Mundo... ¿Al revés?✔

Capítulo catorce.

En la puerta del instituto, reconozco a una chica sentada mirando al pasto, parecería que está reflexionando.

En actitud, se ve muy similar a la Sarah que es mi amiga. Callada y pensativa. Está vestida con suéter verde oscuro, jeans azules y zapatos. Tiene el cabello corto por los hombros y prolijo, detrás de la oreja.

Me alegra verla, la extrañaba. Tomo asiento a su lado.

Ella sale de su ensimismamiento y me mira. Una pregunta silenciosa se forma en su expresión. Qué hago aquí.

-¿Cómo estás? -le digo. Realmente quiero saberlo.

Se ve confundida, sin embargo me responde.

-Bien. ¿Qué hay de ti?

-Bien.

-No lo parece. -habla.

Le doy una sonrisa de boca cerrada, no tengo ganas de contarle algo que no me va a creer. Opto por un dilema menos pesado.

-Me gusta un chico que nunca me corresponderá.

Se muestra amigable. -¿A ti? ¿Por qué no?

-Porque lastimé a su mejor amigo.

Su sonrisa es reemplazada por una mueca.

-¿De verdad te gusta? ¿O es otro de tus juegos?

-Lo hace.

-¿Es Oliver? -pregunta.

-¿Por qué piensas eso?

Se encoje de hombros. -Siempre creí que se gustaban.

¿Siempre? ¿Desde cuándo tengo relación con él?

-¿Cómo llegaste a esa conclusión?

-Son vecinos, antes se llevaban muy bien.

-¿Y luego qué pasó?

-¿No lo sabes? -dice con gracia -Tú cambiaste, entraste en la preparatoria y te alejaste. Luego, te metiste con su mejor amigo.

Genial.

-¿Cómo sabes todo esto? -pregunto.

-Oliver es mi amigo.

Desvío la mirada.

-Descuida, no le contaré. -se levanta y se va.

Ya está, nunca tendré una oportunidad con Oliver aquí. Tampoco es la gran cosa igualmente.

La cuestión es, si llego a volver a mi dimensión, ¿intentaría algo con él?

La respuesta es no, ya sea porque él no es el mismo en mi realidad (es algo así como un mojigato adinerado),   y también es que allí no tengo la misma valentía que acá.

Es mi dimensión, se siente mucho más real. Como si las consecuencias de verdad fueran hacia mí ahí.

¿De verdad me importa lo que sucede o lo que hago en este lugar? Todos ya piensan que estoy loca y lo que suceda después caerá en la otra Amelia igual.

¿Es cruel? Ella misma se encargó de arruinar su realidad, de todos modos.

Oliver nunca se acercará a mí por su cuenta, yo podría ser la que vaya a él.

Puedo meterme en un personaje, como de chico(?, puedo molestarlo.

Suena el timbre y caigo en la cuenta de que debo entrar.

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Cuando paso por la puerta en la cafetería, todos dejan de hablar y me miran. A medida que avanzo, escucho susurros.