Capítulo 40- Pocas horas de sueño

40 7 7
                                    

De repente desperté, por un dolor de espalda desagradable. De esos que uno tiene luego de dormir en una mala posición o sobre algo duro. Abrí mis ojos para ver qué estaba sola. Los chicos habían desaparecido. "Se han ido sin avisarme" pensé mientras que me incorporaba lentamente. "Me abandonaron." El momento que más había temido llegó. "Estoy completamente sola." Caminé hacia la cancha con esperanzas de encontrarme con alguien. De repente logré distinguir algo en el centro de la cancha. Me acerqué poco a poco hasta ver qué ese algo era mi diario, completamente abierto con algunas páginas arrancadas. Miré hacia los lados pero no había nadie, solo algunas de las páginas de mi diario que formaban un extraño camino. Entre más caminaba, las páginas que había en el suelo eran peores, dejando a plena vista mis más profundos secretos. Caminé hasta que llegué a la casa de Will. Toqué la puerta pero nadie abrió. Miré a través de una de las ventanas. Estaban hablando en la cocina. Toqué la ventana para que me abrieran pero al verme solo expresaron disgusto. Un gran dolor atacó mi pecho como una inyección que comenzaba a expandirse por todo mi torso. Sumado a esto, comenzó una tormenta violenta que sacudía los árboles y destruía el cableado de la electricidad.. Nuevamente toqué la puerta con la esperanza de que tuvieran un poco de piedad y me abrieran. Afortunadamente escuché pasos para luego ver qué la puerta se abría lentamente. Will apareció pero no era mi Will. Me miraba con disgusto y molestía. "Que haces aquí?" "Me dejaron sola..." "Samantha terminamos" "Que?" "Agh Samantha no es gracioso. Vienes aquí apestando a alcohol y con una botella en la mano cuando prometimos que no íbamos a hacer eso." Junto a sus palabras apareció una botella de whisky." No. Yo no tomé esto yo-" "Samantha lo nuestro ya terminó" De repente el resto de los chicos apareció " No le da vergüenza?" Murmuró Nicholas. El dolor en mi pecho no hacía nada más que crecer. "Además vimos tu diario." Tragué con dificultad. "Nos llamas amigos y escondiste eso? Por favor." Dijo Daniel rodando sus ojos "Mi diario?" "Si. Lo vimos todo. Ya no vale la pena fingir. Con razón tus papás no te quieren" Soltó Leo. Con esas palabras cerraron la puerta, dejándome en la lluvia a afrontar los truenos sola. Respiraba con dificultad en las escaleras de la puerta de Will. "Mi diario. Lo han visto todo." Pensé mientras sentía que poco a poco el agua pasaba en cada una de las capas de ropa que llevaba. Mi piel comenzaba a temblar al contacto con la lluvia y comenzaba a arder. Extrañada me saqué la chaqueta y la polera manga larga para quedar en una camiseta de tiritas. La puerta se abrió de manera violenta raspándome todo el brazo. Los chicos bajaron las escaleras como si yo no estuviera, pisoteando mi chaqueta. "Sigues aquí?" Dijo Nicholas con desdén "Mira lo que está haciendo por atención" susurró Brian. De repente aparecieron Scott y Jacob con cámaras. El flash me cegaba . Logrando apartarlos llegué al auto de Nicholas."Esperen! No es lo que piensan!" Grité con desesperación "No es lo que pensamos? Como podemos confiar en ti?" Dijo Daniel abriendo la puerta. Mis muñecas comenzaron a arder. Era como si desde adentro algo estuviera rasgando mi piel con desesperación. El dolor bloqueaba todos los otros sentidos. Mi vista se volvía borrosa mientras caía en mis rodillas. Entre las lágrimas logré ver qué mis muñecas se estaban quebrando como vidrio dejando caer un oscuro líquido espeso. "Will! Chicos! Necesito ayuda!" Dije intentando incorporarme apoyándome del vidrio. Escuché la ventana abrirse para luego escuchar: "Estás ensuciando mi auto" y con eso se escuchó el motor rugir antes de que el auto desapareciera en la lluvia. El dolor no dejaba de aumentar junto al líquido negro. Comencé a toser para darme cuenta que en vez de sangre estaba escupiendo ese extraño líquido negro. Sentía como mis pulmones se llenaban poco a poco impidiendo que yo pudiera respirar. Con dificultad tosía, jadeaba sin parar para mantenerme viva. Arrastrándome por el suelo llegué hasta un árbol. Bajo su sombra me protegi de la lluvia aunque no mojarme no era la gran solución a mi situación. Mi respiración se volvía casi imposible mientras que mis muñecas se quebraba más haciendo que más y más líquido saliera. Para mi mala suerte los truenos se volvieron cada vez más aterradores, atacando todo lo que rodeaba el árbol y su sombra, amenazando con llegar a mis pies. Comencé a llorar del terror. "Así es como voy a morir?" pensé riendo con dificultad hasta toser sin parar "Soy patética" Comencé a llorar, por cada una de mis memorias deseando no haber nacido. Las lágrimas que invadían mis ojos se transformaron poco a poco en la sustancia viscosa de mis muñecas. Intentaba no llorar para poder conservar mi visión pero el dolor no me dejaba controlar mis emociones. Poco a poco mi vista se veía sumergida por la oscuridad. Jadeando intentaba aferrarme a algo que me indicara que aún podía sentir algo en vano. Lo último que vi fue una sombra de una chica con el pelo largo rizado y su mano que se acercaba a mis mejillas. Pero para mí ya era muy tarde, todo estaba negro y finalmente no podía respirar. No valía la pena intentar . Me dejé ahogar en la oscuridad infinita.

GE~NIALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora