Con toda la paciencia del mundo, se sienta en la cama. Se refriega los párpados y mira unos segundos que me resultan una eternidad a la nada. Luego, su ceño se frunce y me mira con una confusión que seguramente es fingida.

-Zorro, ¿dijiste?

-Claramente no estás prestando atención.

-¿Por qué me haces esto? ¿Es por lo de la escuela? Eso es mi problema. Si deseo faltar, lo hago. No eres mi madre.

-¿Faltar? Creo que no estamos en la misma página.

Por primera vez le echo una mirada detenida a mi hermano. Creo que nunca lo había visto tan desarreglado. Definitivamente me estoy volviendo loca.

-¿Qué sucede aquí? -me doy vuelta lentamente al escuchar una voz femenina.

-¿Mamá?

¿El mundo está patas arriba o solo me parece a mí?

-¡Amelia se volvió loca! ¡Vino a despertarme furiosa conmigo sin sentido! ¡Dice que salí a no sé dónde ayer! ¿Esta es su nueva táctica para llevarme al colegio?

Las palabras de Luke se oyen lejanas mientras observo a mi progenitora a mi lado. Siento una horrible sensación recorrerme pero me esfuerzo para que no se me note en la cara.

-¿A dónde dices que ha salido? -esta vez ella se refiere a mí. Habla como si nada.

Aprieto los puños.

-¿Qué haces tú aquí? ¿Qué mierda hago contigo?

Su sonrisa se desvanece.

-¿Por qué maldices?

Finjo desentendimiento. -No lo sé. Quizás, si te hubieras hecho cargo alguna vez, podrías haberme enseñado a no hacerlo.

-Luke, creo que se ha vuelto loca de verdad. -dice mi madre como si estuviera tratando con un extraterrestre, muy quieta, como si el hecho de moverse hiciera que la atacara.

Quizás lo hará.

Decido que no lo aguanto más.

-Púdrete. -digo y me voy.

Me pongo unas zapatillas, escucho mi nombre mientras bajo las escaleras y sigo hasta la entrada.

Me sorprende lo mucho que mi casa se parece a esta, y lo mismo cuando doy la vuelta manzana. Todo es casi idéntico.

Doy vueltas sobre mi propio eje tratando de reconocer dónde estoy.

Camino hasta la salida siguiendo el recorrido como si fuera mi barrio, el mismo arquitecto habrá diseñado los planos.

Salgo a la plaza exactamente como hago cuando estoy en mi casa. ¿Por qué nunca había entrado a esta sección de viviendas antes?

Mi entrecejo se va pronunciando cada vez más al no saber cómo volver a casa. Este es el parque.

Doy toda la vuelta al parque que pasé tantas veces en mi vida. Camino. Tiene que ser por ahí. Pero por ahí vine.

¿El alcohol habrá jodido mi cabeza?

Paro a un señor y le pregunto por mi calle.

-Es por ese lado- señala el lugar de donde acabo de salir -señorita.

¿Señorita?

¿Qué jodida mierda pasa con el mundo hoy? Si esto es una broma, es horrible. Hubiera preferido que me metan el dedo por el culo.

Corro en reversa hacia el instituto. Si no está allí, quizás simplemente estoy en un lugar lejano muy parecido a mi ciudad.

Mis esperanzas son abusadas y destrozadas al ver el gran edificio al que asisto todos los días en frente mío.

Mundo... ¿Al revés?✔Where stories live. Discover now