Los Hermanos Danger © [Parte 1]

[03]

Osiris Darmond

Cerré el saco y metí las manos en las mangas mientras estaba acostada en mi colchón, hace treinta minutos quise llamar a Cody, pero mi celular no esta funcionando como debería, se traba o la pantalla se apaga, el golpe del accidente le afectó.

Estuve dos días en observación y en esos dos días Darren nunca fue a verme, tampoco Cody pero él fue porque su mamá lo mandó a cuidar a su abuela que se había roto la cadera.

El número de Adonis sigue registrado en mi móvil, cuando me acostaba con aires de soñadora me quedaba viendo la pantalla, especialmente su contacto registrado.

Había sido muy lindo.

Saber que el me llevo al hospital aparte de salvarme me hace saber que entonces esto no había sido un sueño, me pasé las manos por la cara intentando dejar a un lado todo eso, mi mente empezó a pensar miles de cosas hasta que de nuevo me venció el sueño, para así caer en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente mi padre no se encontraba en casa, su turno en el hospital emprendía y como el médico psiquiatra que era, tendría consultas todo el día, pero por dicha razón me había preparado el desayuno, el cual consistía en un par de huevos a la mexicana con un licuado de fresas, con moras azules antes de marcharse a su trabajo.

Apenas escuché el ruido del motor de Cody, salí corriendo como bala de mi casa para entrar al auto.

—Necesito contarte algo —mencioné con la respiración agitada.

El sabía que tuve un accidente, pero no había tenido tiempo de conversar con él de cómo había sucedido todo y especialmente el detalle que parece una mentira.

—rápido porque llegaremos tarde.

Fruncí el ceño y crucé los brazos.

—Bueno… creo que será mejor en el receso.

Me miró con mala cara.

—¿Sabes qué pasa cuando me dejas con las ganas de un chisme? —expresó con tono dramático mientras hacía un puchero.

Negué mi cabeza.

—Me muero como campanita… eso pasa.

Sonreí.

—Bueno te diré —dije un poco temerosa—pero no enloquezcas.

Cody no me dejó ni siquiera hablar, él asumió tanto de lo que no era.

—¡Perdiste la virginidad! Tu cara lo dice todo—puso las palabras en mi boca y los festejo por atinarle—Ya sabía que era mentira lo del accidente, te fuiste a follar con un chico ¿quién es?

Si el auto no estuviera cerrado estaría seguro que todos del vecindario se hubieran enterado de lo que Cody grito.

El noto mi cara de molesta.