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Rob solo pudo pensar que sentia que Bomb guy veia hasta lo mas profundo de su alma, así que apartó la mirada, nervioso, y habló por lo bajo.

–Yo solo... Llegue tarde y el director... Me encontro... Fuera. –Julius arqueó una ceja al escuchar aquello, decepcionado.– Se penso que me estaba escapando...

–Que patetico. –La forma en que Julius dijo aquello no ayudó a que Rob se sintiera mejor para nada. Por otro lado, Julius frunció el ceño y continuó hablando. –Ehm... Bueno, no importa. Si quieres sobrevivir aquí... —Echó una mirada hacia sus amigos, con una sonrisa malevola.– Debes cumplir con algunos requisitos, por asi decirlo... Hacer algunas tareas.

–Eh... –Rob sabia algo sobre aquello: en la escuela se rumoreaba que ese era como un ritual de iniciacion en su pandilla, que lo hacian todos los que entraban a detencción y que según los "resultados" o entrabas (como pasó con Scythe), o te golpeaban hasta el cansancio. Tambíen cabía la posibilidad de no entrar sin ser golpeado, pero aquello jamás le pasó a nadie por mucha suerte que tuviera. Después de todo, todo aquel jueguecito de los "requisitos y tareas" no era mas que una excusa para desquitarse con cualquier idiota que pisara aquella aula. Rob no queria ser golpeado, él no era precisamente fuerte ¡era un debilucho, no podría defenderse!

Bomb guy se miraba las uñas pintadas de negro, cruzado de brazos, sin dirigirle la mirada a Rob, esperando, impaciente, una respuesta. A pesar de que todo ese jueguecito lo habia inventado él y que le hacia sentir poderoso, pues habia convertido el aula de detenccion en su propia guarida; convertido su jaula en un parque de diversiones, estaba inquieto, esperaba poder divertirse a lo grande con aquél nuevo individuo que por su largo flequillo parecia un emo de aquellos.

–Supongo que no puedo negarme así que, ¿Cuales son esas... Tareas? –Habló Rob cortando el breve silencio que se formó entre ellos, con la vos lijeramente temblorosa, cosa que hizo que se sintiera estúpido.

Julius sonrió nuevamente. –Puedes negarte, esta claro, pero... Seria una pena. –Dijo lo ultimo por lo bajo, casi susurrando. Y luego añadió, con una sonrisa y sin pensarlo mucho: –No quiero tener que romper una cara tan bonita. –Julius era abiertamente bisexual, pero, aún así, cuando uno tenia su estatus los prejuicios eran casi irremediables; por lo que, sin que se notase que se había puesto nervioso por unos instantes, añadió: –A menos que seas un masoquista de esos, ugh. ¿Quieres recibir una paliza?

–¿...? –El pelicastaño perdió el orden de las palabras en cuanto escuchó todo eso y no supo que decir. Alejó su mirada hacia el frente, apenado, tapandose con su largo flequillo para que un muy sonriente Bomb guy no viera su sonrojo. ¡Que mierda! ¿Que era eso? ¿Un halago? Aún que le había llamado masoquista... Seguro que solo se estaba riendo de él. –Aah... No... No...

Rapidamente, Julius volvió a hablar con el ruido de sus amigos haciendo un desastre de fondo. –¡Eh!, Dejate de tartamudeos, toma. –Sacó un papel doblado y algo arrugado de su bolsillo, lanzandoselo de mala manera a Rob sobre la mesa. Este lo cojió, lo abrió y leyó todo pensando en lo jodido que estaba, si no le golpeaba la pandilla... Le iban a golpear los demas alumnos de la escuela, porque en la lista figuraba robar a algunas personas, incluso jugarles alguna broma, tambien robarle al director y muchas cosas mas en las que Rob prefirió no pensar.

–Esta... Bien... –Dijo finalmente, no muy convencido, pero queriendo darle fin a aquella incomoda situación. Ya pensaría en como lidiar con aquello.

