[08]

9.7K 836 129
                                    

Estaba segura de que no era un sueño en un noventa y nueve por ciento, de ningún modo pensé poder llegar a entablar una charla con Alain, no porque sea inalcanzable sino por la razón que no me agradaba en lo absoluto pero me sorprendió que puede l...

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Estaba segura de que no era un sueño en un noventa y nueve por ciento, de ningún modo pensé poder llegar a entablar una charla con Alain, no porque sea inalcanzable sino por la razón que no me agradaba en lo absoluto pero me sorprendió que puede llegar a ser una persona encantadora si se lo prometía.

Ver como se lo llevaron a la dirección me dejo la garganta seca, golpeó a ese idiota por mi.

— ¡Osiris!— alzó la voz Cody.

 Respingue del susto y parpadee un par de veces para mirarlo desconcertada.

— ¿Qué sucede?

— Te estoy hablando y no me haces caso —explicó —¿Te encuentras bien? ¿Sigues pensando en Alain?

Negué de inmediato.

—No—mi lengua se trabo en una respuesta tan simple — es sobre una tarea que no entiendo.

Lo que Cody preguntó era real, sigo pensando en Alain Godfrey, si él no hubiese gritado mi nombre mi pensamiento seguiría deambulando sobre lo que pasó apenas hace unos minutos. Observe mi hamburguesa acompañada de mis papas fritas, se encontraban intactas no había probado ni un solo bocado.

—Pedir un cambio de compañero es lo mejor que puedes hacer.

—No quiero hacerlo.

Mi respuesta lo tomó por sorpresa.

—¿Por qué  no? — su cuestión sonó como si fuera un ataque.

—Hay que aprender a convivir —mentí— sé que elijo muchas malas ideas pero esta no me parece una.

Entonces se hace el silencio y ninguno de los dos dice nada. Tan sólo se oye el ruido del aire fresco que sale de los conductos de ventilación de la cafetería.

— Hola— escuchamos decir en una forma de titubeo y romper nuestro silencio.

Levante mi vista se trataba de Adam. El chico que tenía a un lado de ojos negros rasgados llevaba unos grandes lentes de botella pegado a la cara, con una camiseta de mangas largas de lino de rayas demasiado vergonzosa diría, sin olvidar el pantalón café que traspasaba su cintura adornando con una faja desgastada negra muy sosa dándole un aspecto algo chistoso, pero debo admitir que su colonia tenía un aroma demasiado agradable se trataba de una mezcla dulzosa pero al mismo tiempo fuerte y elegante.

— Hola — respondí regalándole una cálida sonrisa— ¿Cómo estás?

Mi gesto lo puso nervioso.

Los Hermanos Danger © [Parte 1]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant