Mi pequeña ninja (Uchiha Sasuke)

Cap 5

-Bueno, Ayame-chan, este es mi hogar. -Miro el cuarto de la peli rosa un tanto... cohibida. - ¿Qué ocurre, Ayame-chan?

- ¿Qué narices... es todo esto? -Señalo una esquina de su habitación. La primera impresión que te daba el hogar de los Haruno es uno familiar y acogedor, pero nada más conoces a los padres de Sakura y esta comienza a discutir con ellos con esa sangre tan... pues eso, Haruno, todo aquel toque familiar desaparece en segundos. Casi ocurría lo mismo con el cuarto de Sakura, era todo súper rosita y adorable, como ella parece por fuera, pero en un esquinita tenía un pequeño templo (por así denominarlo) lleno de cosas de Sasuke Uchiha. Y sí, eso me daba repelús, pues casi todo eran objetos pertenecientes al Uchiha, solamente había una foto y era del equipo siete seguramente en sus inicios.

-Eso es... Eeh... ¡Es que Sasuke-kun me gusta! Y... bueno, como buena admiradora que soy guardo todo aquello que me regala con mucho aprecio. -Sonrió ampliamente.

<<Es una acosadora>>

Así que a Sakura le gustaba aquel emo silencioso, ¿eh? Sinceramente, no me lo esperaba. Es decir, el poco tiempo que había pasado con la Haruno la chica se había centrado especialmente en impartirme clases de todo tipo para ir ayudándome a recuperar la memoria. Y Sasuke tampoco me había mencionado nada de todo ello.

¿Y si ellos dos salían juntos?

Una punzada atravesó mi pecho, pero en vez de sentirme extrañada ante ello la sentí familiar, como si me hubiese visto obligada a vivir con estas punzadas durante mucho tiempo. <<Uchidiota>>

- ¿Uchi... diota? -Me pregunto en un susurro.

¿Qué narices significa eso?

- ¿Ayame-chan? -Salgo de mis pensamientos al ser llamada por Sakura, de quien me había olvidado completamente. - ¿Ocurre algo? Estás pálida. Acaso... -Un brillo pasa por sus ojos. - ¿¡Has recuperado algo de tu memoria?!

- ¿Eh? -Aquella palabra... En realidad no sabía si era parte de mi vida olvidada, si solamente era una palabra que escuché por la calle o una palabra que se me acababa de ocurrir por lo que decidí negar con la cabeza y hacer a un lado aquel supuesto recuerdo. -Sakura, perdona pero, ¿puedes decirles a tus padres que hoy saldré un rato a tomar algo fuera? Necesito estar un tiempo a solas. Ya sabes, cosas de chicas- Me excusé.

Ella asintió sin darse cuenta del lío mental que había comenzado a tener por una simple acción.

Comencé a bajar las escaleras del hogar de los Haruno para acercarme a la puerta principal, abrirla y salir de allí para comenzar a andar por las pobladas calles de Konoha. Amaba aquel clima, las calles de este lugar eran muy tranquilizadoras habiendo tantos puestos de comida y familias felices caminando. Me venían bastante bien para el confuso estrés que se estaba formando en mi cabeza.

Entonces, miré hacia delante y mi mirada se cruzó con una oscura llena de sentimientos inexpresables pues no podía descifrarlos.

Mi corazón palpitó una vez, fuertemente, y con esa simple vez un mareo se apoderó de mí y, mientras mis ojos se iban cerrando lentamente perdía el control de mi cuerpo y caía al suelo sin poder evitarlo.

- ¡Ayame! -Fue lo último que escuché antes de sumirme en la oscuridad.

.....

- ¡Ayame! -Me giré a ver al portador de aquella voz con indiferencia. Sinceramente, no tenía ni una maldita pizca de ganas de encontrármelo justamente hoy. -Por fin me escuchas. -Ruedo los ojos mientras apoyó una de mis manos en mi cintura, dejando el peso de esta en ella.

- ¿Qué quieres, Uchidiota?

Uchidiota.

Sus oscuros ojos conectaron con los míos, aunque Sasuke tendía a ser una persona expresiva con las chicas (sobre todo coqueto) en realidad el chico era un tanto misterioso pues sus ojos nunca me permitían saber el qué sentía. Eran tantos sentimientos escondidos por una fría capa llena de un cariño inexistente que nunca podía entenderlo del todo.

-Ayame, tan amable como siempre. -Dijo con un tono guasón. Estuve a punto de pegarle un puñetazo, había tenido una mañana un tanto movidita y lo último que necesitaba era tener que aguantarlo. <<Que lo soporte la hija del Hokage, no estoy para sus jueguecitos>>. -Bueno, voy al grano--. Lo corté.

-No pienso salir contigo a ninguna cita. -Comencé a andar sin esperar respuesta alguno por su parte.

....

Abrí mis ojos de golpe. ¿Qué narices acababa de soñar? Si no mal recuerdo... ¿El chico que me había pedido una cita no era Sasuke? ¿Por qué había soñado con un Sasuke totalmente distinto del que conozco?

- ¿Ayame? -Sobresaltada, miré al portador de aquella voz. -Oye, ¿estás bien? Antes te habías desmayado de repente... ¿Qué te ha pasado?

-Sasuke... -El chico me mira aún más extrañado pero alarmado al notar mi confuso estado. -Yo... Creo que acabo de recordar algo.