Capítulo XX El Verdadero Día del Comienzo

11 2 4
                                    

Luego de que todos se asentaran en el campamento, Talon sería quien se encargara de arreglar el otro brazo de Zero, este fue rápido y directo, a diferencia de su hermana, no se puso a apretar nervios para escuchar al alquimista gritar de dolor

-Zero...- le dijo Zed mirando los brazos del contrario -Tengo que hablar contigo. Es privado, ninguno puede escucharnos-

Zero asiente y se arrodilla preparando alquimia -Ponte detrás de mí-

Zed le hizo caso, parándose detrás del peliblanco, quien utilizó su alquimia para crear su "Sendero del Alquimista" para poder alejarse del grupo original

-Y... ¿Dónde está Rhaast?- preguntó Katarina al ver a Kayn en su forma de Asesino Sombrío

-Muerto- respondió limpiando la sangre de ardilla relampagueante de su guadaña, que ahora era una herramienta muy guay

~x~

Una vez se alejaron lo suficiente, Zed y Zero se bajaron del pilar, ambos mirándose a los ojos atentos de los movimientos del otro

-¿Qué quieres decirme Zed?- rompió el silencio el alquimista, cruzado de brazos

-Zero... No perdiste tus brazos en la invasión demaciana- respondió acercándose a este -Los perdiste tratando de recuperar a tu familia-

Zero levantó una ceja, pero bajó sus brazos. Ya no estaban cruzados, pero seguían como apretados puños

-Es por eso que no necesitas círculos de transmutación... Por eso eres tan frío y cualquier tortura te parece nada... Como yo, has estado frente al infierno-

-No sabes lo que es estar ahí. La verdad... Es un sitio horrible- le dirigió la palabra el alquimista -Preferiría ser torturado 100 años por Mordekaiser antes de volver a estar en ese sitio por 15 segundos-

-¿Quién te convenció de intentar una transmutación humana?- le dijo finalmente

-Fue... Fue Swain...- Zero desvió su mirada y cerró los ojos, recordando ese día

Cierto, había perdido mucha sangre en la invasión demaciana a noxus. Pero ninguna extremidad. Recuerdo cuando desperté y ví a Enzo trabajando en estos brazos...

Luego de mi recuperación y de volver a ponerme de pie, fui a mi antiguo hogar con Enzo, para ver, que aún después de 9 meses todo seguía igual: quemado, destrozado y ensangrentado

-¡¿Por qué no han hecho nada?!- le pregunté a Enzo enojado -¡¿Saben cuánta gente vivía aquí?! ¡¿Saben cuántos ya no tienen un hogar al que regresar?!-

Enzo me miró y puso su mano sobre mi cabeza, y me respondió -Aquí... Sólo tú sobreviviste. Nadie se ha molestado en reconstruir el sitio porque no hay quién vuelva-

Ese día, algo cambió dentro de mí, algo se quebró

En ese tiempo, cómo Enzo era importante en el imperio noxiano, yo tenía acceso a la Biblioteca Central, podía ver todos los archivos, buscaba la forma de traerlos de vuelta

Así empecé a estudiar alquimia de forma autodidacta, y mientras estudiaba, lo descubrí: La Transmutación Humana

Cuando le ví, me había ilusionado con el tema, tomé todos los libros en los que se hablara de ella, revisando todo esto, era realmente increíble

El Eco AlquímicoWhere stories live. Discover now