EL ABSURDO DE ESTAR VIVO.

79 14 47
                                    

EL ABSURDO DE ESTAR VIVO.

*

"Y bien ¡qué tontería!
No soy nada sutil.
Si yo sólo pasaba...
pasaba por aquí."


Pasaba por aquí/ Aute


*


Sacudió la cabeza. Ese raro chico no reaccionaba muy bien. Ese infantil disfraz que llevaba encima, y su respuesta, ¿miau?Hablaban de una persona con los tornillos no muy bien puestos. Hyun Joong decidió dejarlo pasar. No creía que causara ningún destrozo en las instalaciones y él tenía prisa por irse. Justo cuándo iba a tomar su ramito algo descompuesto, un grito hizo que el chico frente a él se sobresaltara.


- ¡No puedes esconderte toda la vida! ¡Juro por lo más sagrado que te voy a encontrar!


- Mierda... - Susurró el tipo de orejitas, levantándose en un abrir y cerrar de ojos, arrastrándolo con él. Ni siquiera había terminado de decir aquello, cuando se arrancó las orejas y la cola arrojándolas detrás de un bote de basura que se encontraba por ahí. Le obligó a quitarse la chaqueta poniéndosela a sorprendente velocidad y recogiendo el ramo de flores de Young Mi. – Ayúdame... - Pidió mientras a sus espaldas se escuchaban unos furiosos resoplidos.


- ¿Ayudarte? ¿Cómo...?


- Así... - Y antes de que Hyun Joong pudiera pensar nada, el sujeto se colgó de su cuello, atrayéndolo y devorando sus labios, pegándose a la pared y ocultándose en la oscuridad.


- ¡Voy a...! ¡Oh, lo siento! ¡Lo siento!


Hyun Joong quiso soltarse, pero el chico se aferró aún más a él, impidiéndole cualquier movimiento. El hombre de resoplidos furiosos se alejó mascullando un sinfín de insultos, a alguien llamado Young Saeng. El tipo ya se había ido, pero el falso gatito aún seguía en lo suyo. Hyun Joong hizo uso de toda su fuerza de voluntad para apartarlo. – Espera, espera... - Dijo aspirando con fuerza, intentando encontrar la lógica en todo aquello. - ¿Tú... tú eres Young Saeng?


Una espléndida sonrisa. El muy descarado acariciándose los labios. – Así es. – Hizo una leve inclinación y se fue corriendo. - ¡Ha sido un placer conocerte! ¡Ojalá pueda verte después! – Gritó desde la barda a dónde se había trepado, sin necesidad alguna, pues la puerta del estacionamiento estaba abierta. - ¡Gracias por las flores! – Dijo agitando al aire el ramito de Young Mi. Le sopló un beso y desapareció de un salto, llevándose las flores y su chaqueta. Young Saeng. Hyun Joong parpadeó. No. No había lógica en ese encuentro. Aturdido, decidió regresar y buscar a Jung Min.


*******


Los gritos lo detuvieron y después le hicieron avanzar más rápido. Jung Min llegó justo a tiempo para ver como un tipo enfurecido iba corriendo detrás de una sombra a la que ya no distinguió bien. - ¿Qué está pasando? – preguntó al aire.


- Alguien que quiere asesinar a alguien.


Las cuatro y diez.Where stories live. Discover now