Capítulo 2: Herida

8.5K 891 1.2K
                                    

Chuuya jugaba con el peluche de conejo, al que había decidido no quitarle la soga para suicidarse, porque el Monstruo le había dicho que le daba "estilo" al conejo, él también lo creía, porque siempre que lo mostraba la gente se asustaba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Chuuya jugaba con el peluche de conejo, al que había decidido no quitarle la soga para suicidarse, porque el Monstruo le había dicho que le daba "estilo" al conejo, él también lo creía, porque siempre que lo mostraba la gente se asustaba. Ahora era un peluche peligroso.

Observó de reojo la puerta de su habitación, pero esta seguía firmemente cerrada, así que regreso a jugar con su peluche, había sido un regalo de su madre antes de que se fuera a trabajar. La extrañaba, ella hubiera sabido que decirle en estos momentos. Hizo un puchero al recordar las razones por las que estaba encerrado en la habitación, él no había tenido la culpa, sino lo hubieran molestado el no hubiera reaccionado de mala manera.

Escucho ruidos fuera de su ventana, así que se asomo curioso, sonriendo al ver que era el Monstruo. Este lo miro con una ceja alzada mientras ingresaba a la habitación del cachorro.

Se quedo sentado en la barandilla de la ventana, observando los detalles en la habitación, juguetes por todos lados, y la almohada destrozada, solo quedaban las plumas. Chuuya estaba con su piyama celeste y caminaba descalzo, su cola parecía emocionada de verlo. Lo único extraño en su vestimenta era que tenia un gorro negro puesto que ocultaba sus orejas y parte de su frente.

- ¿Entro un tornado mientras no estaba? - le comento curioso por el desastre. El niño negó con la cabeza

- No seas estúpido, no hay tornados en estos sitios - le dijo en cambio, arrastrando al conejo con la soga,

Dazai sonreía para si mismo por esa acción, nunca espero que realmente le dejara puesta la soga, el solo estaba bromeando con él. Llevaba un tiempo visitando a Chuuya, este había dejado de intentar acusarlo, así que podría decirse que se llevaban mejor

- ¿Dónde estabas? Te busqué en el closet y no te encontré, tu dijiste que estabas ahí

- Primera vez que me buscas por tu propia voluntad, cachorro - le comento mirándolo fijamente, este lo miro avergonzado

- Estaba aburrido - le explico, dejando de arrastrar al conejo y tomándolo en un apretado abrazo - se supone que vives en mi closet, deberías estar ahí

- Bien, debo admitirte que tuve que irme de ese lugar porque tú me descubriste, no era seguro para mí- le dijo Dazai riéndose, luego le señalo el bosque - ahora vivo por ahí

Chuuya se acerco a su lado confiado y se puso en puntillas para observar donde le habían señalado, con los ojos llenos de curiosidad por el enorme bosque que el castaño señalaba

- Nunca me he acercado a ese bosque, mi madre dice que me mataran si pongo un pie ahí ¿Es bonito? - le comento finalmente sin dejar de mirar hacia el bosque.

El castaño, sabia la razón detrás de que el cachorro no hubiera ingresado ahí, ese bosque era una frontera entre los cambiantes y los vampiros, nadie debía atravesarlo o seria tomado como prisionero de guerra, no era nada agradable ser tomado como prisionero.

Lo Que El Corazón Anhela - Soukoku//ShinsoukokuWhere stories live. Discover now