frente a mí en la mesa. No era la primera vez que se había dado cuenta.

"No me molestaba." Dije asqueada, no sabía por qué pero no quería darle la razón.

Pasaron unos segundos en los que ella se me quedó mirando y yo miraba el escritorio de cristal, mientras hacía el ritmo de una canción de The doors con los pies.

"Dánae," me llamó y entonces paré el movimiento de mis pies y la miré, encontrándomela con los brazos cruzados, una ceja levantada y una sonrisa. "Puedes comenzar."

Suspiré repasando los puntos que quería tocar con ella aunque hoy no fueran muchos. "Todo sigue igual, me las voy arreglando en el instituto, interactúo con la gente y como sano. Eso sí, no paro de discutir con mi madre, es atroz ¿me puedes explicar como alguien puede discutir, con argumentos lógicos, sobre la cantidad de salsa que le hecho a su almuerzo? Ni siquiera le hecho."

Ella ríe. "Bueno, entonces tenéis un problema."

"Y que lo digas."

"Pero bueno, las discusiones pequeñas entre familia es lo normal ¿hay algo más que quieras contarme?"

Tragué saliva, Ana era mi psicóloga desde hacía casi dos años pero aun me costaba decirle como me sentía sin tapujos, en realidad en muy pocas ocasiones lo había hecho. Y no era que no quisiera, pero cada vez que lo intentaba (como en ese momento) sentía como si hubiera una barrera entre mi boca y mis labios. Simplemente pensar en que si se lo decía no podía dar marcha atrás y podría arruinar todo, hacía que yo misma me quedara siempre parada.

Y si lo pensabas era muy triste... Quizás podría escribir un poema sobre aquello.

«¿Por qué me encuentro tan sola cuando no estoy sola? ¿Por qué esa soledad duele más que la de cuando estás sola de verdad?» pensé mi respuesta, pero se quedó atragantada en mi garganta. Si lo admito, sería dar un gran paso atrás.

"Nope, todo correcto."

"Y yo que me alegro." Dijo ella, sonriente.

"Lo mismo." Dije intentando sonreírle, pero solo me salió una mueca.

"Pues Dánae ahora que estás mucho mejor... ¿Crees que serías capaz de trabajar ese tema?" Dijo con cuidado, como si tuviera miedo a hacerme daño con sus palabras.

Me paralicé, 'trabajar un tema' para ella era joder mi mente, buscar en los recovecos más inhóspitos y oscuros de ella para encontrar las heridas, hacérmelas recordar y luego olvidarlas. Y sí, era un proceso estúpido e innecesario.

"No... Por ahora no, estoy en exámenes y todo eso, podría afectarme en los estudios." Mentí, no tenía exámenes pero no lo hice cuando le dije que me podría afectar. Ella sabía que era así.

"Dánae..."

"¿Sabes qué? Ya sé lo que quiero estudiar." Cómo era un tema que le preocupaba también (decía que ya faltaba poco para que tuviera que ir a la universidad así que no podía estar tan perdida) ella pasó por alto mi cambio de tema.

"¿Qué?"

"Quiero estudiar dirección de empresas."

¿Realmente quería? ¿Lo que esperaban que hiciera?

Tras responder un par de preguntas más a Ana, salí del piso donde tenían montado el chiringuito este del psicólogo y bajé las escaleras hasta el portal.

En la entrada me sorprendí al ver la misma espalda que estaba tocando el piano en el hotel de mi madre, pero esta vez estaba medio apoyado en la pared del edificio y aún así seguía con la postura firme y segura que tenía cuando tocaba. Me sorprendí de haberlo reconocido pero la verdad era que me sonaba de algo...

Por estar tan despistada (como solía estarlo) tropecé en el pequeño pero endiablado escalón hacia la acera. Maldije mentalmente cuando vi que él se daba la vuelta.

Y entonces recordé. Lo recordé.

"¿Dánae?"

"¿Tyler?"



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