Los Hermanos Danger © [Parte 1]

[06]

Osiris Darmond

Levanté la vista al cielo para posteriormente trepar con desgana a la camioneta invadió el lugar del copiloto.

—¿Te digo mi calle?

—No.

Adonis cerró la puerta con tosquedad no sin antes asegurar que este bien atrancada para consecutivamente rodear el carro para poder desplazarse al lugar del conductor, poseía un agradable aroma seductor masculino impregnado en ella se trataba de la misma colonia que solía utilizar.

lo sabía porque incluso esa fragancia poseía su chaqueta. Ladeé la cabeza para que el cabello me ocultara el semblante, no quería mirarlo solo quería hundirme en el asiento; solo deseaba desaparecer.

—Osiris ponte el cinturón —exigió mirándome.

Sonaba como una orden.

Con gran fastidio hice caso a su pedido, cosa que él percibió retornando a reír ¿qué le provocaba tanta risa? Pero fuera de eso tenía un par de hoyuelos agraciados, en solo pensar en eso juré sentir mis mejillas arder.

Diablos Osiris contrólate

me grito mi subconsciente.se supone que lo debemos ver como un tarado.

¿no es así?

Al parecer tenían cierta brujería que te hacía babear si te quedabas mirándolo por mucho tiempo.

Mis pensamientos durante todo el camino que nos quedaba recorrer se hicieron caóticos, mi vista se conservó en orientación a la ventana por miedo a caer en su encanto de dios griego idiota, lo único que se notaba a través era la espesa niebla borrosa y la luz de la carretera centellando hacia un ambiente mucho más mágico.

Le eché un vistazo por el rabillo del ojo, no deseaba que se diera cuenta de mi contemplación y que empezará a crear preguntas o burlas; se notaba concentrado en la autopista así que pude observar más a detalle sus finas facciones, se marcaban aún más sus pómulos hundidos le daban un cierto toque más maduro y claro definitivamente rudo.

Es condenadamente atractivo.

En todo el viaje reinó un silencio abrumador, pero a pesar de todo agradecía. Cuando nos hallábamos a una esquina de llegar a mi casa y es que en ese instante mi noción de un gran detalle peculiar que había olvidado llegó a mi mente ¡olvide mis llaves en mi bolso! que justamente ahora debería estar dentro del carro de Cody si mal no recuerdo, porque él me había convencido de dejarlo por la razón que no combinaba con el vestido.

Lamentaba eso, ahora mismo.

La  jeep fue detenido en la entrada de mi casa yo solo di un gran gemido cruzando mis brazos.

— ¿Qué ocurre? —expresó con rostro confundido.

—Bueno...—murmure apenada —olvidé las llaves en mi bolsa que está dentro del carro de Cody.