TRES

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La noticia del accidente que involucraba a Isabella Swan se extendió por toda la ciudad en minutos. La escuela suspendió las clases por ese día y el siguiente. La joven estaba en estado delicado, luchando por su vida. El jefe de la policía, dominado por la furia, había ordenado encarcelar al adolescente que estaba conduciendo la furgoneta.

-¿Vamos a ignorar el hecho de que estabas a punto de hacer algo estúpido?  -Rosalie preguntó observando enojada a Edward.

Los Cullen habían convocado una reunión de emergencia en la sala de su casa. La tensión casi podía tocarse en el lugar. Emmett intentó tranquilizar a la rubia, rodeándola con sus brazos, pero ella lo hizo a un lado. Sentándose en el brazo del sofá, al lado de Esme. Estaba casi consternada, al ser vampiros había muy pocas cosas que podían sorprenderlos. 

-Es mejor que hablemos de lo que sucedió. El resto lo dejaremos para otra ocasión -habló la inmortal que hacía el rol de madre en esa familia. 

Carlisle asintió estando de acuerdo. Sus hijos se veían afectados por lo que había ocurrido en el estacionamiento. Él aún no podía explicar cómo Edward y Jasper habían sido capaz de salir de allí sin ocasionar un incidente. La sangre de Bella había sido expuesta en cantidades que tentarían a cualquiera. 

-Yo no lo vi venir -comentó Alice, mirando en dirección al doctor. 

-Todos lo escuchamos -interrumpió Edward-. Una voz clara que impidió que yo intentara salvarla. Esa misma voz nos dijo que saliéramos de allí. 

-Entonces alguien los estaba vigilando -dedujo Carlisle. 

-No pudimos descubrir la procedencia de la voz -Jasper lucía preocupado. 

Kassia los escuchó hablar con seriedad al llegar a la casa. Se había encargado de vigilar que la sangre de Swan no atrajera deliberadamente a los vampiros que rondaban la zona. Se cuestionó unos minutos entre hablar o no. A fin de cuentas, ya había intervenido. 

Se quedó en un rincón, mientras los miembros de la familia intentaban quitar conclusiones de lo que había sucedido. El hecho de que había podido hablarles, tal vez se debía a que los días en los que adquiriría forma humana ya se estaban acercando. Lo cual era un inconveniente al tener a un grupo de vampiros por la zona. No quería dejar a los Quileute que lidiaran solos con sus transformaciones. Ellos la necesitaban. 

-Tranquilos, familia Cullen. No soy alguien con malas intenciones -su voz resonó en toda la sala, haciendo que ellos se sobresaltaran-. Mi misión en el mundo es custodiar el pacto de la línea del tratado que tienen ustedes con los metamorfos. 

Los Cullen se observaron tensos los unos a los otros.

-¿Quién eres? -preguntó Carlisle, le pareció tan extraño no tener una figura física a la cual dirigirse. 

-Mi nombre es Kassia. Soy la entidad que algunos de ustedes han sentido en el bosque. 

-¿Cómo es que no te sentimos antes? -indagó Rosalie, mirando a todos lados con suma atención. 

-Porque así lo quise. Normalmente solo hablo con los animales. Por eso han tenido que ir a cazar lejos, pues yo protejo a los de este bosque. 

-¿Qué te hizo cambiar de opinión? -inquirió Esme, levantándose y acercándose a su esposo. 

-Ustedes son algo peculiares para ser vampiros. Leí los pensamientos de Edward. Quise evitar algo que los dejara en evidencia. Ya saben lo que dicen... mejor malo conocido que bueno por conocer. Si ustedes se mudan, entonces puede que los siguientes vampiros no sean tan agradables. 

-¿Nos has estado vigilando? -Edward preguntó. 

Kassia soltó una risa. 

-No más de lo necesario, eso lo puedo asegurar. 

-¿Puedes mostrarte ante nosotros? -esta vez fue el turno de Alice. 

-Me temo que no. Cada ciertos años, puedo adquirir forma física como la de un humano. Jamás me he tomado el tiempo de contar cada cuanto sucede. Nunca me ha importado, pero sé que muy pronto podré hacerlo, de otra forma, no podría estar hablando con ustedes en este momento. Solo podría susurrar con el viento. 

Un aullido lejano llamó la atención de Kassia. Se despidió de inmediato, alegando que la necesitaban en otro lugar. Edward leyó los pensamientos de Carlisle, entonces ambos fueron hasta la biblioteca a investigar un poco. Cabía la posibilidad de que Kassia permaneciera aún allí y que solo se hubiera excusado para dejar de hablar. 

Rosalie y Emmett se quedaron buscando información en la computadora personal de la mujer. La aparición de Kassia en sus vidas había sido tan repentina que aún no estaban seguros de poder confiar en ella. Ya no se sentían cómodos al saber que había alguien vigilando que no podían ver. 

El ente femenino llegó hasta el borde un risco. Sam estaba en fase, mirando con ojos melancólicos a la luna. Kassia deseó poder acariciar su cabeza para hacerle saber que no estaría solo en poco tiempo. 

Me emocioné un poco con la historia, por eso la doble actualización en un día <3

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Me emocioné un poco con la historia, por eso la doble actualización en un día <3

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Amantes Trágicos |Edward Cullen |Where stories live. Discover now