Una mirada es suficiente para demostrar amor, escondido en la sombra del prejuicio. Ese gesto encierra eternidades; algunas escondidas y otras más libres.
Byron sabía perfectamente que enamorarse no era un juego, esperaba a su otra mitad con el corazón en las manos y el alma hecha pedazos. De existir una posibilidad de enterrar el pasado, habría resultado cada uno de sus recuerdos hace tiempo, pero debía limitarse a evocar tristes memorias y rememorar el rechazo por su manera de amar, ese que le obligó a salir de su casa apenas cumplió la mayoría de edad.
Jordán llegó cuando más lo necesitaba, también en el momento que más daño podía causarle. El destino colocó a los peones equivocados en un tablero injusto, donde perder era parte del juego, donde el destino se divertía más que nunca.
Tras un amor inexperto que florece a su ritmo un padre homofóbico, desalmado y sin una pizca de piedad, vive dispuesto a todo con tal de separarlos. Bajo su tono autoritario, un traje pulcro esconde un cruel secreto, un día de su pasado, y un corazón roto por traición. En sus manos alguna vez corrió sangre.
¿Amar es suficiente?
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Un lío de sentimientos, una conversión vertiginosa; del odio al amor, de la cobardía a la fortaleza, del escondite a la exposición, de la debilidad al vigor. Un sentimiento puede erguirse en valentía y pasar del pensamiento a la acción. Y es que, cuando vez con los ojos del amor, puedes ver más allá de su mirada.
Una historia poco convencional, fuera de lo que estamos acostumbrados a leer rompiendo los esquemas del "cliché". Trágica como la vida misma, imprevisible como las personas, sin embargo, en ella predomina el sentimiento más puro que puede existir en esta tierra, y ese es el amor.
Estaba súper entusiasmada de escribir esta reseña, porque es la primera, y porque está únicamente dedicada para dos personas. Al autor de esta, WinfofColibri y a su pareja.
Más allá de tu mirada cuenta con dos personajes estelares, la pareja que encabeza toda la novela. Byron, quien cae perdidamente enamorado de nuestro estelar, Jordán.
Empezaré con el protagonista. Desde mi punto de vista, Jordán es el personaje más complejo de la novela. Se presenta como un chico inseguro, pero contradictoriamente, él quiere aparentar seguridad que no posee. Jordán vive con confusión, resultado de una historia tétrica con su padre y su familia, quien a lo largo de la trama nos da muchas sorpresas. Presionado por el hombre que le trajo al mundo, cohibido por el temor del "qué dirán", asustado por el rumbo de sus sentimientos, pero convencido de que su amor, muy en el fondo, es tan puro y sincero que simplemente no puede dejarle allí.
Jordán cometió errores, pero, aun así se atrevía a ir de nuevo por él, aún si lo había arruinado más de una vez, demuestra la perseverancia y el esfuerzo que pone de su parte, aunque le cueste mucho, y se lastime él y a terceros en el proceso, sabe que al final valdrá la pena. Porque con la mente clara, tus objetivos e ideas ordenadas y determinación, puedes lograr lo que sea que te propongas, incluso si no está a tu alcance. Jordán me da ternura, porque es un grandote con corazón de pollo.
Deseo comparar a Jordán con una frase que parece describirle bien, y es una frase de Bear Grylls: "Ser valiente no es la ausencia de miedo. Ser valiente es tener miedo pero encontrar un camino a través de él". Así fue nuestro Jordán, entre tantos temores y arriesgándose, surgió fortalecido por un amor, con una fuerza que tenía nombre y apellido, fue tras aquello que quería, angustiado por perderle si no lo intentaba, se ganó el amor de Byron.
Por otro lado, conocemos a Byron. El malhumorado pero sensible, así lo definiré. Este joven, advierto que les causará lágrimas tanto de felicidad como de tristeza, y es que Byron es un hombre con una autoestima casi invisible, ese velo de fortaleza y seguridad que rodea a muchas personas, decidió esconderse de nuestro querido By, quien, a pesar de tener una gran fortaleza a la hora de actuar, se carcome en sus inseguridades y deja que sus miedos gobiernen en su pensar. A medida que la trama avanza, podemos aprender de Byron que el valor no se adquiere simplemente observando desde detrás del cristal, sino atravesándolo directamente por la puerta, autoinvitándose a ser el protagonista de su vida y la única persona que puede liderar sobre sus propios pensamientos. Dejando el miedo de lado, nos muestra cómo el amor puede ser frágil como el pétalo de una rosa, fuerte como la espina que le rodea, y embriagador como el aroma de la misma. Carácter no le falta, sin embargo, un poco de valor, sí. A medida nos sumergimos en la novela, Byron crece como individuo, con un carácter digno de admirar, y un coraje que le permitió convertirse en un hombre hecho y derecho. Herido por los obstáculos que se le presentaron, con la incertidumbre de si el amor estaba disponible para alguien como él, se deshizo de cada una de las piedras de su camino a la confianza, y dio todo de sí mismo por aquello que tanto amaba.
Byron se robó mi corazón, porque muchos de sus lectores puedo apostar a que se sintieron identificados con él. Esa es, a mi parecer, parte de la gracia que posee el autor, envolviéndonos en su historia hasta el punto de compenetración con sus personajes, sentir que su dolor es nuestro dolor, que su euforia es nuestra euforia, y así sucesivamente, cruzaremos un mar de sentimientos profundos e incomprensibles, hasta concluir con la novela y sentir que esas emociones se grabarán en nuestros corazones, al igual que los personajes de esta novela.
La narración de la misma, y la calidad de los detalles descriptivos tanto de los personajes, panoramas y situaciones dejan mucho qué imaginar. Una exquisita redacción que nos ofrece una amplia variedad de sensaciones físicas por experimentar; desde infartos hasta carcajadas es lo que nos regala con esta novela el autor.
Más allá de tu mirada a mi parecer es una novela tierna, pues expone el amor como un camino de cardos y espinas, que sólo aquellos que puedan cruzarle se ganarán el galardón final que es nada más y nada menos que un corazón rebosante de alegría; sacrificado pero victorioso, que espera por nosotros para darnos su fiel compañía, hasta que alguno de los dos deje de latir. El amor no es fácil, sin embargo, tampoco debería de ser difícil. Solamente involucra a los enamorados, no incluye terceros. Nos enseña a ser valientes, a luchar por aquello que anhelamos sin importar nada ni nadie. Porque a veces las personas que más nos importan, nos darán la espalda y negarán su apoyo, por lo que, aún cuando sintamos que la marea nos lleva a lo más profundo, aún así, habrá alguien que estará dispuesto a luchar hasta la batalla más dura por nosotros. Porque el amor es una batalla de dos, en dónde, al menos que ambos remen en la misma dirección y dejen de lado la opinión ajena, encontrarán la paz suficiente para sentir que al fin su mente, cuerpo y alma se compenetren al punto de ser uno sólo.
