Capítulo XI El Brillo de la Cuchilla Oscura

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Kayn se encontraba regresando de su misión de reconocimiento en el Placidium, Katarina se encuentra caminando por el Templo de las Sombras, observando el sitio, para poder acostumbrarse

Mientras seguía caminando, estuvo a punto de salir, siendo detenida por un shinobi, el cual, sostenía su hombro

-No puedes salir ahora. El maestro Zed nos dijo que evitaremos que cualquiera saliera- le explicó, a lo que la pelirroja le dirigió la mirada

-Escucha pedazo de sombra, yo salgo cuando quiera, donde quiera, puedo matarte en este preciso instante, tomar tu cadáver del cuello, esconderse donde no te encuentren y salir tranquilamente-

-... ... ... ...- el ninja se mantuvo callado, sin embargo, le hizo una especie de llave a Katarina, de tal forma que quedó detrás suya

-¿Cómo te llamas...?- decía enojada -¿...antes de que te mate?-

Katarina sacó sus cuchillos y lanzó uno de ellos contra el siniestro y enigmático personaje, utilizando su "Shenpoo" para arrojarse contra su actual oponente

Este se limitó a recibir el golpe de la asesina, la cual lanzó otro "Shenpoo" a otra cuchilla recién lanzada antes, luego, sopló hacia el frente para retirar algo de cabello que impedía su visión

-Yare yare daze- dijo el shinobi lanzándose contra ella y conectando un potente puñetazo justo en el estómago de la pelirroja

Katarina escupió un poco de sangre luego de recibir el potente y veloz impacto, prácticamente invisible al ojo humano

-¡Ora!- gritó, empezando a golpearla rápidamente -¡ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA!- la sostuvo de su cabeza y cargó más energía con el último golpe -¡ORA!-

Katarina prácticamente salió volando al recibir los golpes, y mirándolo a los ojos le dijo -Ya te maté-

El ninja solo le miró extrañado, a lo que Katarina, al ver su confusión dijo

-En mi oficio... Decir "te mataré" es incorrecto- se levantaba recogiendo sus dagas -Cuando un Asesino Noxiano se decide en matar a alguien, el trabajo ya está hecho-

Katarina empezó a lanzar dagas de forma aparentemente aleatoria, ni siquiera una pudo tocar a su oponente

-¿Es en serio? ¿Hacer el trabajo es desperdiciar tus dagas?-

Katarina sonrió y utilizó su "Shenpoo" entre las dagas, teletransportándose entre estas, golpeando a su oponente de vez en cuando con sus dagas recién recogidas, apareciendo y desapareciendo frente al mortal y peligroso enemigo

-No puedo verla... ¿Por dónde diablos aparecerá?-

Su estrategia mental fue interrumpida por la misma Kata, que estaba detrás de él, y le dijo algo en ioniano que el shinobi no esperaba

-つぎ に おまえ わ "なに", と いう!-

-ZA WARUDO!- gritó el autor, deteniendo el tiempo

-Para usted, que no habla japonés, ahí arriba dice "Tsugi ni omae wa 'Nani?!', to iu!" lo cual, se traduce literalmente a "Lo próximo que dirás es '¡¿Qué?!'"-

-El tiempo volverá a moverse-

El shinobi pasó a gritar -なに?!-

Luego de que el ninja hablase, Katarina utilizó su "Loto Sangriento" causando heridas mortales a su oponente al terminar, clavando una daga justo en su yugular

-No me interesa ni saber tu nombre-

-J-Jota... Jotaro... K-Ku... Kujo- dicho esto, Jotaro se desplomó muerto

-Bueno Jotaro, un placer haberte conocido, si me disculpas, me iré a explorar Ionia-

En eso, Talon apareció frente a ella, suspendido en el aire, con su capa de dagas colgando también, casi parecía un murciélago

-¿Qué haces fuera hermana?- preguntó observándola salir

-¿Qué haces tú aquí?-

-Es una buena respuesta. Pero respóndeme correctamente- le pidió la Sombra de la Navaja

Se creó una jaula de pilares de piedra creados alquímicamente, con el alquimista creador de estos acercándose lentamente

-Ninguno de ustedes se irá de aquí. Kayn acaba de llegar, y tendremos una reunión los cinco-

-¿Por qué nos interesaría la información que pueda dar ese crío?- decía Talon, bajando del árbol

-El Placidium- fue lo único que dijo Zero antes de entrar

~x~

Una vez dentro, los cinco estaban sentados ante una mesa redonda, Zed no traía su yelmo, ni Talon, su capucha

-Bien Kayn... Espero que tu información sea fructífera- comentó el Maestro de las Sombras, mirando a su mejor aprendiz

-Así es, Sensei- empezó a contarles -Tuve un rápido encuentro con Wukong, dónde pude deshabilitar su brazo, no creo verlo un tiempo. Las defensas de aquella zona disminuyeron por esa ligera salida-

-¿Sabes quienes son los guardias restantes?- preguntó Zero, con su mecánico brazo sobre la mesa

-Así es... Son cinco campeones sin contar a Wukong, de eso estoy seguro, pero...- Shieda dio una pequeña pausa, observando a sus consiguientes

-¿Peeeero?- repetía Katarina, al ver que el muchacho se detuvo

-Solo sé cuales son cuatro de ellos. El quinto es un misterio...- reveló el medio Darkin

-¿Quienes son los enemigos conocidos?- había comunicado la Sombra de la Navaja

-Karma, Kennen, Master Yi y Shen- fue lo único que se necesitó que dijera Kayn para que Zed rompiese la mesa con su cuchilla

-Ese bastardo... ¡Ese bastardo!- gritó Zed con furia

-Sin contar a los vastaya- dijo el alquimista -Es parte de su patrimonio. Obviamente intentarán defenderlo, a fin de cuentas, nuestro objetivo es un templo vastayano, el Placidium es un obstáculo de por medio-

-Está decidido...- dijo Zed -Kayn y yo iremos con ustedes, solo Dios sabe que es capaz de hacer la quinta persona. No hay que subestimarle-

Los cinco asesinos se levantaron y salieron del Templo. Su destino estaba claro.

El Eco AlquímicoWhere stories live. Discover now