Capítulo XXXI La Invasión ha comenzado

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Zero se había apresurado a volver al portal que los dejó de vuelta en Ionia. Decidiendo alejarse del simio rápidamente, y observando atentamente el bosque, mientras saltaba entre árboles, al cabo de un tiempo, llegó a uno bastante alto, desde este, pudo ver el muelle del oeste, dónde una caravana de siete embarcaciones había hecho acto de presencia. Al analizarlas bien, supo identificar que eran embarcaciones noxianas

Zero empezó a correr lo más rápido que pudo hacia el Placidium, empezando a alertar a todos los allí presentes, desde los miembros de la Orden Kinkou, hasta Irelia, quién no había terminado de entrenar a su hija

-¡¿Cómo es posible?! ¡¿Por qué llegaron tan rápido?!- preguntó la Cuchilla Danzante, sosteniendo a Paracelso de los hombros

-¡No lo sé! ¡Pero lo que importa es que ya están aquí! ¡Hay que tomar maniobras defensivas!- gritó Tsubaki mientras veía a Zero ser agitado en el aire

Irelia, junto a Tsubaki, Shen y Wukong, emprendieron su camino hacia el oeste, liderando sus propias tropas para atacar. A pesar de no tener la ayuda de los Lothlan, pudieron conseguir la ayuda de la tribu de Wukong, cada quién empezaba a liderar sus facciones, se acercaban cada vez más al punto de encuentro. Todos iban con sus ropas de siempre, a excepción de Wukong, que había decidido utilizar un vestuario más apto para la batalla

Karma también se encontraba allí, entre las gentes de Irelia, intentando no hacer un contacto directo en combate, más allá de ayudar a sus soldados

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Karma también se encontraba allí, entre las gentes de Irelia, intentando no hacer un contacto directo en combate, más allá de ayudar a sus soldados

Ambos líderes, Swain e Irelia, darían algunos pasos al frente, hasta quedar uno frente al otro

-No recuerdo haber dejado acta alguna que avisase de mi llegada- comentó Swain al ver que los ionianos estaban claramente preparados para el ataque del imperio noxiano

-Así es, Swain. Sólo que alguien de nuestro lado te conoce demasiado bien- comentó Irelia manteniendo un semblante firme -Ríndanse y váyanse de Ionia. No hay necesidad de derramar sangre-

-Lamento decirte... Que lo que hace a Noxus fuerte es precisamente su perseverancia- dicho esto, Swain le dio la espalda a su enemiga y empezó a caminar hacia su ejército, mientras caminaba, levantó su brazo derecho, haciendo un chasquido, mientras decía -Ataquen.-

Todos y cada uno de sus soldados empezaron a correr hacia el ejército ionio, los cuales, respondieron corriendo hacia los noxianos también, dando el gran choque de armas entre ambos bandos, golpeándose entre sí para ganar prioridad de terreno

Mientras las miles de lanzas chocaban, y los flechazos se ejecutaban, el alquimista, paria de Noxus, empezaba a bajar hacia la batalla utilizando su "Sendero del Alquimista" ya que Irelia había insistido en que este usara una armadura de acero ioniano, Zero llegaría al campo de batalla con ambos brazos previamente transmutados

-Ok... ¿Dónde está Swain?- el alquimista vería frente a él a varios peleadores y soldados, pero había uno que captó su atención más que los otros

El Eco AlquímicoWhere stories live. Discover now