TROZOS DE PAPEL Y ALQUIMIA.

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TROZOS DE PAPEL Y ALQUIMIA.

"Nada queda en ese trozo de papel, todo es alquimia.

Veo que es la prueba más veraz de que todo es mentira.

Esos rostros ya no llevan nuestros nombres.

Son dos máscaras perdidas en la noche..."


Queda la música / Luis E. Aute.


*


El recorrido a la casa de los abuelos se hizo en silencio. Al llegar, su madre ya los estaba esperando. Los saludó con una discreta sonrisa y los invitó a pasar.


- Gracias. – Murmuró Young Saeng con una leve inclinación. – Pero creo que es mejor que me vaya.


Hyun Joong lo miró preocupado, la madre miró a ambos, e insistió. – Vamos, Young Saeng, sólo toma un poco de té con nosotros.


No quería ser descortés, así que, haciendo de tripas corazón, aceptó. Se sentía molesto y más le irritaba el hecho de sentirse así.


El papá los esperaba adentro, abrazó a Suk Ja y la sentó en su sillita especial para después hacer lo mismo con Yeong Su. Cada uno ocupó su lugar en la mesa y Hyun Joong inició una charla ligera con sus padres. Young Saeng evitaba mirarlo. Se concentraba en dar mordiditas a una galleta que había tomado del centro de la mesa.


- Gracias, hijo, por dejarnos a los pequeños. – Murmuró el padre de Hyun Joong, sonriendo hacia Young Saeng, haciéndolo sentir extraño.


Su madre, le sirvió un poco de té, diciendo. – Tendrán toda la tarde libre, pueden ir al cine o...


- Hyun Joong tiene planes. – Interrumpió Young Saeng a la madre de Hyun, antes de poder contenerse.


- Young Saeng... – Murmuró Hyun Joong con voz suave. – Aún no concreto nada.


Si pudiera, Young Saeng lo atacaría con esas galletas de chispas de chocolate que las hacían más letales, a cambio, dejó escapar una sonrisa rápida, fingida. – Dimitri estará encantado de que lo lleves al cine. ¿Pasarás mañana por los pequeños? ¿O es preferible que yo lo haga? – Bebió del té, sintiéndolo amargo cómo su humor. - Percibió la mirada de Hyun Joong, fija, sobre él. Idiota. ¿Le gustaban los eslavos con pinta de coreanos? Pues bien, que le aprovechara, en tanto no olvidara pasar por los gemelos. – Padre desnaturalizado. – Rumió.


- ¿Qué dices? Young Saeng, por dios.


Se dio cuenta que había hablado en voz alta. Podría ruborizarse, pero miró a Hyun de soslayo. Mejor que sus padres supieran la clase de hijo que tenían.


Eslavos.


Y un demonio.

Las cuatro y diez.Where stories live. Discover now