Mi pequeña ninja (Uchiha Sasuke)

Cap 4

Termino de guardar las pocas cosas que tengo en mi posesión en la bolsa que Sakura me ha traído de su casa para cuando saliese del hospital y miro a Tsunade igual de expectante que los integrantes del equipo siete, ya que hoy era el día en el que la Hokage iba a decidir con quien me quedaría durante una semana de ellos en su casa.

-Bien, Ayame, ¿ya estás lista? -Asiento, ansiosa por saber quién será mi primer compañero de piso. -Vale... He estado pensándolo mucho y creo que lo mejor sería que el primero con el que te quedes sea Kakashi. Él cuidará de ti y, aunque no lo parezca y casi nunca lo demuestre, es un adulto muy responsable.

Asiento. La verdad es que con el que menos comunicación tenía era el Hatake, siempre que me venía a visitar era siendo acompañado de alguno de los chicos y solamente se quedaba de pie, apartado, mirándome fijamente como si así pudiese llegar a saber quién era realmente y comprender mis verdaderos motivos en la aldea.

Aunque ni yo misma me conocía actualmente.

Sakura, por ejemplo, había estado conmigo muchas tardes hablándome de la gente de la aldea, de algunos cotilleos y ayudándome a entender las palabras y sentimientos que había olvidado por culpa de la amnesia. En cuanto a Naruto, él simplemente venía para hacerme compañía (como Sasuke). Ambos chicos siempre estaban a mi lado, al pie de la camilla, sin preguntarme nada sobre mi difusa memoria. La verdad, los quería mucho, ambos se habían hecho muy cercanos a mí.

Sakura, nada más llegamos a la casa de Kakashi (todos nos habían acompañado), me agarra con suavidad del brazo y me lleva hacia un apartado en el que ninguno de los chicos pueda llegar a escucharnos sobre lo que narices vayamos a hablar.

-Ayame-chan, ni se te ocurra leer ninguno de los libros de Kakashi-sensei. Eres demasiado inocente y pura como para llegar a leer algo sobre... Eso. -Sonrojada, asiente varias veces tras decir su comentario.

- ¿Por que dices eso? Tú me dijiste que los libros son buenos e interesantes, que son una fuente de sabiduría muy amplia en la que, en muchos, se emplea la imaginación. -Sakura se pone nerviosa ante mi comentario. - ¿Sakura-chan?

- ¡Eso ahora no importa, Ayame-chan! -Me agarra suavemente de los hombros. -Solamente no leas los libros titulados ICHA ICHA Paraíso, ¿vale?

-Claro, no te preocupes Sakura-chan.

Esta, tras soltar un suspiro aliviado, nos vuelve a llevar hacia los extrañados chicos.

-Kakashi-san, ¿entramos?

-Vamos.

....

Había pasado una semana desde que me había quedado con Kakashi-sensei (ya lo llamaba así pues era quien llevaba mis entrenamientos aunque me ayudasen alguno de los chicos) y, aunque había escuchado el consejo de Sakura y había cumplido su petición, ayer me encontré con uno de los tomos de ICHA ICHA y no había podido evitar querer leerlo.

No entendía nada de lo que se encontraba ahí escrito. Muchas palabras se me eran desconocidas.

Hoy había tenido un buen y efectivo entrenamiento en grupo y Kakashi, para felicitarnos por ello,había decidido invitarnos a ir a cenar algo de ramen. También queriendo aprovechar la ocasión para despedirse de mí a lo grande (sí, nos habíamos hecho muy cercanos).

Nos encontrábamos comiendo nuestro primer plato de ramen (Naruto el tercero) cuando se me vinieron a la cabeza las dudas sobre aquellos misteriosos libros que había leído a escondidas de todos.

-Kakashi-sensei. -Todo el mundo se quedó en silencio. - ¿Qué significa la palabra follar?

Todos me miraron sorprendidos y avergonzados, aunque no entendía porqué.

-Kakashi... -Una femenina voz provocó un escalofrío en los cuatro pertenecientes del equipo siete. - ¿¡Qué te había dicho de inculcarle a Ayame tus asquerosidades pervertidas!?

Aquella noche, además de saber que la siguiente semana estaría junto a Sakura y que definitivamente nadie me dejaría elegir quedarme a vivir con Kakashi-sensei, Tsunade-sama había dejado clavado a este en la pared del puesto de enfrente nuestra.

Y no, nunca resolvieron mi duda.