–Nos vemos mañana, aquí, cuando cumplas la primera tarea. –Julius se levantó como si hubiera estado impaciente por levantarse, cosa que era mentira, y se sentó apoyando los pies en la mesa a un lado de Reaper. Rob siguió con el papel en las manos, lo volvio a ojear, la ultima tarea estaba vacia. ¿Deberia asustarle eso? Por qué estaba muy asustado.

Pasada una hora, Rob pudo retirarse a su correspondiente clase con el sonido de la campana de fondo. Como la profesora seguia durmiendo, Cupcake empezó a hacerse un porro y se lo fumaron en la ventana entre chistes de mal gusto. Normalmente deberian de ir a clases, pues solo estaba permitido meter a los alumnos a detenccion una hora cuando se trataba de horario lectivo y no de horas extra, pero la profesora seguiría dormida por un buen largo rato y además, a ninguno de los chicos le disgustaba estar en ese aula, era su maldita guarida, a donde todos los caminos les llevaban, donde se sentian con el absoluto control de todo aunque fuera mentira, y tambien donde crecieron, pues todos se conocieron en la primaria en esta misma, cuatro chavales incomprendidos y con mucha rabia acumulada por dentro.

Rob no pudo prestar atención a ninguna de sus clases pues mantenia en mente rondando cada una de las horribles tareas que tendria que hacer, y lo jodidamente nervioso que le ponía el estar cerca de Julius, le... Intimidaba. Las tareas le intimidaban, ¿como iba a hacerlo? Despues de comerse la cabeza por un largo tiempo, decidió encerrarse en el baño y acabó llorando, en aquél momento su vida para el era la mierda mas grande que hubo jamas, pero no por las malditas tareas si no que por que sentia que tenia toda la mala suerte del mundo. Salió del cubículo, se lavó la cara rapidamente y pensó en aprovechar que ya era recreo para irse a la biblioteca, pues alli no solia haber gente y estaria rodeado de una de sus pocas cosas favoritas del mundo: libros.

Mientras tanto, del aula de detencción salia un muy colocado Bomb guy, con los ojos rojos y un aspecto despreocupado; basicamente como siempre. Habia perdido la cuenta de los porros que habia fumado aquél día, pero ya no importaba, ahora solo importaba que estaba flotando y que necesitaba ir al baño. Se dirigió hacia el baño de hombres, sintiendose lijero, con una sonrisa incluso y mucha gente se quedaba mirándole por los pasillos, sorprendidos de verle "feliz", pero menos que poco le importaba que le miraran.

Empujó la puerta, entrando. No se esperaba encontrarse al chico que fue a detencción antes, lavandose la cara en el puto mismo baño. Rob levantó la cabeza, tenia los ojos rojos, pero, a diferencia de Julius, el los tenia así por el llanto. Al darse cuenta de que había alguien más en el baño y de quien se trataba, intentó no mirarle directamente, aún que era complicado teniendo en cuenta que el pelinegro le estaba mirando de forma jodidamente descarada.

Julius se acercó sin dejar de mirarle, Rob ya estaba demasiado nervioso, así que se secó la cara rápidamente y se puso su mochila, antes tirada en el suelo, sobre uno de sus hombros, dirigiéndose después a la puerta, no sin antes echarle una última mirada desde el espejo al bravucón, pudiendo notar sus ojos inyectados en sangre y barajando las pocas posibilidades llegó a la conclusión de que estaba drogado, no le dijo nada, nisiquiera le pudo sostener la mirada por mas de tres segundos, así que salió del baño y se fue a la biblioteca casi corriendo, sintiendo que una gran presión en el pecho se liberaba lentamente a medida que se alejaba del lugar. ¿Por que mierda se sentía así? Maldita sea.

Por otro lado Julius que había olvidado que mierda hacia allí, se miró al espejo, diciéndose mentalmente lo guapo que era y pensando en lo rara que había sido toda esa tensión entre ambos hacia unos segundos. Le restó importancia y se dio cuenta de que había ido a mear, así que procedió a hacerlo.

Scars「ᴶᵘˡᶦᵘˢ ˣ ᴿᵒᵇ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora