- ¿18 años? Pero eso no puede ser – digo, aún sin creérmelo.- Bueno, es lo que es, jajaja. No te agobies de más – responde, tan tranquilo. ¿Cómo puede estar tan relajado sabiendo que en 8 días se va a morir?
- ¡Pero cómo no me voy a agobiar! – grito y, al darme cuenta, bajo de nuevo la voz, agachando la cabeza.- Cómo no me voy a agobiar.
- A ver, que no pasa nada. Llevo sabiendo esto desde que nací, y ya me he hecho a la idea. No morimos. Se supone que nos convertimos en otra cosa... pero nadie quiere decírmelo.
- Espera, espera, espera, para el carro que me estoy perdiendo – le pido antes de que continúe su historia.- Tengo muchas preguntas.
- Yo te las soluciono todas, tú tranquilo – me dice, cogiéndome la mano y mirándome de nuevo a los ojos. Sigo sin creerme que, para una persona que me gusta, va a desaparecer en menos de diez días. No es justo.- Cada 18 años, una nueva generación de Gautar nace. El primer día del año para ser exactos. Y los que estábamos antes, pues desaparecemos. El ciclo de la vida. ¿No has visto 'El rey león'?
- El ciclo de la vida no funciona así – digo de morros.
- ¿Hakuna matata entonces? – se ríe.- Tranqui, Enric, que te estoy vacilando.
- ¿No te vas a morir?
- No, eso es verdad – responde, serio.- O eso me enseñaron los Denbora.
- ¿Den qué?
- Los Denbora son los que me criaron – me explica, como si fuera super lógico. ¿Y yo cómo coño iba a saberlo?
- ¿No hay forma de romper ese... ciclo? ¿Qué viváis más de 18 años?
- Bueno, es que no puede haber dos Gautar en una misma zona del mundo. Podría ser un desastre.
- Pues que te reubiquen, yo qué sé.
- No funciona así...
- ¿Dónde viven esos Denbori?
- Denbora.
- Denbora. Quiero hablar con ellos.
- Bueno, pero eso no puedes hacerlo. Ni yo sé dónde encontrarlos.
- Necesito pensar...
- Necesitas relajarte, en serio. Bebe un poco de vino, anda – y le hago caso. La verdad es que es mucha información para procesar tan rápido. Hasta hace unos minutos, pensaba que Mateo era un fantasma vengativo y ahora resulta que es un... ¿un Gautar? Una especie de ser que controla la noche y que solo vive 18 años. Y, por alguna extraña razón, parece ser que le gusto.- ¿Mejor?
- Sí.
- Pues cenemos tranquilamente y así te relajas un poco más, que estás muy nervioso con todo esto. No quería que te enteraras...
- ¡Ah! ¿No me lo ibas a contar e ibas a desaparecer para siempre un día?
- No quería que te enteraras tan pronto, que no me dejas terminar, ansias – se ríe.
- ¿Enric?
Me doy la vuelta. Son mis padres. Están vestidos muy elegantes. ¿Qué hacen aquí? ¡Oh, mierda!
- ¡Hola, papá, mamá!
Me levanto para darles dos besos, pero luego pienso que es una gilipollez y me quedo en el sitio, sin saber muy bien qué hacer o qué decir.
- ¿Este es el amigo del que nos ha hablado tu hermana? – pregunta mi madre, mirando a Mateo, que también se levanta y le tiende la mano.
- Encantado. Soy Mateo.
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Luna de estrellas (en pausa)
Teen FictionEnric es un chico de 16 años amante de Harry Potter y con un punto de sabelotodismo importante. Todas las Navidades desde hace 10 años viaja al norte de España, a los Pirineos, con sus padres y su hermana, a un hotel en las montañas. Es lo único que...